De orde?ar vacas a exprimirlas como limones
El documental 'The Milk System' denuncia los tejemanejes de la industria de productos l¨¢cteos
?Cu¨¢ntos productos l¨¢cteos tienes en tu nevera? Posiblemente muchos sobre todo si hay ni?os en casa. Y luego tendr¨¢s tambi¨¦n quiz¨¢ el pote de yogur que mejora el tr¨¢nsito intestinal o ese otro que reduce los niveles de colesterol. La leche y los productos l¨¢cteos son hoy en d¨ªa imprescindibles en la dieta de muchas personas en Europa y en Norteam¨¦rica y son considerados en general como alimentos saludables. El documental The Milk System ("El sistema de la leche") explica que el consumo masivo de leche y de productos l¨¢cteos es un cap¨ªtulo muy reciente en la historia de la humanidad, cap¨ªtulo escrito en el siglo XX al dictado de los intereses de las industrias del sector, y revela que la leche y sus derivados no son tan saludables como el marketing quiere hacer creer. The Milk System, que es obra del realizador italiano Andreas Pichler, se estrenar¨¢ en Espa?a el pr¨®ximo 6 de octubre en el marco del Another Way Film Festival.
El documental sigue toda la cadena de la leche en Europa, "from grass to glass" (desde los pastos hasta el vaso) y descubre que hay unos claros triunfadores, las grandes corporaciones, oligopolios que controlan el mercado interior y que se encuentran en plena expansi¨®n internacional. Al principio de la cadena se encuentran los ganaderos que actualmente solo tienen dos palabras en la boca: crisis y estr¨¦s. Producen mucha leche pero no pueden decidir el precio ni lo conocen con antelaci¨®n. Es la corporaci¨®n quien decide. Y a ellos, los ganaderos, les toca producir la mejor leche al precio m¨¢s bajo posible. Una familia ganadera alemana relata ante la c¨¢mara que hoy en d¨ªa ganan m¨¢s dinero transformando el esti¨¦rcol de las vacas en energ¨ªa que orde?¨¢ndolas. La mierda vale m¨¢s que la leche.
?Y c¨®mo sacarle m¨¢s leche a una vaca? o expresado en t¨¦rminos econ¨®micos ?c¨®mo optimizar tu bien preciado? Y aqu¨ª es donde empieza el episodio esperp¨¦ntico sobre cruces gen¨¦ticos para que la vaca d¨¦ m¨¢s leche y durante m¨¢s tiempo. Se pasean en la pantalla unas vacas admiradas en una feria del sector como ejemplares ¨²nicos, a las pobres les cuelgan unas ubres tan cargadas que a penas pueden andar. M¨¢s que admiraci¨®n despiertan compasi¨®n. El director se dio cuenta rodando el documental de que la leche que bebemos procede siempre de vacas embarazadas. Es m¨¢s, despu¨¦s de la edad f¨¦rtil, se deshacen de ellas. Una vaca, en abstracto, tiene una esperanza de vida de 20 a?os pero si ¡°trabaja¡± en una explotaci¨®n industrial no pasar¨¢ de los 5, y eso en el caso de ser hembra. Si no das leche no tienes derecho a existir. Si el ternero tiene la mala idea de nacer macho es descartado a los pocos d¨ªas de venir al mundo por decirlo con un eufemismo. En breve la ciencia va a permitir escoger el sexo de la cr¨ªa. Todo un consuelo.
El documental no entra en dramatismos ni en proliferaci¨®n de im¨¢genes que toquen la fibra sensible. Solo deja que cada actor de ?la tragedia? se explique por s¨ª mismo. Y son las palabras, los hechos, los argumentos que ponen a cada uno en el lugar que le corresponde, como cuando un ganadero revela que sus vacas son n¨²meros y que se cargan a los terneros reci¨¦n nacidos porque si los venden el precio es tan bajo que no cubre ni su manutenci¨®n. Y remata el argumento con un inapelable: "No podemos proporcionar prestaciones sociales. Somos una empresa".
La vaca es pues v¨ªctima del sistema de producci¨®n industrial de la leche como el peque?o ganadero, pero no son los ¨²nicos. Tambi¨¦n est¨¢ pagando el pato el medio ambiente. Para mantener a los animales con una dieta apropiada los ganaderos las alimentan a base de cereales y sobre todo de soja, productos que deben importar. La mayor¨ªa de la soja procede de Sudam¨¦rica, donde grandes extensiones de bosques son taladas para destinar el terreno a su cultivo. Soja que servir¨¢ para alimentar a las vacas en vez de a las personas. Todo este sinsentido lo explica Johannes Isselstein, un cient¨ªfico alem¨¢n de la Universidad de G?ttingen. Por ingerir este tipo de alimento las vacas emiten nitr¨®geno y si las emisiones son muy altas pueden causar riesgo para el medio ambiente. As¨ª que, concluye Isselstein, estamos destrozando recursos a gran escala en Am¨¦rica y en Europa para que las vacas den m¨¢s leche. Y cada a?o aumenta la producci¨®n.
