?Tenemos contrato social!
La Agenda 2030 tiene la dosis de utop¨ªa imprescindible para desencadenar un movimiento de transformaci¨®n global

El nuevo contrato social para hacer frente a los tremendos desajustes que ha tra¨ªdo la globalizaci¨®n, que tenga a todas las personas en el centro de su acci¨®n sin dejar a nadie atr¨¢s y que, adem¨¢s, nos ponga en la senda de salvar al planeta, ya est¨¢ dise?ado. Existe y tiene nombre. Sus objetivos y metas est¨¢n pactados y son muchos los Gobiernos, l¨ªderes econ¨®micos y destacados activistas de la sociedad civil que est¨¢n decididos a que se cumpla. Nadie discute la urgencia ?Qu¨¦ requerimos para que se hagan realidad? Voluntad, energ¨ªa y determinaci¨®n. Trabajo sin pausa hasta 2030. El plan est¨¢ tan pautado, vigilado y trabado, que no tiene escapatoria de cumplimento una vez asumido. Es el instrumento para pasar de la gesti¨®n del pasado a la organizaci¨®n del futuro.
En este momento, que se cumplen tres a?os de la aprobaci¨®n de la Agenda 2030, rememoraremos cuando la joven paquistan¨ª Malala exig¨ªa firmeza en la acci¨®n, ya que el futuro de los m¨¢s de 1.900 millones de ni?os del mundo estaba en juego; el papa Francisco imploraba por una justicia social y el entonces secretario general Ban Ki-moon, esperanzado, ya dec¨ªa que est¨¢bamos en condiciones de ser la ¨²ltima generaci¨®n que conviv¨ªa con el hambre. Pero tambi¨¦n la ¨²ltima que puede salvar el planeta de su destrucci¨®n.
Los j¨®venes han detectado el optimismo din¨¢mico que desencadena el plan. En numerosos pa¨ªses son ellos los m¨¢s motivados. Comprenden que finalmente tienen ¡°su¡± Agenda y saben que, si se movilizan y exigen a los Gobiernos a actuar en consecuencia, se cumplir¨¢n las metas. Es revelador que haya m¨¢s optimismo donde mayores son las necesidades.
El plan pivota sobre cinco grandes ejes: las personas, el planeta, la paz, la prosperidad y los partenariados
En Europa, nuestro entorno inmediato, profundamente golpeada por una d¨¦cada de crisis, son cada vez m¨¢s los que se rebelan ante el pesimismo paralizante y descubren el cambio de paradigma que aparece. Los gobernantes raramente han encontrado una ciudadan¨ªa tan ansiosa de asumir una visi¨®n y un plan con acciones concretas.
Eduardo Galeano dice que las utop¨ªas nos ayudan a caminar, a luchar por conseguir nuestros objetivos, individuales y colectivos, a esforzarnos y a no decaer. Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) tienen una dosis de utop¨ªa imprescindible para generar la fuerza movilizadora que blinde su cumplimento y desencadene un movimiento global transformador.
En tiempos de globalizaci¨®n no hay pacto posible ni eficaz sin ¨¢mbito mundial. Por eso, tan determinante es el car¨¢cter universal de la Agenda 2030, como lo es el hecho de que pivota alrededor de cinco grandes ejes: las personas, el planeta, la paz, la prosperidad y los partenariados. Est¨¦ donde est¨¦ y viva en las condiciones que viva, cada individuo y colectivo se convierte en actor y asume parte de la responsabilidad de la acci¨®n.
Y a ello nos hemos lanzado todos en Espa?a. El Gobierno ha hecho de esta Agenda un proyecto de pa¨ªs. Ha establecido que la Agenda 2030 es el marco id¨®neo por el que discurran las transformaciones, profundas e imprescindibles, por el que las pr¨®ximas generaciones vivan mejor. Un marco que lleve a un pa¨ªs m¨¢s cohesionado, por una econom¨ªa ¨¦tica m¨¢s fuerte, con los valores universales de justicia social, igualdad y solidaridad por delante. Este es el escenario que enmarca numerosas acciones y decisiones de las adoptadas en poco m¨¢s de cien d¨ªas por nuestro Gobierno.
En este mundo interconectado, donde la gesti¨®n de la informaci¨®n es clave, es l¨®gico que la rendici¨®n de cuentas, transparencia y gobierno abierto est¨¦n en el mismo coraz¨®n de esta Agenda. Ello significa un acuerdo pol¨ªtico que supera los partidismos y que surgi¨® del mayor debate mundial jam¨¢s liderado por las Naciones Unidas. El sector empresarial y la sociedad civil, agrupada en una tupida red de activistas, se sentaron junto a todos los Gobiernos. Nadie faltaba.
?Qu¨¦ tiene de especial la Agenda 2030 que nos inspira confianza y nos devuelve el optimismo? Muchas cosas: su car¨¢cter abierto, movilizador, el gran impacto que la ciencia y la tecnolog¨ªa tienen para lograr las metas o una mirada a largo plazo. Globalmente no hay alternativa.
Si hacemos zum sobre nuestro pa¨ªs, una foto es reveladora. Fue tomada en la ONU el 18 de julio pasado, cuando Espa?a present¨® su plan para alcanzar los objetivos. No faltaba nadie acompa?ando a los representantes del Gobierno: la sociedad civil, el sector privado, las universidades, las Administraciones locales y auton¨®micas, el Congreso y el Senado. Todos envueltos en una energ¨ªa contagiosa en torno a un compromiso. Sus organizaciones, territorios o empresas anhelaban que una fuerza aglutinadora asumiera el liderazgo. Nuestro pa¨ªs quiere, puede y sabe caminar por la senda que nos marca el nuevo contrato social global. Y hoy, nuestro Gobierno est¨¢ preparado para este reto.
Cristina Gallach es Alta Comisionada del Gobierno para la Agenda 2030.
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