?Por qu¨¦ puedo comprar productos con cannabis en el supermercado de mi barrio?
Lo que antes estaba en la clandestinidad ahora se utiliza como estrategia de m¨¢rketing. ?Qu¨¦ pasa si me pongo en la cara esa crema elaborada con lo mismo que un porro?
La primera reacci¨®n es de sorpresa. Impresa en grandes vallas publicitarias en la parada del autob¨²s, o en lineales de cualquier supermercado de Espa?a, basta salir a la calle para encontrarse con una palabra que hasta hace poco apenas se dec¨ªa en voz alta: cannabis. Una planta de caracter¨ªsticas ¨²nicas que en el inconsciente colectivo est¨¢ asociada a las drogas recreativas y que en los ¨²ltimos a?os ha irrumpido con fuerza en el ¨¢mbito terap¨¦utico. Sin embargo, su llegada al imaginario cotidiano de la publicidad no ha venido de la mano de lo uno ni de lo otro, sino mediante un veh¨ªculo inesperado: la cosm¨¦tica de gran consumo, la crema hidratante o de manos que cualquier persona utiliza a diario.
¡°El problema es su uso publicitario. Anunciar productos con cannabis sin explicar de forma transparente qu¨¦ componentes utiliza puede llevar a la banalizaci¨®n"
Eulalia Alemany, directora t¨¦cnica de la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n
En los ¨²ltimos tiempos las novedades se han sucedido. La firma The Body Shop, basada en los ingredientes naturales, cuenta con toda una l¨ªnea de productos hidratantes, Hemp, que incluye cremas de manos, b¨¢lsamos labiales o manteca corporal cuyo ingrediente activo es el c¨¢?amo. De hecho, "hemp" en ingl¨¦s significa "c¨¢?amo". Por si hay alg¨²n despistado, en el envase aparece la inconfundible silueta de la hoja de c¨¢?amo sobre un fondo verdoso.
Tampoco la firma Origins, que distribuye Sephora, da demasiada importancia al ingrediente b¨¢sico de sus mascarillas faciales Hello, Calm. M¨¢s clara resulta la estrategia de Babaria, que imprime las palabras ¡°con aceite de cannabis¡± (destacando la ¨²ltima palabra) en sus cremas de manos, rostro y cuerpo, a la venta en grandes superficies por menos de 5 euros. ?Cuesti¨®n de valent¨ªa? ¡°Nosotros somos una marca que siempre est¨¢ buscando los beneficios que nos aporta la naturaleza, y creemos que el cannabis, m¨¢s all¨¢ de lo que com¨²nmente o¨ªmos de la planta, es un ¨ªcono de libertad, naturalidad y juventud¡±, explica Andr¨¦s L¨®pez Cant¨®, director t¨¦cnico de los laboratorios Berioska, que son los encargados de formular los productos de Babaria.
Lo primero, por supuesto, es saber qu¨¦ obtenemos de un cosm¨¦tico con aceite de cannabis que, como aclaran todos los implicados, poco tiene que ver con el uso recreativo que tradicionalmente se le asocia. Es decir, que usar un contorno de ojos no tiene nada que ver con liarse un porro. Y la respuesta es decepcionantemente simple: es bueno para la piel, pero no coloca. ¡°El cannabis es bien conocido por sus propiedades calmantes en medicina, y se utiliza ampliamente para paliar dolores¡±, explica L¨®pez. ¡°Aunque hay que aclarar que el Aceite de Cannabis que utiliza Babaria se obtiene de las semillas de la planta y, por lo tanto, no es psicoactivo ni intoxicante, pero es rico en Vitaminas A, C y E, y sobre todo en ¨¢cidos grasos esenciales, como omega 3 y 6, que le confieren propiedades hidratantes, de alto valor nutricional y bienestar para la piel¡±.
Sin duda, son propiedades interesantes, pero tambi¨¦n se encuentran en otros ingredientes que la industria utiliza desde hace a?os. As¨ª que preguntamos a Andr¨¦s L¨®pez si hay alguna diferencia intr¨ªnseca entre el aceite de semilla de c¨¢?amo y, por ejemplo, el de aloe o rosa mosqueta. ¡°Hoy en d¨ªa es muy dif¨ªcil encontrar un ingrediente que tenga la exclusividad de poseer una propiedad ¨²nica¡±, responde. ¡°Por suerte, en la naturaleza los activos que encontramos son sin¨¦rgicos entre s¨ª, y siempre conviene conjuntarlos para que sus propiedades sean mayores. En el caso del aceite de cannabis ocurre lo mismo: su composici¨®n es muy interesante y se puede enmarcar dentro de los aceites premium de la cosm¨¦tica, como por ejemplo, el aceite rosa mosqueta, el de almendras o el de oliva, entre otros¡±.