De hecho, los conglomerados europeos est¨¢n invadiendo el mercado exterior (en Asia y en ?frica) con los excedentes de leche europea transformada en leche en polvo. Una conquista que est¨¢ arruinando a los productores locales allende los mares. Un peque?o emprendedor de Senegal querr¨ªa que la leche europea fuera m¨¢s cara (que no estuviera subvencionada por la UE, como es el caso) para que la leche del productor local tuviera una oportunidad de encontrar su nicho de mercado. Si la empresa senegalesa prosperara podr¨ªa crear puestos de trabajo y las personas tendr¨ªan menos razones para tomar la patera y poner rumbo a Europa. "Son los hijos de los ganaderos de aqu¨ª quienes est¨¢n cruzando el Mediterr¨¢neo", clama indignado el emprendedor senegal¨¦s.
The Milk System.
Director : Andres Pichler.
Francia. 91 minutos.
S¨¢bado 6 octubre. Estreno en Espa?a. Sala Borau
En Asia, la industria europea ha convencido al consumidor chino de que la leche te hace m¨¢s fuerte y m¨¢s alto. As¨ª que se han lanzado todos al consumo y a la producci¨®n de leche de manera desaforada. China ha batido un nuevo r¨¦cord: cuenta con la planta de fabricaci¨®n m¨¢s grande del mundo. Alrededor de ella se han instalado varias granjas de vacas de dimensiones colosales. Una sola alberga 10.000 reses. El modelo europeo (de consumo y de empresa) llevado a su extremo¡ ?absurdo?
El documental, tambi¨¦n, presta la voz a peque?os productores europeos con una pr¨¢ctica y una visi¨®n diametralmente opuesta de los animales, del medio ambiente y de la empresa, con una visi¨®n m¨¢s ?humana? El propietario de una peque?a explotaci¨®n ecol¨®gica en el Tirol cuenta que ¨¦l saca sus vacas a pacer al campo, no como en una granja industrial, donde no sale a cuenta ni hay tiempo para ello. Aqu¨ª las vacas viven m¨¢s. No est¨¢n obligadas a producir tanta leche y por lo tanto guardan recursos para poder envejecer. Por marcar el contraste, el propietario suelta as¨ª de pronto: "Mis vacas son importantes para m¨ª". Con la leche produce queso y ha renunciado a venderlo en un radio superior a 200 kil¨®metros porque no tiene sentido desde un punto de vista ecol¨®gico. Otro contraste: hay l¨ªmites al crecimiento de la empresa aunque ello suponga limitar los beneficios en la cuenta de resultados. Aunque se pueda hacer no se hace, y punto.
Ha renunciado a vender su queso en un radio superior a 200 kil¨®metros porque no tiene sentido desde un punto de vista ecol¨®gico
Y toda esta tragedia shakespeariana, que deja por el camino un reguero de perdedores y de v¨ªctimas, ?para darse el gustazo de beberse un vaso de leche cada ma?ana y a un precio razonable? ?Realmente millones de adultos en el mundo occidental necesitamos consumir leche a diario y entre todos pagar ese precio desorbitado? Parece que la respuesta es que no lo necesitamos. Seg¨²n Walter Willett, investigador en Harvard y eminencia sobre la materia, la dieta con l¨¢cteos es una pr¨¢ctica ancestral de los pueblos del Norte de Europa y de Am¨¦rica. La leche sustitu¨ªa los vegetales y las frutas, inaccesibles en esas latitudes a lo largo del a?o; permit¨ªa la supervivencia y la reproducci¨®n pero hoy ya no tiene sentido. El objetivo actual, seg¨²n explica Willett, no es sobrevivir sino vivir m¨¢s tiempo y con mayor salud, y la dieta del Norte de Europa no es la adecuada para ello. Si la leche tiene el m¨¦rito de ayudar a crecer y en el caso de los ni?os tiene su raz¨®n de ser, por el contrario podr¨ªa ser muy da?ino para los adultos cuando se une a un consumo excesivo (el exceso de calcio ha sido relacionado con el aumento del riesgo de c¨¢ncer de pr¨®stata). Deber¨ªa limitarse a dos porciones al d¨ªa y a ser posible en forma de yogur.
Hemos pasado como sociedad de orde?ar vacas a exprimirlas como limones. El documental informa de que est¨¢ llegando la hora de desandar lo andado. Como colof¨®n de la historia, un alegato a favor de los peque?os productores, capaces de alimentar el mundo y de hacerlo sin destrozarlo por el camino. El propietario de la peque?a explotaci¨®n org¨¢nica de vacas en el Tirol se lamenta de que la agricultura se ha dejado de un tiempo a esta parte en manos solo de los economistas. Seg¨²n ¨¦l, hay que devolver el campo a los ecologistas y a los fil¨®sofos. No pueden las matem¨¢ticas ellas solas dictar lo que hay que hacer. Y yo a?adir¨ªa, ni en el campo ni en cualquier otro ¨¢mbito de la vida. En resumen, documental de visi¨®n obligada para replantearse un consumo consciente y consecuente de la leche. ?Y si nos pasamos todos en desbandada a la leche ecol¨®gica
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