Steven Seagal: retrato de uno de los tipos m¨¢s odiados de Hollywood
Las acusaciones por abuso sexual se multiplican contra ¨¦l, sus compa?eros lo consideran un tipo malencarado y el gobierno de Vladimir Putin lo abraza como un h¨¦roe
De todas las maneras en que un actor sobre el que pesan acusaciones de asalto sexual puede presentarse ante el mundo e intentar limpiar su imagen, Steven Seagal (Michigan, 1952) acaba de ejecutar la peor. Durante una entrevista en el programa Newsnight de la cadena brit¨¢nica BBC, la presentadora Kirsty Wars pregunt¨® a la estrella de acci¨®n de los noventa por las alegaciones de actrices como Portia de Rossi, Julianna Margulies o Jenny McCarthy, que afirman haber sufrido abusos por parte de Seagal.
¡°Usted se ha visto envuelto en alegaciones de acoso sexual¡±, inquiri¨® Wars. ¡°Pesa sobre usted una acusaci¨®n de violaci¨®n. Me pregunto c¨®mo lidia con todo eso¡±. Acto seguido, Seagal ¨Cque no estaba en el plat¨® sino en otro set durante una conexi¨®n en directo¨C se quita el pinganillo de la oreja, se levanta y se va. ¡°?Hola, se?or Seagal?¡±, pregunta la presentadora asombrada, ya sin recibir respuesta.?
This is the moment Steven Seagal walks out on a #newsnight interview over questioning about #metoo allegations, which he denies.@sseagalofficial | @KirstyWark | @BBCTwo | #newsnight pic.twitter.com/Lr6mE3th4F
— BBC Newsnight (@BBCNewsnight) October 4, 2018
Las acusaciones p¨²blicas contra Steven Seagal vienen de lejos. Tan lejos que la primera tuvo lugar hace exactamente 20 a?os, cuando los movimientos #MeToo o Time¡¯s Up no eran ni un sue?o. Por aquel entonces la actriz Jenny McCarthy cont¨® a la desaparecida revista de cine Movieline que, durante un casting en 1995, Seagal intent¨® obligarla a que se quitase su ropa pese a que en el guion para el que hac¨ªa la prueba no hab¨ªa desnudo alguno. Seg¨²n cont¨®, ella se fue corriendo asustada de su despacho y Seagal la sigui¨® y le advirti¨® de que no se lo contase a nadie. McCarthy tuvo valor al contarlo en una revista en 1998, cuando Seagal era todav¨ªa una estrella de la pantalla y ten¨ªa un contrato millonario con Warner Bros.
¡°Cuando la gente hace acusaciones, a menudo mienten.?Quieren acabar con alguien, vengarse de alguien, quieren fama, quieren dinero. Y no solo mujeres, tambi¨¦n hombres"
Seven Seagal
Pero los tiempos eran otros. Aquella confesi¨®n de McCarthy no provoc¨® apenas indignaci¨®n en Hollywood y Seagal no sufri¨® consecuencia alguna. Sigui¨® haciendo pel¨ªculas de menor ¨¦xito y directas a v¨ªdeo (pero no por las acusaciones de McCarthy, probablemente, sino por una tendencia de la industria que cambi¨® con el siglo y afect¨® a las antiguas estrellas de acci¨®n, tambi¨¦n a Stallone o Schwarzenegger).
Pas¨® tiempo hasta que otras actrices hablaron sobre Steven Seagal y fueron confesiones ya auspiciadas por el surgimiento del #MeToo tras el art¨ªculo de Ronan Farrow en el New Yorker?en octubre de 2017?que supuso la mecha del movimiento social.
A comienzos de noviembre de 2017, Julianna Margulies (Urgencias) cont¨® otra historia en un programa de radio. Una en la que no hubo una agresi¨®n sexual literal, pero s¨ª una clara amenaza. En 1991, cont¨® Margulies, Steven Seagal quiso hacer una prueba con ella en su habitaci¨®n de hotel. La cit¨® sola, a las diez de la noche y una vez en su cuarto se encarg¨® de hacer saber a la actriz que ten¨ªa una pistola.?
Pocos d¨ªas despu¨¦s Portia de Rossi (actriz y esposa de la presentadora y c¨®mica Ellen DeGeneres), cont¨® en Twitter algo m¨¢s inquietante y parecido a la historia de Jenny McCarthy. ¡°Mi audici¨®n final para una pel¨ªcula de Steven Seagal tuvo lugar en su despacho¡±, escribi¨® en un tuit. ¡°Me dijo lo importante que era tener qu¨ªmica fuera de la pantalla mientras me sentaba y empezaba a desabrocharse la cremallera de sus pantalones de cuero. Me fui corriendo y llam¨¦ a mi representante. Imperturbable, ella, mi representante, me respondi¨®: ¡°Bueno, no sab¨ªa si Steven era tu tipo¡±.
