Ataque a la justicia polaca
?Qu¨¦ pensar de la democracia de un pa¨ªs cuyas autoridades han organizado una ¡®caza de brujas¡¯ contra los jueces?
La lista de enemigos de Ley y Justicia (PiS, en sus siglas polacas), el partido nacional-conservador que gan¨® las elecciones en Polonia en oto?o de 2015, es larga y notoria. En ella se encuentran los nombres de pol¨ªticos de la oposici¨®n y periodistas rebeldes, as¨ª como de activistas, personalidades del mundo acad¨¦mico, cultural y empresarial. Los medios de comunicaci¨®n de derechas, afines al Gobierno, informan puntualmente sobre qui¨¦nes figuran en la misma. Sus programas no solo mencionan al ex primer ministro Donald Tusk ¡ªodiado por el PiS y actualmente presidente del Consejo Europeo¡ª y a sus colaboradores, ni al igualmente denostado Lech Walesa (l¨ªder de Solidaridad y posteriormente presidente, al cual el actual Gobierno acusa de traici¨®n y de colaborar con la polic¨ªa secreta comunista), sino tambi¨¦n a cient¨ªficos, actores, opositores y miembros de las ONG. Normalmente, se les cuestiona como personas deshonestas a las que el Gobierno arrebata sus inmerecidos privilegios.
Jaroslaw Kaczynski, el l¨ªder del PiS, inventa ep¨ªtetos dedicados a sus enemigos, a los que llama ¡°la peor cala?a¡±, ¡°colaboradores de la Gestapo¡± y ¡°alima?as¡±. Kaczynski no quiere debatir con el adversario, sino privarle de su dignidad, excluirlo de la comunidad y estigmatizarlo. La semana pasada acu?¨® un nuevo t¨¦rmino. En la convenci¨®n de su partido en Olsztyn acus¨® a los enemigos del Gobierno de ¡°ecofobia¡±. Esta vez no se refer¨ªa a la oposici¨®n ni a los intelectuales cr¨ªticos, Kaczynski aplic¨® ese t¨¦rmino a los jueces polacos. No se trata de una inocente figura ret¨®rica, ni de la opini¨®n de un tertuliano. Ha acusado a los jueces polacos de alta traici¨®n.
En este contexto, la ecofobia significa aversi¨®n, odio a tu propio pa¨ªs. Es incre¨ªble que el l¨ªder del partido gobernante trate as¨ª a las personas que dictan sentencias ¡°en nombre de la rep¨²blica¡±. En un Estado democr¨¢tico de derecho, los jueces gozan de una protecci¨®n especial. Se pueden debatir sus sentencias, pero sin llegar a insultarlos. Entonces, ?por qu¨¦ lo hizo Kaczynski? Porque los jueces se han resistido a los cambios en el Poder Judicial forzados por su partido, para ponerlos al servicio del Gobierno.
Es incre¨ªble que el l¨ªder del partido gobernante insulte y denigre a las personas que dictan sentencias ¡°en nombre de la Rep¨²blica¡±
Todo hac¨ªa indicar que el PiS tomar¨ªa el control del Tribunal Supremo de una manera similar a como subordin¨® al Constitucional o a los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos. Una vez que el presidente haya votado y firmado la nueva ley entrar¨¢n en el edificio personas nuevas, debidamente seleccionadas, que se asegurar¨¢n de que la aplicaci¨®n de la ley sea coherente con la voluntad popular (as¨ª lo declar¨® p¨²blicamente uno de los l¨ªderes del PiS). Seg¨²n los cambios, rechazados en una votaci¨®n por la Comisi¨®n Europea y las organizaciones jur¨ªdicas internacionales, m¨¢s de un tercio de los jueces, incluida su presidenta, Malgorzata Gersdorf, habr¨ªan de jubilarse anticipadamente. Esto, a pesar de que la Constituci¨®n polaca garantiza la independencia del Poder Judicial y de que la duraci¨®n del primer mandato de su presidente se fija en seis a?os, que a¨²n no se han cumplido.
Sin embargo, los cambios no han podido ser implementados. Cuando el presidente Andrzej Duda comenz¨® a notificarles a los jueces del Supremo su jubilaci¨®n, estos escribieron al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) para averiguar si las disposiciones que les retiraban se ajustaban a la legislaci¨®n comunitaria. Y hasta su examen, es decir, durante al menos seis meses, suspendieron la ley aprobada por el PiS. Asimismo, Duda invit¨® a los presidentes de la Salas de lo Penal y Laboral del Supremo a jubilarse y exigi¨® que sus miembros seleccionen nuevos candidatos, de entre los cuales elegir¨ªa ¨¦l a sus portavoces. La respuesta que recibi¨® debe de haberle sorprendido mucho. Los jueces decidieron que sus presidentes siguen en funciones, por lo que no hay motivo para elegir a otros nuevos. Adem¨¢s, los jueces de los tribunales ordinarios enviaron sus propias dudas al TJUE sobre los cambios en el Poder Judicial.
Las autoridades reaccionan furibundas. Los cambios en el Poder Judicial prev¨¦n, por ejemplo, la creaci¨®n de una Sala Disciplinaria especial, que ser¨¢ un l¨¢tigo para jueces descarriados. La situaci¨®n se ha complicado gravemente. El Gobierno podr¨ªa, por supuesto, tomar el control del Supremo por la fuerza. Con ello solo caldear¨ªa los ¨¢nimos, deteriorando a¨²n m¨¢s las relaciones de Polonia con la UE, as¨ª que ha decidido golpear de nuevo a los jueces en el frente de la propaganda, como demuestran las palabras de Kaczynski sobre su ecofobia.
El poder ha recabado bastante experiencia en insultar a los jueces. Los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos afines al Gobierno conducen desde 2016 una campa?a dirigida a demostrar que todos los procesados son corruptos. Y sin embargo, a los jueces no solo se les examina con lupa su vida privada, sino que tambi¨¦n se investigan las biograf¨ªas de sus padres. ?Qu¨¦ cabe pensar sobre la democracia en un pa¨ªs en el que las autoridades recurren a este tipo de soluciones?
Bartosz T. Wielinski dirige la secci¨®n de Internacional de Gazeta Wyborcza.
Traducci¨®n de Amelia Serraller.
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