Por tanto, parece que la innovaci¨®n principal consiste no tanto en los valores espec¨ªficos del aceite de semilla de cannabis que emplea la industria cosm¨¦tica, sino en el modo de comunicarlo. ¡°La rosa mosqueta o el activos que se utilizan desde hace a?os y resultan m¨¢s tradicionales, pero el cannabis refleja la juventud, la sostenibilidad y, sobre todo, la libertad, que es algo que hoy en d¨ªa buscamos todos para liberarnos del d¨ªa a d¨ªa¡±, apunta L¨®pez. No olvidemos que estamos en pleno debate sobre la legalizaci¨®n de la marihuana. Ya hay pa¨ªses que han dado el paso, con distintos matices de acceso, como Canad¨¢, Uruguay o algunos lugares de Estados Unidos, como California. Este mismo mes de octubre Podemos ha abierto el debate de la legalizaci¨®n de la marihuana en Espa?a.
Eso s¨ª, la libertad, la juventud y la sostenibilidad no son cualidades dermatol¨®gicas. S¨ª son, por el contrario, nociones positivas asociadas al cannabis y a sus distintos usos. De ah¨ª que los colectivos que llevan a?os defendiendo la no prohibici¨®n de todos esos usos consideren como algo positivo esta irrupci¨®n del c¨¢?amo en el mercado de la cosm¨¦tica y su consecuente popularizaci¨®n. ¡°Los c¨ªrculos cann¨¢bicos son abiertos por naturaleza, lo cual no impide que reciban con sorpresa la revoluci¨®n que se est¨¢ produciendo en torno a su querida planta¡±, explica Fidel Moreno, periodista, escritor y director de la revista C¨¢?amo, el mayor ¨®rgano de debate sobre la cultura cann¨¢bica en Espa?a.
"?Te imaginas una crema que se promocione con el reclamo publicitario de que est¨¢ hecha con grifa? Las nuevas realidades exigen nuevos nombres, la respetabilidad actual de la sustancia se basa en gran medida en su novedad sem¨¢ntica¡±
Fidel Moreno, director de la revista 'C¨¢?amo'
¡°La marihuana ha pasado de ser una fuente clandestina de placer psicoactivo a un remedio popular para mil dolencias y, desde el punto de vista m¨¦dico, un medicamento efectivo para determinadas enfermedades esquivas a otros f¨¢rmacos¡±, a?ade. ¡°Esta metamorfosis producida en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha afectado incluso al nombre, adopt¨¢ndose el t¨¦rmino m¨¢s cient¨ªfico de cannabis, en detrimento de otros m¨¢s relacionados con la calle. ?Te imaginas una crema que se promocione con el reclamo publicitario de que est¨¢ hecha con grifa? Las nuevas realidades exigen nuevos nombres, la respetabilidad actual de la sustancia se basa en gran medida en su novedad sem¨¢ntica¡±.
Esta novedad sem¨¢ntica, que consiste en emplear la palabra cannabis o c¨¢?amo en lugar de marihuana, revela tambi¨¦n un cambio en la percepci¨®n general de este ingrediente. ¡°Los antiguos consumidores recibimos con alegr¨ªa la conquista cann¨¢bica del gran p¨²blico¡±, apunta Moreno. ¡°En gran parte esta aceptaci¨®n es fruto de una lucha de a?os por la normalizaci¨®n del consumo de esta sustancia. Solo as¨ª se explica que la marihuana haya pasado en el imaginario colectivo de ser un veneno pernicioso a un remedio milagroso¡±.
El avance, por tanto, parece pertenecer al mundo de la cosm¨¦tica, pero tambi¨¦n (y ante todo) al del m¨¢rketing de la cosm¨¦tica. Preguntamos a Fidel Moreno si esta popularizaci¨®n blanda del cannabis se percibe entre los c¨ªrculos cann¨¢bicos como una apertura mental generacional, o como una apropiaci¨®n por parte de la industria del consumo. ¡°La identidad cann¨¢bica siempre ha sido generosa¡±, responde. ¡°Si te fijas, sus rituales de consumo suelen estar basados en compartir. As¨ª que desde esta generosidad, el paso de la clandestinidad al mainstream, se ve con la alegr¨ªa con la que dos amigos se pasan el porro¡±. ?Teme que el cannabis se mercantilice? ¡°Otra cosa es que muchos perciban con cierto temor la posibilidad de que ese esp¨ªritu de generosidad se pierda en el c¨¢lculo ego¨ªsta propio del negocio capitalista. O que se se?ale la injusticia de que el gobierno de turno acabe dando las licencias de cultivo a sus amigos en lugar de recompensar a los que llevan a?os luchando por ello¡±.
