Aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato: as¨ª era, literalmente, la vida sexual de los piratas
Cuando han puesto precio a tu cabeza tratas de pasar el menor tiempo posible con los pantalones bajados
Mi asociaci¨®n de Formentera con los piratas viene de lejos y va mucho m¨¢s all¨¢ de los precios abusivos o de que haya chiringuitos que han levantado tradicionalmente la Jolly Roger, la bandera con la calavera, como Pirata Bus y Kiosko Pirata. No, lo m¨ªo tiene m¨¢s que ver con la, para m¨ª, verdadera esencia de la isla, que es el mar omnipresente y espumoso, los faros, el aire, la arena, en la que los dorados tesoros suelen estar no debajo sino encima, tendidos en pareos, y cierto informalismo ambiental que entronca con el que se respiraba en Tortuga o New Providence en tiempos del Capit¨¢n Kidd, Barbanegra o Calico Jack.
Este ¨²ltimo era, claro, el capit¨¢n Jack Rackman, que es uno de los protagonistas de la serie Black sails y al que ahorcaron malamente en 1720 en la afueras de Port Royal. Luego metieron su cuerpo en una jaula de hierro que colgaron, como advertencia contra la pirater¨ªa, de un palo en el islote del Cayo del Hombre Muerto, donde fue una atracci¨®n durante a?os.
Unos veranos m¨¢s (llevo 28) y podr¨¢n colgarme tambi¨¦n as¨ª como reclamo para el chiringuito Pelayo: no desentonar¨ªa con la decoraci¨®n. Y es que en Formentera me visto ¨Ccuando me visto¨C como un bucanero. Ya lo he explicado aqu¨ª. Badana y sombrero estrafalario, camisa descolorida, pies descalzos¡ Para ser un sosias perfecto de Jack Sparrow, solo me faltan los dientes de oro y la habilidad para los circunloquios. Se comprender¨¢ entonces con qu¨¦ inter¨¦s he seguido este agosto el caso del individuo que se paseaba por las discotecas de Ibiza disfrazado del capit¨¢n Sparrow y que ha sido acusado de ser un depredador sexual, pues una turista brit¨¢nica afirmaba que le hab¨ªa puesto algo en la bebida en Amnesia.
Su vida sexual estaba libre de proleg¨®menos, para los que no sol¨ªan tener tiempo ni disposici¨®n (si han puesto precio a tu cabeza tratas de pasar el menor tiempo posible con los pantalones bajados)
Dado que el hombre, natural de Brasil, se llama Jacinto Maycon (?My Icon?), la casualidad me ha parecido relevante. M¨¢s a¨²n porque estos d¨ªas he estado leyendo un libro, Bajo la bandera negra, el romance y la realidad de la vida entre los piratas, de David Cordingly (Random, 2006), que dedica un amplio espacio al sexo y los bucaneros.
Los piratas, es sabido, eran muy de aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato, literalmente. Su vida sexual estaba libre de proleg¨®menos, para los que no sol¨ªan tener tiempo ni disposici¨®n (si han puesto precio a tu cabeza tratas de pasar el menor tiempo posible con los pantalones bajados). Es verdad que en alguna ocasi¨®n, como en la toma de Portobello por Morgan en 1668, se demoraron violando prisioneras y quem¨¢ndolas ¡°en partes que por decencia no vamos a mencionar¡±, como testimoniaba impactado un funcionario colonial de la ¨¦poca. Pero lo que me ha parecido en verdad notable es la disquisici¨®n sobre si los piratas, esos iconos de macho, eran m¨¢s gays que la media.
Resulta que hay toda una corriente historiogr¨¢fica que analiza el asunto e incluso una obra de referencia, Sodomy and the pirate tradition (sodom¨ªa y la tradicion pirata), de B.R. Burg (NYU Press, 1995). El largo tiempo que pasaban embarcados, todos hombres excepto Anne Bonny, Mary Read y Madame Cheng, y la baja proporci¨®n de mujeres blancas en el Caribe en la Edad de Oro de la pirater¨ªa (6 a 1 en Barbados) son elementos a tener en cuenta, as¨ª como la costumbre de algunos capitanes de convertir en sus catamitas a los (buenos) mozos de cabina y la de sodomizar a sus prisioneros de los piratas chinos, aunque, claro, eran chinos.
Aunque no hay consenso, me parece relevante se?alar que la homosexualidad es un elemento central de la trama de, precisamente, Black sails, y que Johnny Depp declar¨® ¨Cno sabemos en qu¨¦ estado¨C durante el rodaje de la ¨²ltima entrega de Piratas del Caribe que Sparrow es gay. ?Salen los piratas del armario o del cofre del muerto?
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