?Cu¨¢ndo se pasa de inmigrante a ciudadano de pleno derecho?
Exmiembro de la guerrilla M-19, Gustavo Guzm¨¢n se exili¨® de Colombia hace 36 a?os. Tanto tiempo despu¨¦s, no es ajeno a las dificultades propias de los migrantes en Espa?a
Corr¨ªa el a?o 1979 y Colombia estaba bajo el pol¨¦mico Estatuto de Seguridad decretado el controvertido expresidente Julio C¨¦sar Turbay Ayala. Como miembro de la organizaci¨®n insurgente Movimiento 19 de abril, M-19, Gustavo Guzm¨¢n fue detenido y condenado por rebeli¨®n, pero tres a?os despu¨¦s sus compa?eros y ¨¦l fueron puestos en libertad gracias a la amnist¨ªa decretada por el presidente Belisario Betancur. Ah¨ª no acabaron los problemas, y debido a la violenta situaci¨®n del pa¨ªs, decidi¨® marcharse de su pa¨ªs en compa?¨ªa de su familia. Lleg¨® a Espa?a gracias al apoyo de Amnist¨ªa Internacional.
Despu¨¦s de 36 a?os de exilio, Guzm¨¢n no ha perdido su cadente acento valluno (de Cali, Valle del Cauca), sigue adorando comer empanadas y nunca ha dejado de preparar sus humeantes sancochos (sopa t¨ªpica de su regi¨®n) con los que congrega a sus amigos en amenas tertulias pol¨ªticas, a la vez que ejerce con toda responsabilidad la nacionalidad espa?ola y reivindica sus derechos como parte de la sociedad de acogida en la que sabi¨¦ndose extranjero, no se encasilla como tal. No en vano ha sido destacado dirigente social y ha participado en el panorama pol¨ªtico haciendo valer los derechos de los vecinos de Legan¨¦s.
¡°Mi exilio fue pol¨ªtico y yo fui objeto de una persecuci¨®n selectiva, tem¨ªa que me detuvieran o me mataran a m¨ª y a mi familia. Abandon¨¦ el pa¨ªs por miedo y no por necesidad econ¨®mica. Actualmente sigue saliendo gente perseguida pero, adem¨¢s, ahora hay que sumar el agravante de otra persecuci¨®n: la econ¨®mica", afirma Gustavo. "El que no haya oportunidades, el que no se encuentre trabajo o el que se tenga sea muy precario, tambi¨¦n es una forma de persecuci¨®n. El exilio y la emigraci¨®n hacen parte de un c¨ªrculo sinf¨ªn porque justamente quienes denuncian estas situaciones de miseria son quienes en paralelo tienen que salir por causa de la persecuci¨®n pol¨ªtica y para salvar su vida¡±, se?ala con cierto aire de tristeza.
¡°Con todas las dificultades que uno se puede encontrar en otro pa¨ªs, comienza a ver mejores condiciones de vida, mayor respeto por la dignidad de la gente y que esta comienza a ser reconocida; uno ve que tiene derechos y que se le respetan, que hay valores m¨¢s democr¨¢ticos que los que uno conoci¨®, o por lo menos los que en Colombia nos dijeron que eran democr¨¢ticos", comenta, siempre seg¨²n su experiencia personal.
El que no haya oportunidades, no se encuentre trabajo o el que se tenga sea muy precario, tambi¨¦n es una forma de persecuci¨®n
Pese a todo, no es ajeno a los problemas que una persona padece en Espa?a por el mero hecho de haber llegado de fuera. ¡°Hoy hay un debate sobre el tema racial, sobre la inmigraci¨®n y los problemas del rechazo a unos s¨ª a otros no; sobre los manteros, las pateras y la generalizaci¨®n del comentario de ¡°nos van a invadir¡±, etc. y se nota el rechazo a esa inmigraci¨®n", lamenta, pero tambi¨¦n reconoce que, m¨¢s all¨¢ de algunos inconvenientes, a los que han llegado "antes" ya se les ve como parte de la sociedad que se ha integrado.
