Chino Dar¨ªn: su momento dulce, su tortura interna y el ejemplo de su abuela
Tras un par de a?os en boca y ojos de todos y con un notable bagaje profesional, el actor argentino ha puesto en marcha el reloj que mide el tiempo que vamos a tardar en llamar a Ricardo "el padre del Chino"
La c¨¢mara no siempre enga?a. Cara a cara, Ricardo Mario Dar¨ªn Bas resulta ser un hombre todav¨ªa m¨¢s guapo de lo que ya sospechar¨ªamos por la pantalla. Influyen esos ojos algo rasgados por los que pap¨¢ Ricardo Dar¨ªn le atribuy¨® el afortunado apodo que ha terminado erigi¨¦ndose en marca y emblema: Chino. Tiene la sonrisa f¨¢cil y capacidad de seducci¨®n: Chino sabe resultar cercano tanto como artista como a ras de suelo. Lo mismo en el off the record que con la grabadora en marcha. ¡°Mi encanto quiz¨¢ tenga que ver con que procuro ser atento. Y cuando lo logro, siento que soy emp¨¢tico¡±, enuncia.
A sus 29 a?os (naci¨® en Buenos Aires en 1989) atesora tantos puntos a favor que inspira v¨¦rtigo, cuando no algo parecido a la envidia. Responsable de una efervescente filmograf¨ªa propia que transita ya por su decimocuarto t¨ªtulo, hijo del actor m¨¢s imponente en la escena hispanoamericana, novio can¨®nico para la era Instagram de ?rsula Corber¨®, una de las int¨¦rpretes m¨¢s brillantes, c¨¦lebres y deseadas de su generaci¨®n. ?Alguien da m¨¢s?
Chino es un torbellino, aunque suene a rima barata de rap. Acostumbra a ejercer como su cr¨ªtico m¨¢s feroz, el ¨²nico que nunca le quita ojo a sus demonios m¨¢s profundos. Ah¨ª donde le ven, la nueva deidad argentina tras Messi y el papa Francisco se destapa algo m¨¢s humana que estos. ¡°?Miedos?¡±, repite tras escuchar la pregunta y sumergirse en un silencio de duraci¨®n ins¨®lita para alguien de su pa¨ªs. ¡°A veces los miedos confabulan para que marchen bien las cosas, pero yo siento miedo a la burbuja. A lo ef¨ªmero. Sin necesidad de ser un neur¨®tico, claro que me torturo internamente. Es la tortura de nuestra propia endeblez¡±.
?l no iba para actor. Le atra¨ªa la tradici¨®n m¨¦dica de una rama de la familia, podr¨ªa haber ejercido como monitor de esqu¨ª, se matricul¨® en un curso de direcci¨®n audiovisual¡ Pero pap¨¢ le consigui¨® un puesto, extenuante y mal pagado, para el meritoriaje de producci¨®n en El secreto de sus ojos, y unas cosas fueron llevando a las otras. Con todo, le horroriza que le consideren ya un artista ¡°consolidado¡±, por mucho que este a?o lo contemplen cuatro estrenos. ¡°Ese adjetivo me produce mucha verg¨¹enza¡±, objeta. ¡°Por ahora, solo puedo decir que he dejado de buscar un plan B en mi vida porque en estos momentos el cine me sirve como medio de subsistencia. Como refugio y tormento a la vez¡±.
Dar¨ªn junior adora a su progenitor de la misma forma que se derret¨ªa con su abuela paterna, Roxana, aut¨¦ntica matriarca de la dinast¨ªa. La mujer, de 87 a?os, dijo adi¨®s apenas cinco d¨ªas antes de esta entrevista y Chino decidi¨® honrar su memoria subiendo una imagen a Instagram en la que se la ve apurando un cigarrillo, digamos, aparentemente enriquecido. ¡°Ah, ?s¨ª?¡±, exclama con una mueca de guasa. ¡°En cualquier caso, ella fue una revolucionaria, una vanguardista. Repet¨ªa que nunca le dec¨ªa que no a nada, salvo al agua. Hac¨ªa topless en vacaciones y se dej¨® fotografiar en pelota picada en un velero. Encarnaba todo lo que una familia religiosa o tradicional ve¨ªa con malos ojos. Ella s¨ª que fue una aut¨¦ntica Bombita¡±.
"A veces, los miedos confabulan para que marchen bien las cosas, pero sin necesidad de ser un neur¨®tico, claro que me torturo internamente. Es la tortura de nuestra propia endeblez"
Alude Chino al memorable personaje que su padre interpreta en el cuarto episodio de Relatos salvajes, lo que nos obliga a preguntarnos sobre la dificultad de emprender una carrera en una disciplina donde tu predecesor ha acreditado un nivel superlativo. ¡°Solo puedo decir que he desarrollado mi trayectoria cinematogr¨¢fica de manera m¨¢s temprana que ¨¦l, pero eso no significa ser mejor actor¡±, concede. ¡°Hubiese vivido con la misma intensidad cualquier otra dedicaci¨®n, pero en ninguna como esta tendr¨ªa tanta conciencia de estar labr¨¢ndome mi propio camino¡±.
