?Qu¨¦ es el estilo de vida desmaterializado?

La desmaterializaci¨®n describe la reducci¨®n de los recursos materiales utilizados para satisfacer las necesidades de producci¨®n y consumo. Est¨¢ claro que, as¨ª explicado, es un tema subjetivo y, como tal, arbitrario y relativo y, por lo tanto, de muy dif¨ªcil legislaci¨®n. Sin embargo, Sylvia Lorek, que trabaja en el Instituto de Investigaci¨®n Europa Sostenible, argumenta que no se trata tanto de legislar como de educar para ¡°usar menos materiales o, mejor a¨²n, no usarlos en absoluto sin perder funcionalidad ni satisfacci¨®n¡±. ?C¨®mo se puede reducir el consumo sin perder? Para esta economista la clave est¨¢ en cambiar servicios por productos: ¡°Tener menos productos en propiedad generar¨¢ una reducci¨®n en la producci¨®n industrial¡±.

El uso, frente a la propiedad, permite que la econom¨ªa crezca ¡ªo por lo menos permanezca estable¡ª, mientras el consumo de recursos decrece. Lorek explica en ¡Ù30 Visiones de la sostenibilidad, que han reunido Albert Punsola y Sergio Fern¨¢ndez (Knauf), que en Alemania y Estados Unidos la econom¨ªa crece ¡ªel PIB¡ª a pesar de que han estabilizado el uso de recursos. Sin embargo, alerta sobre que estos falsos datos ¡°obedecen a que en esos pa¨ªses importan m¨¢s bienes de pa¨ªses en desarrollo de los que producen¡±. Para corregir estas cifras enga?osas, la Agencia Europea del Medio Ambiente ya calcula el uso de materiales en funci¨®n del consumo de un pa¨ªs, no de su producci¨®n.

Como ejemplos de desmaterializaci¨®n, Lorek cita la reducci¨®n del uso de fertilizantes en Dinamarca, la definici¨®n de pesca sostenible en Islandia y una mayor tasa de eficiencia de uso de conglomerados en la industria de la construcci¨®n brit¨¢nica. Ella cree que ¡°Son las empresas las que tienen que empezar y demostrar que la desmaterializaci¨®n es posible¡±. Y es cierto que en Espa?a tambi¨¦n hay empresas as¨ª. Onyx Solar, que fabrica vidrios fotovoltaicos transparentes con capacidad para almacenar energ¨ªa solar, a¨²na dos usos en uno solo y facilita el camino hacia la construcci¨®n sostenible.

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M¨¢s all¨¢ de la parte energ¨¦tica y material, hist¨®ricamente, la arquitectura invitaba a compartir lavaderos, azoteas, jardines, cuartos de juegos, trasteros y hasta ba?os, duchas y cocinas. La arquitectura tambi¨¦n ha sido capaz de desmaterializar limitando los componentes de una vivienda, reduciendo el n¨²mero de particiones. El dise?o lo ha hecho imaginando objetos con doble uso.

Con un m¨®vil inteligente en la mano (smartphone) queda claro que la tecnolog¨ªa abre una puerta a la desmaterializaci¨®n. Pero Lorek advierte de que ser¨ªa una gran imprudencia depositar todas nuestras esperanzas en la tecnolog¨ªa, sin considerar que puede fallar.

Se conoce que el ahorro de recursos en un ¨¢rea concreta conduce a un mayor consumo en otra. Por eso no es cuesti¨®n de buscar nuevos nichos, sino de cambiar el sistema de producci¨®n y consumo. Esa es la raz¨®n por la que esta economista est¨¢ convencida de que si la prensa, la publicidad y la educaci¨®n quitaran a los consumidores la presi¨®n de estar siempre al d¨ªa, se dar¨ªa un paso importante hacia el bienestar y la desmaterializaci¨®n de las necesidades de las personas. Y, concluye: ¡°Existen incontables estudios que demuestran que, una vez cubiertas las necesidades b¨¢sicas, el bienestar de las personas depende de valores no materiales¡±. C¨®mo producir y consumir en un mundo cada vez menos material es uno de los grandes retos del siglo XXI.