?Por qu¨¦ el cerebro necesita equivocarse lo antes posible?

A nadie le gusta equivocarse. Es posible que para evitar el error no arriesguemos cuando presentamos un informe, aprendemos un idioma o realizamos cualquier tipo de actividad. De este modo, tenemos la fantas¨ªa de que as¨ª nuestra querida autoestima est¨¢ a salvo. Pero aqu¨ª es donde realmente nos equivocamos, como han demostrado los resultados de un experimento de la Universidad Johns Hopkins.

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?Qu¨¦ le pasa a tu cerebro cuando te equivocas?

Desarrolla una mentalidad de principiante, ?rejuvenecer¨¢s!

En el experimento, publicado en la revista de Science Express, se ped¨ªa a un grupo de voluntarios que hicieran diversas tareas moviendo un joystick. Mientras los cient¨ªficos med¨ªan la respuesta del cerebro ante los errores y aciertos, se encontraron con una grata sorpresa. Se descubri¨® que tenemos dos circuitos cuando hacemos cosas nuevas: uno que incorpora las nuevas habilidades y otro que procesa las equivocaciones. Este ¨²ltimo equivaldr¨ªa a un coach, que va criticando el aprendizaje, detecta nuestros fallos entre lo deseado y lo que realmente sucede y los memoriza para utilizarlos en un futuro. Curiosamente, este ¨²ltimo circuito, el de los errores, es el que nos permite aprender m¨¢s r¨¢pido. Por eso, no es de extra?ar que cuando comenzamos algo no se nos d¨¦ muy bien los primeros minutos, como un deporte o hablar en otro idioma o hacer una presentaci¨®n. Pensamos que es porque necesitamos calentamiento, pero, seg¨²n este descubrimiento, es porque el circuito de las equivocaciones (o nuestro coach mental) necesita acumular fallos para comenzar a actuar. Por ello, cuanto antes nos metamos en el error, antes aprendemos a hacer las cosas, como defiende Scott Young, quien consigui¨® graduarse en el prestigioso MIT en la carrera de Ciencias de Programaci¨®n. Los estudios ten¨ªan una duraci¨®n de cuatro a?os, pero ¨¦l los sac¨® en uno.?

Seg¨²n Young, leer o asistir a clase no te permite valorar si est¨¢s integrando los nuevos conceptos. Has de ponerte a prueba. En su caso, en el MIT estudi¨® por libre y se apunt¨® a los grupos de trabajo para experimentar, equivocarse r¨¢pidamente, analizar el error y aprender del mismo. Con todo ello, ?en tan solo 12 meses consigui¨® aprobar con ¨¦xito 33 asignaturas y realizar los proyectos requeridos! No est¨¢ mal, ?no? Por tanto, veamos qu¨¦ podemos hacer para aplicar estos hallazgos a nuestra realidad, seguramente m¨¢s modesta:

Primero, necesitamos ser sinceros con nosotros mismos con respecto al aprendizaje. Es decir, ?realmente sabemos hacer aquello que nos preocupa? Dec¨ªa Feynman, el premio Nobel de F¨ªsica, que tendemos a enga?arnos con mucha alegr¨ªa. Pensamos que sabemos ingl¨¦s cuando realmente lo chapurreamos o que podemos resolver una ecuaci¨®n o hablar en p¨²blico cuando realmente nos sentimos perdidos. Tenemos que aterrizar nuestra fantas¨ªa y reconocer nuestras ¨¢reas de mejora.

Segundo, hemos de ir r¨¢pido al error sin que la autoestima se vea afectada. Aprender es equivocarse, as¨ª de simple, y como ha demostrado la neurociencia. Por tanto, si te confundes en un examen, en una reuni¨®n o donde sea, sencillamente est¨¢s demostrando que eres humano y no Superman o Superwoman. As¨ª que dejemos un poco tranquila la autoestima y no la vinculemos con acertar en el cien por cien de los casos porque es imposible. Por ello, si quieres hacer una presentaci¨®n que te cuesta, prep¨¢rate, pero ponte r¨¢pido a experimentar, pide a tu familia que te escuche, que te diga en qu¨¦ puedes mejorar y deja que el circuito de tu cerebro que procesa los errores se vaya poniendo las pilas.

Y tercero, rode¨¦monos de personas que nos ayuden en el aprendizaje. En el caso anterior es la familia, pero tenemos un sinf¨ªn de posibilidades: compa?eros, amigos, pareja¡­ quien se brinde a darte informaci¨®n valiosa. Por supuesto, existen m¨¢s opciones: trabajar con personas que est¨¢n en tu mismo desaf¨ªo o estar con expertos o mentores que saben del tema y aprender de ellos.

En definitiva, la ciencia nos ha dado un buen argumento para aliviarnos cuando metemos la pata: alimentamos el circuito de los errores que nos permite aprender m¨¢s r¨¢pido. Por ello, m¨¦tete cuanto antes a experimentar y a equivocarte porque solo de este modo podr¨¢s incorporar nuevos conocimientos.