Ocho dudas que te daba verg¨¹enza preguntar al m¨¦dico resueltas
Aunque la mayor¨ªa de estas molestias no es grave, algunas pueden ser s¨ªntomas de otras enfermedades
Exceso de sudor, los malos olores corporales, disfunci¨®n er¨¦ctil y otros problemas genitales o picores en determinados puntos del cuerpo son algunas de las cosas que nos suele dar verg¨¹enza preguntar a nuestros m¨¦dicos, pero que deber¨ªamos comentar con ellos.
Aunque en muchos casos el origen no es algo grave, hay otros en los que s¨ª puede complicarse. Con ayuda de expertos, resolvemos algunas de las dudas que m¨¢s pudor nos da plantear en la consulta, aunque ¡ªinsistimos¡ª una visita a tu m¨¦dico ayudar¨¢ a que identifiques mejor tu problema. La verg¨¹enza en estos casos no es buena consejera.
Con el paso de los a?os, a tiempo que se pierde cabello y salen canas, aparece pelo, o se hace m¨¢s abundante, en lugares del todo inusuales, como la espalda, las orejas o la nariz
Los especialistas en dermatolog¨ªa dividen la aparici¨®n de estos pelos en dos tipos de s¨ªndrome: el hirsutismo y la hipertricosis. "El primero se da en mujeres y es cuando el vello sale en zonas como la cara, el pecho, la espalda o el cuello", explica Agust¨ªn Buend¨ªa, miembro de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV) y profesor titular de la Universidad de Granada. Ocurre por "la alteraci¨®n en el equilibrio de las hormonas sexuales que provoca un aumento de las masculinas como consecuencia de tener quistes en los ovarios, hiperplasia suprarrenal (una alteraci¨®n en la gl¨¢ndula que se encarga de producir hormonas como el cortisol, la adosterona y la testosterona) o por varios tipos de tumores".
La hipertricosis, por su parte, es cuando el pelo sale en cualquier parte del cuerpo de forma desproporcionada, y puede afectar tanto a mujeres como a hombres. Aunque puede ocurrir sin ning¨²n motivo, tambi¨¦n "puede ser una respuesta a medicamentos antiepil¨¦pticos o inmunosupresores", dice el experto. Tambi¨¦n "est¨¢ relacionada con la malnutrici¨®n y enfermedades como la anorexia nerviosa o dolencias del h¨ªgado o de tiroides", aclara. Se suele tratar con hormonas, pero cuando no hay un origen "se aconseja la decoloraci¨®n del vello o la depilaci¨®n por m¨¦todo cl¨¢sico o fotodepilaci¨®n", dice el dermat¨®logo.
Si el vello aparece sobre lunares, pecas o manchas tambi¨¦n se recomienda acudir a un dermat¨®logo "para descartar indicios de patolog¨ªas m¨¢s serias como tumores", indica Carlos San Mart¨ªn, coordinador del Grupo de Trabajo de Sexolog¨ªa la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria (SEMERGEN).
Empapar la camisa, mancharla con las inc¨®modas piscinas o que suden las manos puede ser un verdadero mal trago cuando tenemos una reuni¨®n. La sudoraci¨®n excesiva o hiperhidrosis limita la vida social de quienes la padecen.
Este molesto s¨ªntoma suele aparecer en la adolescencia y en la edad adulta, y le puede pasar a varios miembros de una misma familia. "No se suele conocer la causa espec¨ªfica. El gran problema es que incapacita en la vida diaria, pero dif¨ªcilmente enmascara un problema m¨¢s importante", explica Buend¨ªa. Sin embargo, es importante coment¨¢rselo al m¨¦dico porque, aunque sean pocos, existen casos en los que se relaciona con determinados tipos de tumores, enfermedades como el hipertiroidismo, problemas cardiacos o diabetes.
Desde los desodorantes a base de aluminio, pasando por la electroterapia, hasta el B¨®tox (que da resultado en seis meses) y la extracci¨®n de los ganglios que afectan al sudor, los tratamientos reducen o controlan el nivel de sudoraci¨®n, pero no existe todav¨ªa el remedio que lo corte. S¨ª hay que intentar no obsesionarse. Jos¨¦ Francisco ?vila, coordinador del grupo de Nuevas Tecnolog¨ªas de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) pone como ejemplo la higiene: "Como quienes sufren hipersudoraci¨®n tienen la sensaci¨®n de oler mal aunque se duchen, lo hacen m¨¢s veces y puede ser resultar contraproducente porque lleva a la obsesi¨®n, a ponerse nervioso y, por tanto, va sudar m¨¢s".
"En realidad, los pies no huelen", indica el dermat¨®logo Agust¨ªn Buend¨ªa y explica que "lo que huele es lo que hay de a?adido en los pies". Es decir, "puede haber una descomposici¨®n bacteriana, que est¨¦ detr¨¢s de un olor repugnante, o infecci¨®n por hongos que emiten ese t¨ªpico olor a queso", se?ala este especialista. Ambas situaciones empeoran con el sudor, el calor y la oclusi¨®n propios del calzado estrecho y de los calcetines apretados. "Un pie seco casi nunca huele, pero la humedad facilita el crecimiento de hongos o la descomposici¨®n de bacterias", contin¨²a el dermat¨®logo.
