Pereza mitinera
No sorprende, como deber¨ªa, la ins¨®lita crudeza con la que se ha recibido el pacto presupuestario entre gobierno y Podemos
En los ¨²ltimos a?os, los planteamientos anticonstitucionales proced¨ªan casi siempre de un intento de seducci¨®n de la izquierda hacia los j¨®venes que se sent¨ªan marginados del progreso y de la toma de decisiones. Sin embargo, las m¨¢s recientes agresiones a la Constituci¨®n espa?ola proceden de otro frente, el nacionalismo conservador. Tanto en los territorios de la identidad como en los factores de cohesi¨®n social, hay un giro melodram¨¢tico hacia lo reaccionario. As¨ª escuchamos m¨ªtines cotidianos contra la Espa?a auton¨®mica sin caer en la cuenta de que ese discurso es una negaci¨®n profunda de la forma de gobierno que nos dimos en la Constituci¨®n. Ahora se ha unido una nueva tendencia muy exitosa, la de impedir tanto la libre circulaci¨®n de las personas como la expresi¨®n abierta de las distintas opiniones. Nos recorre una ola de prohibicionismo que es una afrenta a quienes redactaron la Constituci¨®n democr¨¢tica. Y el ¨²ltimo frente es el de pol¨ªticas sociales, algo que el texto constitucional enuncia de manera clara cuando se refiere a vivienda, salud, educaci¨®n y protecci¨®n, para los que exige la salvaguardia de la igualdad entre ciudadanos.
Por eso no sorprende, como deber¨ªa, la ins¨®lita crudeza con la que se ha recibido el pacto presupuestario entre gobierno y Podemos. Se ha dicho que es m¨¢s un programa electoral que unos presupuestos generales. Pues solo faltar¨ªa, el plan econ¨®mico anual es exactamente eso, un prop¨®sito pol¨ªtico. Por eso se aceptaron en a?os pasados los presupuestos que recortaban el gasto en educaci¨®n, sanidad, cultura y dependencia. Todo el mundo entend¨ªa que era una priorizaci¨®n pol¨ªtica que de manera evidente reconoc¨ªa que era mucho m¨¢s importante salvar la econom¨ªa financiera de las entidades bancarias o los est¨ªmulos a la compra de coches que apostar por las energ¨ªas renovables. Cada partido pol¨ªtico es coherente en su plan presupuestario con su visi¨®n social y lo que en otras ocasiones ha resultado chocante es que los partidos socialdem¨®cratas adopten pol¨ªticas conservadoras en lo econ¨®mico m¨¢s que nada por carecer de otro plan. El sur de Europa tiene la obligaci¨®n doble de cumplir con las normas econ¨®micas de la Uni¨®n y rescatar a sus pa¨ªses del des¨¢nimo y la sensaci¨®n de abandono.
La clave consiste en perseguir el rastro de la desigualdad econ¨®mica entre espa?oles. Esta se asienta en tres aspectos, la desvalorizaci¨®n del trabajador y sus derechos, la impunidad de ciertos sectores para no asumir sus obligaciones con el fisco como corresponde a sus brutales ganancias y la desnaturalizaci¨®n del mercado inmobiliario al llegarle la inversi¨®n masiva de los excedentes de dinero que no atrae la baja calidad de los productos financieros. A la espera de lograr apoyos parlamentarios, unos presupuestos racionales tendr¨¢n que incidir en esos tres problemas para tratar de recaudar mejor y as¨ª reinvertir en recuperar algo de la igualdad perdida. Por todo ello subir el salario m¨ªnimo, tratar de apresar las fugas de impuestos, exigir mayor compromiso fiscal a quienes m¨¢s ganan y mediar tanto en la creaci¨®n masiva de empleos de baja calidad como en el mercado inmobiliario que regresa al peor escenario de la burbuja, resulta de lo m¨¢s saludable. Tendr¨¢ que ser la autoridad europea quien estudie la viabilidad del proyecto ya que, por desgracia, el debate pol¨ªtico en Espa?a ha ca¨ªdo en lo exaltado. Algunos se atreven a decir que medidas adoptadas con naturalidad en Francia, Portugal o Alemania, aqu¨ª son comunismo venezolano. Es la pereza mental del mitinero.
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