¡°Yo dej¨¦ de pertenecer al gueto. Al comienzo es normal buscarlo a manera de protecci¨®n, porque necesitamos rodearnos de los paisanos, pero pasado un tiempo, cuando comienza el arraigo, eso nos va aislando del conjunto de la sociedad porque ¡®all¨ª donde fueres, has lo que vieres¡¯. Uno no puede llegar a un barrio y meterse en el gueto y hacer toda la vida all¨ª, porque entonces no estamos viviendo en el barrio, ni en la ciudad y mucho menos en el pa¨ªs", comenta.
¡°Claro que veo a mis paisanos y me re¨²no con ellos, si hay que bailar, bailo y si hay que recordar algunas tradiciones, se recuerdan, pero no hago mi vida exclusivamente en ese espacio. Yo hago parte de la sociedad espa?ola porque vivo aqu¨ª, y formando parte activa de ella puedo reclamar y exigir mi puesto como un ciudadano m¨¢s de este pa¨ªs. Pero claro, esto solo lo puedo hacer vincul¨¢ndome a la vida social, econ¨®mica y pol¨ªtica de este pa¨ªs¡±.
?Cu¨¢ndo se convierte un inmigrante en un ciudadano de pleno derecho?
De la vida econ¨®mica Guzm¨¢n ya ha participado muchos a?os porque como profesor de educaci¨®n f¨ªsica y educador social ha trabajado y cotizado reglamentariamente a la Seguridad Social. Con sus inquietudes innatas, a lo largo de todo su exilio se ha vinculado a la vida pol¨ªtica de su comunidad, ejerciendo y disputando puestos de liderazgo y participando en las cuestiones que afectan a su comunidad. Afirma que no se detiene a pensar si hay alguien que no est¨¦ de acuerdo y que considere que a¨²n, despu¨¦s de tantos a?os de pertenecer a la sociedad espa?ola, debe seguir siendo un inmigrante, porque ¨¦l igualmente va a continuar participando y aportando a la sociedad en la que vive.
El cale?o hace una pregunta a la que ¨¦l mismo da respuesta. ?Cu¨¢ndo tengo que dejar de ser un inmigrante para convertirme en un ciudadano de plenos derechos? ¡°Ah¨ª es donde hay que romper el gueto y yo lo he hecho. Yo no renuncio ni a mis ancestros, ni a lo que soy, pero no puedo quedarme anclado all¨ª, porque tengo que estar viviendo la vida que vive una sociedad diferente y no puedo hacer en esta sociedad lo que he rechazado para la m¨ªa. No puedo luchar contra la discriminaci¨®n si estoy discriminando, yo quiero ser uno m¨¢s dentro de esta sociedad y para eso tengo que respetar para que me respeten".
Formando parte activa de la sociedad espa?ola puedo reclamar y exigir mi puesto como un ciudadano m¨¢s de este pa¨ªs
En este sentido, tambi¨¦n reconoce defectos en su propio pa¨ªs: "No podemos hacer lo que se hace en Colombia, ni mantener algunos comportamientos de all¨¢ en el pa¨ªs que nos acoge argumentando que son temas culturales. Si se exige respeto, tenemos que respetar. ?Por qu¨¦ no podemos dejar de ser inmigrantes? ?por qu¨¦ yo tengo que estar en Espa?a como un extra?o toda la vida? ?por qu¨¦, si me he ganado la oportunidad de participar tanto pol¨ªtica como econ¨®micamente no lo puedo hacer, si yo tengo derecho porque como ciudadano me lo he ganado?", se pregunta.
A Guzm¨¢n le gusta la sociedad espa?ola y Espa?a porque fue aqu¨ª donde encontr¨® un lugar en el que vivir en familia, con dignidad y tranquilidad, donde ha sido respetado. "Exceptuando algunas situaciones inc¨®modas, he estado bien, pero eso tambi¨¦n tiene que ver con mi comportamiento, en c¨®mo me veo y cu¨¢l es mi posici¨®n frente a la vida y frente a los dem¨¢s", detalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.