Por suerte, el hijo no ha tenido que afrontar ning¨²n papel semejante a los de su viejo, lo que pal¨ªa la tentaci¨®n de las comparaciones. Esta circunstancia pudo haber cambiado dos a?os atr¨¢s, cuando Chino recibi¨® en Argentina una oferta para protagonizar Sugar, comedia musical con la que su padre triunf¨® de joven. Y la rechaz¨®.
¡°Tampoco es que pap¨¢ fuera un virtuoso de los musicales, pero a la hora de bailar yo soy p¨¦simo¡±, se excusa. ?De veras? ¡°S¨ª. Y cantando, m¨¢s nefasto a¨²n. Todo proviene de mis prejuicios hacia mi propia voz¡±. Y llega la confesi¨®n: ¡°Mi voz es sincera en exceso, aporta demasiado de m¨ª. No puedo disfrazarla ni revestirla. Me escucho en las entrevistas y me siento expuesto, crudo. Desnudo¡±.
La voz fue precisamente su mayor quebradero de cabeza en Durante la tormenta, que protagoniza junto a Adriana Ugarte y donde le veremos (se estrena el 30 de noviembre) expres¨¢ndose por vez primera sin deje porte?o en la piel del inspector Leyva. ¡°Me toc¨® doblar algunas secuencias y me inspira pudor, porque no me reconozco¡±. Todo el pudor que no sinti¨® en El ¨¢ngel, que se acaba de estrenar y que en Argentina supera de lejos el mill¨®n de espectadores. Su papel de compinche del quer¨²bico Robledo Puch, el mayor asesino en serie de la historia en Argentina, est¨¢ llamado a colarse en la memoria colectiva por dos secuencias: en una aparici¨®n televisiva donde baila con pantalones de campana, y en un t¨®rrido encuentro con un rico coleccionista. ¡°?Que si hay alg¨²n doble? No, lo rod¨¦ todo yo¡±, advierte con cierta picard¨ªa.
?C¨®mo encaja Chino Dar¨ªn saberse tambi¨¦n deseado por una parte del p¨²blico masculino? ¡°?Me divierte! Y me causan gracia los comentarios¡±, avisa. ¡°Gran parte de la sexualidad, da igual si hetero u homosexual, tiene que ver con el juego. Y a m¨ª me gusta prestarme a ese juego de la seducci¨®n. En el amor vanaglorias la sinceridad, mostrarte tal cual eres, pero siempre conviene revestir todo eso con algo de chispa¡±. Dar¨ªn llegaba aprendido a El ¨¢ngel, porque su primer papel protag¨®nico, el de Muerte en Buenos Aires (2014), fue el de un polic¨ªa gay. ¡°Vivimos momentos de escozor. Hab¨ªa escenas con Demi¨¢n Bichir que se repet¨ªan y se repet¨ªan; las barbas raspan y, claro, luego hab¨ªa que andar retocando el maquillaje¡±.
"Me gusta prestarme al juego de la seducci¨®n. En el amor vanaglorias la sinceridad, mostrarte tal cual eres, pero siempre conviene revestir todo eso con algo de chispa"
Teniendo en cuenta la aceptaci¨®n clamorosa del filme y que su producci¨®n corresponde a El Deseo, no parece descabellado pensar en Chino como un venidero chico Almod¨®var. ?l aparenta casi sorpresa al respecto. ¡°Me cuesta aceptar esa teor¨ªa de proyectar al universo. A mi exnovia [Carla Rivero] le funcionaba. Ella acab¨® haciendo cine con mi padre [Tesis sobre un homicidio] tras anotar en una libreta de diez en diez veces: ¡®Voy a trabajar con Ricardo Dar¨ªn, voy a trabajar con Ricardo Dar¨ªn¡¡¯. En cambio, yo solo consigo los trabajos para los que he llegado a sentir que no servir¨ªa¡±.
Cuando Chino Dar¨ªn se embala, su voz parece argentinizarse m¨¢s. ¡°Mis mejores resultados los he obtenido utilizando el recurso inverso. Y ello es aplicable para la profesi¨®n y para la sexualidad¡±. ?Tambi¨¦n con ?rsula? ¡°Ciento por ciento. Ella estaba demasiado acostumbrada a que proyecten sobre su figura. Yo la pill¨¦ con la guardia baja¡±. Bien jugado, Chino, bien jugado.
Asistente de fotograf¨ªa: Juan Francisco G¨®mez. Asistente de estilismo: Paula Garlina. Maquillaje: Piti Pastor.
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