Si para laboratorios como Berioska, tal y como recordaba su director t¨¦cnico, el cannabis tiene connotaciones positivas como su poder relajante o de evasi¨®n, las agencias antidrogas consideran que precisamente esas connotaciones son las que hay que manejar con cautela a la hora de comercializar productos con alg¨²n componente cann¨¢bico. As¨ª lo defiende Eulalia Alemany, directora t¨¦cnica de la Fundaci¨®n de Ayuda Contra la Drogadicci¨®n (FAD). ¡°El cannabis, como especie bot¨¢nica, tiene sus propiedades como cualquier medicamento, y a medida que avanza la medicina se van descubriendo beneficios y ventajas para aspectos concretos de la salud¡±, apunta.
¡°El cannabis puede tener beneficios activos al igual que sucede con la morfina, que es un derivado del opio. Pero nosotros, como fundaci¨®n, nos ocupamos del uso recreativo del cannabis, que es algo que afecta a la salud, al rendimiento y a la socializaci¨®n, especialmente entre los j¨®venes¡±, explica?Eulalia Alemany.
En ese caso, ?cu¨¢les ser¨ªan las precauciones que deber¨ªan observar las compa?¨ªas que comercien con productos cann¨¢bicos no psicoactivos? ¡°El problema es su uso publicitario. Anunciar productos con cannabis sin explicar de forma transparente qu¨¦ componentes utiliza puede llevar a la banalizaci¨®n. A hacer la regla de tres y pensar que todos los usos del cannabis son buenos para la salud, que es algo que dificulta bastante las labores de prevenci¨®n¡±, dice la directora t¨¦cnica de la FAD. ?Ser¨ªa cuesti¨®n entonces de cambiar la terminolog¨ªa? ¡°Imag¨ªnate que anunciaran t¨¦ de coca como t¨¦ de coca¨ªna. O que vendieran una crema facial con hero¨ªna. Ser¨ªa publicidad maliciosa¡±.
Aunque ninguna de las firmas cosm¨¦ticas que se comercializan de manera amplia en Espa?a productos con ingredientes cann¨¢bicos apela claramente a la marihuana, tambi¨¦n es cierto que estos productos light se ubican en el ojo del hurac¨¢n legal y burocr¨¢tico que ahora experimentan otros productos (aclaraci¨®n: ninguno de los mencionados anteriormente lo son) que van un paso m¨¢s all¨¢ e incorporan compuestos cann¨¢bicos que s¨ª tienen efectos de varios tipos sobre la salud. En Estados Unidos son muy populares firmas como Foria, que cuentan con l¨ªneas de productos tanto con CBD como con THC, otro componente activo del cannabis muy utilizado (y este s¨ª psicoactivo) a la hora de elaborar productos dirigidos al bienestar sexual. Los primeros en teor¨ªa se pueden vender en todo el mundo; los segundos, solo en farmacias o locales autorizados de California, Colorado y Canad¨¢.
¡°El cannabis puede tener beneficios activos al igual que sucede con la morfina. Pero nosotros nos ocupamos del uso recreativo del cannabis, que es algo que afecta a la salud, al rendimiento y a la socializaci¨®n, especialmente entre los j¨®venes¡±
Eulalia Alemany, directora t¨¦cnica de la Fundaci¨®n de Ayuda contra la Drogadicci¨®n
¡°El problema de Espa?a es que es un pa¨ªs pol¨ªticamente paralizado y a remolque de lo que hagan otros, lo cual, en estos temas genera una gran inseguridad jur¨ªdica¡±, explica Fidel Moreno. ¡°El CBD, al no ser psicoactivo, no est¨¢ sujeto a fiscalizaci¨®n como el THC, as¨ª que en principio no debe de haber problema con su uso comercial¡±, aclara. Sin embargo, el periodista menciona en su editorial para el n¨²mero de noviembre de 2018 de C¨¢?amo que en los ¨²ltimos tiempos la polic¨ªa ha precintado locales de Madrid y Valencia que vend¨ªan complementos alimentarios ricos en CBD en virtud de una decisi¨®n de la Agencia Espa?ola de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n, que ha considera este ingrediente como un nuevo alimento no autorizado.
¡°La Administraci¨®n quiere, pero no sabe muy bien c¨®mo, atajar la comercializaci¨®n de productos de este tipo¡±, denuncia Moreno desde las p¨¢ginas de la revista que dirige. Si bien es cierto que estos productos no tienen nada que ver con el empleo suave e inocuo que hacen del aceite de cannabis las firmas cosm¨¦ticas mencionadas anteriores, los productos cann¨¢bicos en Espa?a se encuentran a¨²n en una encrucijada. Sobre todo porque, m¨¢s all¨¢ de sus beneficios dermatol¨®gicos, la simple idea de estampar una hoja de marihuana en un bote de crema facial puede convertirse en la ilustraci¨®n perfecta de un debate pol¨ªtico, m¨¦dico, farmac¨¦utico, social y cultural.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.