La acusaci¨®n m¨¢s grave lleg¨® en marzo de 2018. Regina Simons (que hizo de extra en la pel¨ªcula En tierra peligrosa, de 1994) acus¨® al actor de haberla violado cuando ten¨ªa 18 a?os. Otra mujer, Faviola Danis, cont¨® que durante una prueba cuando ten¨ªa 17 a?os Seagal le pidi¨® que desfilase para ¨¦l en ropa interior e intent¨® besarla y le hizo tocamientos por debajo de sus prendas. Cuando intent¨® salir de la habitaci¨®n de hotel donde estaban, seg¨²n su versi¨®n, el guardaespaldas de Seagal (que estaba fuera) bloque¨® la puerta y no le permiti¨® salir hasta que la estrella de cine le indic¨® desde dentro que la dejase ir.
My final audition for a Steven Segal movie took place in his office. He told me how important it was to have chemistry off-screen as he sat me down and unzipped his leather pants. I? ran out and called my agent. Unfazed, she replied, ¡°well, I didn¡¯t know if he was your type.¡±
— Portia de Rossi (@portiaderossi) November 8, 2017
Todas estas acusaciones suman a Seagal a la lista de actores sospechosos de haber tenido un comportamiento monstruoso continuado en una industria que hac¨ªa la vista gorda. Ni agentes ni guardaespaldas ayudaron a estas mujeres. La ¨²nica vez que Seagal se pronunci¨® al respecto fue durante una entrevista hecha a trav¨¦s de Skype con un informativo de San Diego. ¡°Cuando la gente hace acusaciones, a menudo mienten¡±, declar¨®. ¡°Quieren acabar con alguien, vengarse de alguien, quieren fama, quieren dinero. Y no solo mujeres, tambi¨¦n hombres. Muchos hombres y mujeres mienten cuando acusan a hombres, y cuando mienten, acaban con la credibilidad de muchas v¨ªctimas reales¡±.
Antes de que todas estas acusaciones saliesen a la luz, la fama de Seagal en Hollywood era la de un tipo extra?o y hosco. En 1991, cuando empezaba a ser una gran estrella del cine de acci¨®n, Seagal fue el presentador invitado en Saturday Night Live (programa de humor que cada semana presenta una figura p¨²blica diferente). Sus compa?eros de espacio recuerdan con disgusto su paso por el plat¨®, el trato desagradable que dio a los trabajadores y su actitud poco participativa para los n¨²meros c¨®micos. Se neg¨®, por ejemplo, a participar en uno en cuyo guion otro actor indicaba que era m¨¢s fuerte que ¨¦l. Adem¨¢s, de forma casi un¨¢nime, los espectadores y cr¨ªticos lo consideraron uno de los peores presentadores en la historia del programa.
Seagal tendr¨ªa m¨¢s suerte en la otra esquina del mundo. En Rusia es una figura enormemente popular. Tanto que se ha hecho amigo personal del presidente Vladimir Putin y, gracias a su influencia, ha conseguido la ciudadan¨ªa rusa y ser nombrado un enviado especial de Rusia en Estados Unidos. Y, aparte de su carrera en el cine (en el siglo XXI m¨¢s bien directa a v¨ªdeo, popular ¨²nicamente en el este y con un mont¨®n de pel¨ªculas que han pasado sin pena ni gloria en el resto del mundo), ha comercializado refrescos con su nombre, b¨¢lsamos para el afeitado y ha sido embajador de una firma rusa de pistolas, Orsis. Seg¨²n la firma, Seagal est¨¢ dise?ando su propio rifle, que se comercializar¨¢ con el nombre ¡°ORSIS by Steven Seagal¡±.?
Por ahora, Seagal ha tenido suerte. La oficina del fiscal del distrito del condado de Los ?ngeles ha decidido no presentar cargos contra ¨¦l por un delito de agresi¨®n sexual ocurrido en 1993, puesto que ya habr¨ªa prescrito. El actor sigue rodando pel¨ªculas (est¨¢ a punto de estrenar una en una plataforma de v¨ªdeos en l¨ªnea) y, seg¨²n The Moscow Times, ha expresado su inter¨¦s por convertirse en gobernador de Primorie, una regi¨®n al este de Rusia.?
Por supuesto, en su Twitter alaba continuamente a Donald Trump...
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