Cutu Mazuelos & Eva Prego, un dise?o de prueba y error
De ser los dise?adores madrile?os m¨¢s alocados a dise?ar por todo el mundo. Cutu Mazuelos (Madrid, 1973) y Eva Prego (La Rioja, 1974) formaron el estudio Stone Designs en 1995. Hoy no producen ninguna de aquellas descabelladas piezas, pero han firmado interiores para Lexus, Starbucks, Adidas, Telepizza, Movistar, BBVA o Coca-Cola. M¨¢s de la mitad de su trabajo est¨¢ en Rusia y en Jap¨®n. La suya ha sido una trayectoria vertiginosa de subidas y bajadas. Toda una lecci¨®n que explican en el Istituto Europeo di Design.
Cutu se llama igual que su padre y su abuelo, Jos¨¦ Luis, y comparte su mismo oficio. Su socia, Eva, tambi¨¦n es hija de arquitecto. Se conocieron en clase, se asociaron y tardaron tan poco en triunfar como en estrellarse.
¡°Dise?ar stands para ferias nos ense?¨® a trabajar r¨¢pido y a experimentar: es el oficio perfecto para alguien de 23 a?os. Gan¨¢bamos dinero y lo gast¨¢bamos en hacer dise?os propios. Enloquecimos¡±, asegura Mazuelos.
¡°Lleg¨® la crisis y el precio pes¨® m¨¢s que el dise?o. Las novedades ya no se mostraban en ferias¡±. Cuando vieron que esa fuente de ingresos se extingu¨ªa supieron que hab¨ªa llegado el momento de reinventarse. Y en plena era minimalista apostaron por los referentes org¨¢nicos. No solo en la forma, tambi¨¦n en los colores. ¡°Y en los tejidos: fuimos el primer cliente de Kvadrat ¡ªla empresa textil danesa de vanguardia¡ª en Espa?a. Aqu¨ª a la gente le costaba entender que una tela te doblara el precio de un sof¨¢. Nosotros ve¨ªamos que multiplicaba su vida¡±.
¡°Nuestros primeros muebles eran muy feos¡±, dice Eva. ¡°En Bolito, un asiento que era una pu?etera bola de un metro de di¨¢metro que no entraba ni por las puertas de las casas, nos gastamos un mill¨®n de pesetas (6.000 euros). Lo peor es que cuando yo vi esa porquer¨ªa llor¨¦ de la emoci¨®n¡±, ironiza Cutu. ¡°De esta mesita tan fea rellena de caramelos vendimos un mont¨®n al Bigotes, el de la G¨¹rtel¡±, a?aden ense?ando el cat¨¢logo.
La crisis convirti¨® una d¨¦cada de trabajo en un ejercicio de prueba-error. ¡°Yo no suelo mirar atr¨¢s¡±, dice Cutu. ¡°En mi familia perd¨ªamos las casas, nos echaban, volv¨ªamos a empezar. He vivido sin luz, sin agua¡ Esa vida me ense?¨® a reinventarme. Eso s¨ª, mi padre era un desastre, pero no un chorizo¡±, matiza. Y sabe de qu¨¦ habla. Era su padre quien hac¨ªa los stands del PP. ¡°Hasta que se meti¨® por medio Paco Correa, que era cliente. Cuando ibas a verle a su chal¨¦ ten¨ªas que llamarle desde una cabina para que te abriera porque estaba embargado. A los tres meses de conocernos le dijo a mi padre: ¡®Jos¨¦ Luis, ?en el PP t¨² a qui¨¦n untas para que te hagan todos estos encargos?¡¯. Muy poco despu¨¦s era mi padre el que trabajaba para ¨¦l¡±.
Cutu y Eva llevan la autocr¨ªtica en el ADN. ¡°Gan¨¢bamos mucho con el interiorismo, pero nos arruin¨¢bamos con el mobiliario¡±. Esa esquizofrenia termin¨® por llevar a Cutu al psiquiatra. ¡°Ten¨ªamos tal vocaci¨®n que pens¨¢bamos que nos comprar¨ªan el cat¨¢logo entero. Pero llegamos a Mil¨¢n y nos dimos cuenta de lo malos que ¨¦ramos¡±. Tambi¨¦n vieron que lo que cre¨ªan innovador, en Italia llevaban haci¨¦ndolo toda la vida. Y bien.
Fue entonces cuando hicieron el House Line, un espacio habitable construido con un tubo continuo de acero naranja de 60 metros de largo, una reacci¨®n ante su propio exceso. Issey Miyake supo de ¨¦l 10 a?os despu¨¦s, en 2014, y le fascin¨®. Hoy las tiendas del modista en Tokio, Taiw¨¢n y Par¨ªs est¨¢n amuebladas con esa l¨ªnea.
Los colores les abrieron las puertas de Jap¨®n. ¡°Cogimos un agente y fuimos a puerta fr¨ªa¡±. Presentaron su cat¨¢logo en Muji y esa noche los llamaron. Hoy han firmado zapater¨ªas, estaciones de esqu¨ª y m¨¢s de 50 proyectos en ese pa¨ªs. Son los dise?adores espa?oles que m¨¢s trabajan para Muji.
Algo parecido sucedi¨® en Rusia, donde han hecho una cadena de panader¨ªas. El Instituto de Comercio Exterior les ayud¨®. ¡°Te abren la puerta peque?a y luego t¨² tienes que buscar la grande¡±. Les organizaron una conferencia y luego tuvieron que buscarse la vida. No es f¨¢cil. ¡°En Rusia no construyen el 90% de lo que encargan¡±. Hoy, instalados en la sierra madrile?a y pasando un tercio de su vida en Jap¨®n, les dicen a sus alumnos que tienen que intentarlo todo. ¡°Pero no se puede correr¡±, apunta Eva. ¡°Dise?ar requiere esfuerzo, prueba y error. Y dise?ar bien, madurez¡±.??
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.