?Ad¨®nde van los globos?
?Hasta qu¨¦ altura puede ascender una esfera de l¨¢tex que no se rompiera llena de helio?
Las pompas de jab¨®n son tan ligeras (ingr¨¢vidas y gentiles, como dir¨ªa Machado) y caen tan despacio que la m¨ªnima resistencia del aire circundante no las deforma. Las gotas de lluvia muy peque?as, de un di¨¢metro inferior a un mil¨ªmetro, tambi¨¦n son esf¨¦ricas; pero las m¨¢s grandes, debido a la resistencia del aire, que les ¡°aplasta¡± la base, toman la forma de un panecillo redondo. Poco que ver, por tanto, con la consabida forma de l¨¢grima que se ha impuesto como icono de la lluvia. ?Por qu¨¦ representamos las gotas de lluvia de esta manera? Es tentador responder que las asociamos a las l¨¢grimas (cuando llueve, el cielo llora); pero no solemos ver l¨¢grimas cayendo de los ojos con forma de l¨¢grima, valga la redundancia. Tiene que haber otra explicaci¨®n¡
Nos pregunt¨¢bamos la semana pasada qu¨¦ pasa si dirigimos hacia un globo el chorro de aire de un ventilador. La intuici¨®n nos dice que la corriente de aire apartar¨¢ el globo, y sin embargo lo atrapar¨¢ (a los aficionados a los juegos de palabras no se les habr¨¢ escapado que ¡°atrapar¨¢¡± es anagrama de ¡°apartar¨¢¡±). Tanto es as¨ª que, si movemos el ventilador, el globo se desplazar¨¢ manteni¨¦ndose dentro del chorro de aire. Este curioso comportamiento es consecuencia del efecto Venturi: la presi¨®n del aire en movimiento es ligeramente menor que la del aire est¨¢tico circundante, y eso es lo que hace que el globo permanezca atrapado en el chorro del ventilador.
Una notable consecuencia del efecto Venturi es el efecto Magnus, o ¡°efecto¡± a secas si estamos hablando de una pelota de ping pong u otras bolas que giran r¨¢pidamente a la vez que avanzan en el seno del aire: la diferencia de velocidad de las microcorrientes que rodean las esferas giratorias se traduce en una diferencia de presi¨®n en ambos lados que hace que la trayectoria sea ligeramente curva. En el caso de la liger¨ªsima pelota de ping pong el efecto puede ser muy marcado; pero incluso un objeto tan pesado como un bal¨®n de f¨²tbol puede acusar el efecto Magnus de forma ostensible, dando lugar a la espectacular t¨¦cnica conocida como ¡°rosca¡± o ¡°chanfle¡±, que permite introducir el bal¨®n en la porter¨ªa desde el punto de c¨®rner.
Cuando un coche gira hacia la derecha, los ocupantes, por inercia, tienden a desplazarse hacia la parte izquierda del veh¨ªculo; pero nuestro globo de la semana pasada har¨¢ lo contrario: se desplazar¨¢ hacia la derecha. ?Por qu¨¦?
?Hasta qu¨¦ altura?
Cuando un globo de helio escapa de las manos de un ni?o, suceso bastante frecuente, ?hasta qu¨¦ altura asciende? La densidad del aire disminuye con la altura, pero tambi¨¦n la presi¨®n, con lo que el helio del interior del globo se expandir¨¢, disminuir¨¢ su densidad y seguir¨¢ siendo menos denso que el aire circundante¡ hasta que el globo estalle. ?Y si no estallara? Si el l¨¢tex pudiera expandirse indefinidamente sin romperse, ?hasta d¨®nde ascender¨ªa el globo fugitivo?
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal
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