El invento pseudocient¨ªfico que se convirti¨® en objeto decorativo
Patentada en 1845 por La F¨¢brica de Loza de La Cartuja de Sevilla, la cabeza del intelectual Mariano Cub¨ª y Soler ha pasado de ocupar consultas de m¨¦dicos y barber¨ªas a ser una de las cer¨¢micas de moda
La frenolog¨ªa no sirve de nada. Esta teor¨ªa pseudocient¨ªfica inventada por el fil¨®sofo alem¨¢n Franz Joseph Gall en 1800 confer¨ªa a la forma del cr¨¢neo de un ser humano la determinaci¨®n de dictar su car¨¢cter o personalidad. Todo falso. Su seguidor en Espa?a fue Mariano Cub¨ª y Soler (1801-1875), fundador de la Revista Bimestre Cubana (1831) que descubri¨® en esta ense?anza su trabajo divulgativo que, d¨¦cadas despu¨¦s, caer¨ªa en saco roto.
Cub¨ª present¨® en 1844, en Barcelona, un estudio en el que se?alaba hasta 43 facultades en las diferentes partes de una cabeza: superior o moral, inferior o animal, y anterior o intelectual. Esta divisi¨®n del cr¨¢neo, para poder explicar mejor sus teor¨ªas, la plasm¨® en una cabeza de cer¨¢mica de la F¨¢brica de Loza de La Cartuja de Sevilla y que fue patentada en 1845 ¨Cese a?o apareci¨® en la tarifa de precios de la empresa¨C.
El busto, de 36,5 cent¨ªmetros de alto, con los a?os se ha convertido en un objeto habitual de despachos de m¨¦dicos, estudios de artistas e, incluso, barber¨ªas. Hoy, es una pieza decorativa reeditada por la casa de cer¨¢micas sevillana que sigue hablando de todas esas propiedades que tiene nuestros cerebro: circunspecci¨®n, benevolencia, firmeza, esperanza, imitaci¨®n, c¨¢lculo num¨¦rico, individualidad, idealidad...
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