La era de los robots

?El t¨ªtulo de un reciente informe del Fondo Monetario Internacional resum¨ªa una pregunta que muchos trabajadores se plantean en todo el mundo: ¡°?Debemos de tener miedo de la revoluci¨®n rob¨®tica? La respuesta correcta es s¨ª¡±. No se trata de temer a los robots como en la saga Terminator, sino del efecto que la automatizaci¨®n va a tener sobre el mercado laboral. Los robots pueblan la imaginaci¨®n desde hace d¨¦cadas, pero ahora ha llegado su momento. Es un mercado que crece el 25% anual y se concentra en las cuatro econom¨ªas m¨¢s poderosas del mundo: China, Estados Unidos, Jap¨®n y Alemania. Y va m¨¢s r¨¢pido de lo que cre¨ªan los expertos: varios c¨¢lculos sit¨²an la explosi¨®n de los robots en la industria, la vida cotidiana y los servicios entre este a?o y 2023.

El efecto de la robotizaci¨®n no ser¨¢ igual ni por sectores, ni por pa¨ªses, ni por regiones, pero todo indica que el mundo que nos rodea va a cambiar enormemente. Basta con pensar en los efectos que los tel¨¦fonos inteligentes, que llevan solo 10 a?os con nosotros, han tenido sobre la sociedad para inferir que la irrupci¨®n de los robots ser¨¢ todav¨ªa m¨¢s profunda y transformadora. En breve nos los encontraremos, por ejemplo, en la calle, haciendo tareas de mantenimiento, o en los hospitales. Y ya est¨¢n en muchas casas realizando labores de limpieza. Los robots, adem¨¢s, no llegan solos, sino junto a enormes avances en el desarrollo de la inteligencia artificial y de la capacidad para procesar enormes cantidades de informaci¨®n, el llamado big data.

La relaci¨®n con los robots plantea dilemas ¨¦ticos: uno de los m¨¢s claros es su utilizaci¨®n militar, que permitir¨ªa ceder a una m¨¢quina la decisi¨®n de matar a un ser humano; pero sobre todo requiere una profunda preparaci¨®n. El hecho de que esta semana coincidiesen en Madrid el principal congreso de rob¨®tica del mundo, la International Conference on Intelligent Robots and Systems, y la inauguraci¨®n de la exposici¨®n Nosotros, robots, en la Fundaci¨®n Telef¨®nica, demuestra el imparable inter¨¦s por este campo. Es esencial estudiar y reflexionar sobre los robots, pero no es suficiente porque el futuro est¨¢ aqu¨ª.

La revoluci¨®n de la rob¨®tica puede ser una gran oportunidad, siempre y cuando la sociedad est¨¦ preparada. Los Estados necesitan enfrentarse cuanto antes al futuro del trabajo con pol¨ªticas que insistan en la formaci¨®n y tambi¨¦n con pol¨ªticas sociales dirigidas a los sectores que se ver¨¢n m¨¢s afectados. La clave est¨¢ en que la llegada de los robots no signifique una destrucci¨®n de empleo, sino una transformaci¨®n. Pero para eso hay que ponerse en marcha ya. Porque las m¨¢quinas no van a esperar.