Louis Vuitton adivina el futuro

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Nada luce mejor en las redes que un monumento parisino como tel¨®n de fondo. Si Saint Laurent celebr¨® su desfile frente a la Torre Eiffel y Chanel escogi¨® el Grand Palais, Louis Vuitton decidi¨® instalar sus cuarteles en uno de los patios interiores del Louvre. La marca francesa puso el broche final a la semana dedicada a las presentaciones de pr¨ºt-¨¤-porter en Par¨ªs con una colecci¨®n que admir¨® por su esp¨ªritu futurista. El dise?ador Nicolas Ghesqui¨¨re escogi¨® la gran pinacoteca para levantar un t¨²nel de paredes transparentes e iluminado con neones intermitentes, con la fachada de la antigua residencia real en segundo plano. En medio de ese di¨¢logo entre pasado y futuro, Ghesqui¨¨re present¨® una colecci¨®n llena de formas vanguardistas, en la que abundaron los tejidos metalizados y formas que parec¨ªan inspirarse en los trajes de astronauta.

La propuesta de Louis Vuitton para la primavera-verano de 2019 fue heterog¨¦nea. Fue algo semejante a una propuesta de uniforme homologado para una colonia humana en el espacio exterior, con sus vestidos cortos y estampados lunares en tonos cielo y arena, sumados a mangas tubulares y a una cofia blanca que parec¨ªa inspirada en la que lucen las protagonistas de The Handmaid¡¯s Tale (a no ser que lo estuviera en el m¨ªtico velo de novia creado por Balenciaga en los sesenta, como se?alaron algunos). A la vez, Ghesqui¨¨re tambi¨¦n observ¨® el pasado reciente, como demostraban estampados ochenteros que parec¨ªan salidos de Salvados por la campana, serie en las ant¨ªpodas de la anteriormente mencionada. Tal vez fuera su manera de presagiar que, por mucho que pasen las d¨¦cadas, los ochenta seguir¨¢n volviendo. Sorprendieron tambi¨¦n sus siluetas de reloj de arena, sus parcas de nylon y su trabajo sobre el cuero y sus trajes espaciales en Jacquard floral, adem¨¢s de sus inexplicables rejillas de lentejuela y un abrigo blanco de caucho amoldado y sin costuras, que admir¨® por su t¨¦cnica casi arquitect¨®nica.

Ghesqui¨¨re quiso a?adir su voz al actual debate sobre el g¨¦nero. No fue una excepci¨®n: lo han hecho casi todos los desfiles en Par¨ªs al mezclar hombres y mujeres en la misma pasarela, gesto que pone en duda la tradicional divisi¨®n entre ambos en la industria de la moda y que a¨²n resultaba ex¨®tica hace solo un par de temporadas. Pero el dise?ador de Louis Vuitton fue todav¨ªa m¨¢s lejos al introducir a varias modelos que parec¨ªan hombres pero no lo eran. ¡°En realidad solo hab¨ªa chicas. Era una cuesti¨®n de empoderamiento y ambig¨¹edad¡±, dijo en el backstage del desfile, utilizando dos palabras clave en nuestro tiempo.

Por su parte, Miu Miu propuso una colecci¨®n alejada de los conceptualismos y distinguida por una heterogeneidad inhabitual. El desfile de la segunda marca de Miuccia Prada arranc¨® con drapeados en sat¨¦n y forma de flor, a los que siguieron abrigos solemnes en negro estricto y alg¨²n rosa chicle excepcional. M¨¢s tarde, la dise?adora apost¨® por numerosas prendas en tejano y por vestidos de inspiraci¨®n art d¨¦co y ligeras asimetr¨ªas, a los que luego sum¨® blazers combinados con faldas de pit¨®n, que parec¨ªan versiones sui generis del power suit de las ejecutivas de los ochenta. Como banda musical, son¨® el nuevo disco de Prince, que re¨²ne distintas grabaciones in¨¦ditas del desaparecido cantante. Como sucedi¨® en el desfile de Louis Vuitton, sobre la pasarela de Miu Miu se mezclaban referentes de ¨¦pocas distintas, aunque sin transmitir nunca una sensaci¨®n de a?oranza o reaccionarismo. ¡°Todo el mundo habla del futuro, cuando en realidad todo va hacia atr¨¢s¡±, se limit¨® a aclarar Prada tras el desfile.