Andaluc¨ªa abre el ciclo electoral
El escenario de las elecciones no ser¨¢ f¨¢cil para Susana D¨ªaz, pero es propicio
Al final hay fecha para las elecciones andaluzas, despu¨¦s de varias semanas en que, como suced¨ªa con los partes m¨¦dicos de Franco moribundo, las portadas andaluzas con la noticia se convert¨ªan una y otra vez en papel mojado. Como dec¨ªa el viejo Thomas Fuller, ¡°todo es muy dif¨ªcil antes de ser sencillo¡±. Y ahora ya es muy sencillo pero no ha sido nada f¨¢cil para Susana D¨ªaz decidirse. Por eso ha agotado las fechas. En su entorno se apostaba por el 28 de octubre, aniversario sentimental de la victoria de Felipe en 1982, pero el deterioro del Gobierno en septiembre y la incertidumbre del oto?o caliente vaticinado por Torra le hizo recular. Este fin de semana (entre M¨¢laga, Granada y Ja¨¦n, un circuito con aire de precampa?a aunque es pr¨¢ctica habitual en ella) se someti¨® a un tercer grado a s¨ª misma tras muchas consultas.
Hay diversas razones, al menos tres, para esas dudas: proteger la estabilidad de la que ha hecho bandera pol¨ªtica; el temor a la caricatura del adelanto como tacticismo ventajista, y, claro est¨¢, el efecto colateral del contexto en Catalu?a. Si acaso se puede a?adir que, despu¨¦s de las primarias, donde sufri¨® un castigo doloroso, la presidenta desconf¨ªa de los gur¨²s y sus n¨²meros, y busca matices m¨¢s sofisticados. En todo caso ha supuesto un dilema espinoso que penetraba hasta el plano personal por el hartazgo de las caricaturas de brocha gorda sobre Andaluc¨ªa que se hicieron durante las primarias del PSOE, explorando todos los t¨®picos y prejuicios faltones. De ah¨ª su obsesi¨®n por que no se trivializara la decisi¨®n como oportunismo t¨¢ctico.
Un factor muy determinante ha sido el estado de la marca PSOE. En 2012 y 2015, el deterioro de esta supuso un lastre en las auton¨®micas, y pes¨® lo suyo; ahora Susana D¨ªaz se anticipa al desgaste para aprovechar la cotizaci¨®n al alza de la marca en las encuestas tras la moci¨®n de censura, sobre todo porque el Gobierno S¨¢nchez ha emitido ya s¨ªntomas de fatiga r¨¢pida por descoordinaci¨®n y algunos enredos de diversos ministros. En todo caso, para Susana D¨ªaz era casi m¨¢s inquietante el efecto colateral de Catalu?a, de ah¨ª que haya aguardado hasta poder calibrar el impacto del primer aniversario del 1-O y la posici¨®n de Moncloa ante la presi¨®n nacionalista. Las demandas de privilegios en Catalu?a siempre han pesado mucho en el socialismo andaluz.
Susana D¨ªaz ha defendido siempre el cartel de?campeona de la estabilidad y por eso le tentaba agotar hasta marzo. Tampoco le gust¨® particularmente que Ciudadanos maniobrara para apuntarse el tanto del adelanto; eso se le clav¨® en el orgullo. Las dudas han pesado duramente hasta el final. Y la decisi¨®n no ha resuelto todas esas dudas, pero hab¨ªa conciencia en San Telmo de que prolongar las especulaciones pod¨ªa penalizarles con una imagen de inseguridad. Se ha impuesto la idea de evitar la coincidencia con las elecciones generales, una vieja norma t¨¢cita del socialismo andaluz, aunque a decir verdad incumplida muchas veces. Para Susana D¨ªaz siempre ha sido un requisito y no solo por evitar competir directamente con S¨¢nchez para ver si las urnas auton¨®micas quedaban por encima o por debajo de la urna de las generales en Andaluc¨ªa. Quiere una campa?a de temario estrictamente andaluz.
A la presidenta, como ella misma proclam¨® en la campa?a de primarias, no le gusta perder ni al parch¨ªs. Tiene las encuestas a favor, la marca PSOE en su mejor momento en a?os pero con fecha de caducidad en el horizonte, a la oposici¨®n de derecha dividida y algo desconcertada desde la moci¨®n, y Podemos moderadamente templados como socios del PSOE. No ser¨¢ f¨¢cil el escenario, pero es propicio. Ella, socialdem¨®crata cl¨¢sica, sin duda piensa en Ciudadanos para facilitarle la gobernabilidad, a pesar de la ruptura conveniente que estaba pactada t¨¢citamente, antes que en Podemos, que en Andaluc¨ªa est¨¢ pilotado por el sector m¨¢s antisistema de los anticapis. En todo caso se va a anticipar al calendario espa?ol de 2019 para buscar la estabilidad en Andaluc¨ªa, y ya se ver¨¢. Eso s¨ª, la opci¨®n de un Gobierno conservador de momento parece lejana en los sondeos. Aunque Susana D¨ªaz tiene claro que alguna vez le tocar¨¢ a un dirigente socialista andaluz abandonar San Telmo, sede de la Presidencia, y apagar la luz; ella solo piensa, como Luis Aragon¨¦s, en ganar, ganar, ganar y volver a ganar.
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