Ante casos como el denominado pie de atleta, que engloba un conjunto amplio de infecciones tanto mic¨®ticas como bacterianas, el experto recomienda "un lavado con jab¨®n antis¨¦ptico para desinfectar y eliminar las bacterias, mantener el pie seco y hacer exploraciones para detectar alteraciones (como durezas o malformaciones) en zonas donde con frecuencia se asientan las levaduras llamadas c¨¢ndidas".
La halitosis es fruto de la acumulaci¨®n de bacterias que se produce por los restos de comida alrededor de las enc¨ªas y la lengua, y suele ser una de las se?ales que m¨¢s reparo produce a la hora de hablar con un m¨¦dico.
"Muchas veces los pacientes nos piden que les remitamos al digestivo porque les huele mucho el aliento y han o¨ªdo decir que el origen est¨¢ en el est¨®mago, pero en realidad el 90% de los casos se debe a problemas de la cavidad oral, no del aparato digestivo", recalca ?vila y explica que, adem¨¢s de las bacterias, "el mal olor puede estar relacionado con infecciones dentales como caries, flemones, abscesos o gingivitis". Sin embargo, contin¨²a, "la principal causa de mal aliento es el tabaquismo".
Aunque menos com¨²n, la halitosis tambi¨¦n "puede estar relacionada con un fallo renal o alteraciones hep¨¢ticas", indica San Mart¨ªn, y aclara que se trata de casos graves que "van acompa?ados de s¨ªntomas m¨¢s alarmantes que el mal aliento".
Aunque hablar de deposiciones no llega a ser un tab¨² en la consulta, indica ?vila, el aspecto inusual de las heces tambi¨¦n causa rubor a los pacientes: "El cambio de color suele ser una causa de preocupaci¨®n". Sobre todo cuando es a colores poco comunes, como verdoso o rojizo, los pacientes se "suelen asustar", reconoce este m¨¦dico de familia.
Detr¨¢s de estos cambios pueden estar los pigmentos de algunas comidas ¡ªcomo cuando comemos calamares en su tinta o remolacha¡ª, pero "tambi¨¦n pueden deberse a la ingesta excesiva de hierro o grasa, infecciones como la enteritis ¡ªinflamaci¨®n de los intestinos, especialmente el delgado¡ª causadas por bacterias o par¨¢sitos, o alteraciones motivadas por tumores".
La tipolog¨ªa de heces es tan variada como diversos son los motivos que est¨¢n detr¨¢s de su aspecto, explica ?vila: "Hay tratados anteriores al siglo XIX con cap¨ªtulos dedicados a la descripci¨®n de las decenas de tipos de deposiciones que hay. Su an¨¢lisis ha dado todo un campo de posibilidades de diagn¨®stico de enfermedades".
El picor no suele ser s¨ªntoma de una enfermedad grave. "Puede estar provocado por una parasitosis (lombrices), por un cuadro dermatol¨®gico marcado por la irritaci¨®n de la piel o por la alteraci¨®n de la mucosa, pero lo m¨¢s frecuente es que est¨¦ relacionado con hemorroides", apunta San Mart¨ªn.
Todo lo relacionado con los ¨®rganos de reproducci¨®n sexual causa rubor. "Muchas personas no preguntan por miedo a que se trate de una enfermedad de transmisi¨®n sexual o por admitir que han tenido relaciones fuera de la pareja", observa Buend¨ªa.
Pese a los temores, reconocer cuanto antes las lesiones en los genitales, como las ¨²lceras, es clave para diagnosticar y tratar las enfermedades transmitidas por la actividad sexual. "Un buen ejemplo es la s¨ªfilis. A un paciente que haya tenido contacto con una persona contagiada, le aparecer¨¢ una ¨²lcera (chancro sifil¨ªtico) a los 21 d¨ªas y, si lo consulta, los facultativos detectan la s¨ªfilis en un primer estadio curable. Si el paciente no lo consulta, puede pasar a una segunda fase mucho m¨¢s dif¨ªcil de diagnosticar y tratar", advierte este experto.
No solo est¨¢ en juego la salud propia, sino la de todas aquellas personas con las que hayamos podido compartir cama, los expertos recomiendan consultar cualquier s¨ªntoma fuera de lo com¨²n que notemos: verrugas, heridas, cambios en los fluidos, picores, etc¨¦tera, son motivo para acudir al m¨¦dico y evitar contagios, por mucha angustia que d¨¦ manifestarlo.
No solo la aparici¨®n de verrugas o heridas en nuestros genitales es motivo de verg¨¹enza a la hora de hablar con un m¨¦dico. Cuando no funcionan como se espera tambi¨¦n puede causar pudor.
Tanto en hombres como en mujeres, las molestias en la pr¨¢ctica sexual pueden estar relacionadas con muchas enfermedades, explica la ginec¨®loga y sex¨®loga Francisca Molero, presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa. En las mujeres, el origen puede estar en que tengan endometriosis, dismenorrea, la regla, la menopausia o en la toma de anticonceptivos, entre otros. En los hombres, una disfunci¨®n er¨¦ctil podr¨ªa ser, por ejemplo, un s¨ªntoma de hipertensi¨®n.
Molero explica que a la verg¨¹enza del paciente se suma la del personal sanitario, "que no est¨¢ formado para preguntar por la vida sexual".