Rescatar Ciudad de M¨¦xico
La metr¨®poli hispana m¨¢s grande del mundo sufre una violencia apenas imaginable
El embate criminal que azota M¨¦xico desde hace d¨¦cadas ha acabado engullendo de forma inevitable a su capital, la metr¨®poli hispana m¨¢s grande del mundo. En Ciudad de M¨¦xico se mata hoy con impunidad, se muere sin m¨¢s motivo que salir a la calle y se sufre una violencia cuyo per¨ªmetro resulta apenas imaginable, seg¨²n detall¨® un extenso reportaje publicado el domingo pasado en este peri¨®dico. Esta espiral macabra, que ha devuelto la ciudad al peor ambiente de secuestros e inseguridad de los a?os noventa, se produce ante la inacci¨®n, entre impotente y culpable, de las actuales autoridades. Se trata de una situaci¨®n de todo punto intolerable, y que resulta imperativo revertir a la mayor urgencia.
Sin duda alguna, esta tarea corresponder¨¢ ya a la nueva administraci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que toma posesi¨®n el pr¨®ximo 1 de diciembre. El presidente electo tiene muchos retos por delante, pero ninguno m¨¢s urgente ni m¨¢s angustioso para los ciudadanos capitalinos, que asisten con un pasmo trufado de miedo al deterioro imparable de su ciudad: m¨¢s de 5.000 homicidios en el ¨²ltimo lustro, un aumento del 40%. Los mexicanos eligieron a L¨®pez Obrador con una mayor¨ªa abrumadora por sus promesas de acabar con la corrupci¨®n y mitigar la violencia. La l¨®gica pol¨ªtica dicta que el nuevo mandatario ha de lograr a la mayor brevedad posible una inflexi¨®n a la baja en las cifras de la violencia, o en la percepci¨®n p¨²blica de ¨¦sta.
Editoriales anteriores
El fracaso de la fiscal¨ªa (27/08/2018)
Otra llamada a Maduro (20/08/2018)
Esa tarea ha de comenzar por Ciudad de M¨¦xico. La utilizaci¨®n del Ej¨¦rcito y la Marina (como sucedi¨® este mi¨¦rcoles en Acapulco, donde fueron detenidos el jefe de la polic¨ªa municipal y cinco comandantes, y se les retir¨® las armas a 700 agentes) queda descartada en la capital por las enormes repercusiones nacionales y sobre todo internacionales que ello supondr¨ªa. En lo que respecta a la violencia, ya es suficiente con la extendida percepci¨®n de que el control del Estado mexicano sobre parte del territorio es, cuando menos, tenue, como para ofrecer la imagen de soldados patrullando las calles de la ciudad. El despliegue de Ej¨¦rcito y Marina por todo el pa¨ªs ha conllevado, adem¨¢s, un sinf¨ªn de denuncias por violaciones de derechos humanos, incluyendo la desaparici¨®n de ciudadanos inocentes.
En realidad, con m¨¢s de 80.000 polic¨ªas municipales, miles de guardias de seguridad privados en centros comerciales y 15.000 c¨¢maras de vigilancia, el hecho de que la criminalidad siga en ascenso s¨®lo puede explicarse por la desidia e ineptitud de responsables pol¨ªticos (destaca entre todos ellos Miguel Mancera, jefe de Gobierno entre 2012 y marzo de este a?o), mandos policiales, as¨ª como las paup¨¦rrimas condiciones laborales y de medios con las que se ven obligados a bregar los agentes; m¨¢s la corrupci¨®n que, al igual que en otros campos, tambi¨¦n corroe a ¨¦ste desde sus entra?as.
Para cambiar radicalmente todo esto, L¨®pez Obrador dispone de una gran baza. Desde el 5 de diciembre, la jefa de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico ser¨¢ Claudia Sheinbaum, del mismo partido que el presidente y persona muy cercana a ¨¦ste, lo que dibuja una sinton¨ªa pol¨ªtica in¨¦dita en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Reorganizar el mapa de la seguridad, nombrar jefes policiales con un verdadero compromiso, coordinar los miles de efectivos, sumar a las empresas privadas al esfuerzo, invertir en innovaci¨®n y tecnolog¨ªa (aproximadamente la mitad de las c¨¢maras de vigilancia en funcionamiento son obsoletas) o corregir los vicios del sistema judicial va a suponer un desaf¨ªo log¨ªstico y pol¨ªtico de primera magnitud. De la pericia de los nuevos gobernantes depender¨¢ que los ciudadanos de Ciudad de M¨¦xico recuperen la seguridad que anhelan y a la que tienen derecho, y que los resultados muestren al resto del pa¨ªs que existe una salida a la hora oscura que vive M¨¦xico.
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