Eric Clapton: el dios que atraves¨® y sali¨® del infierno de las drogas
El escritor Philip Norman publica una biograf¨ªa del m¨²sico donde refleja las contrariedades, vilezas, rasgos de bondad y brillantez del guitarrista m¨¢s dotado de su generaci¨®n
¡°?No quiero a los jodidos negratas viviendo a mi lado con sus costumbres. Esto es Gran Breta?a, un pa¨ªs blanco! ?Qu¨¦ nos est¨¢ pasando, por Dios?¡± Es dif¨ªcil imaginar al guitarrista m¨¢s prodigioso y elegante que produjo la irrepetible d¨¦cada musical de los 60 en Reino Unido soltando esas barbaridades por su boca, empapado en alcohol y drogas. Pero tambi¨¦n ese episodio forma parte de la historia de Eric Clapton, Slowhand (Mano lenta). Ocurri¨® en 1976, en Birmingham, durante un concierto. Ese exabrupto, y la terrible muerte de su hijo, a los cuatro a?os, al caer desde un apartamento en Nueva York, fueron los dos momentos de epifan¨ªa de Clapton. Probablemente le hicieron mejor persona. Dif¨ªcilmente mejor m¨²sico, porque para entonces ya hab¨ªa alcanzado la categor¨ªa de Dios. ¡°Clapton es Dios¡±, la pintada an¨®nima que apareci¨® en 1967 por las paredes de Londres, era por entonces una obviedad. El muchacho atormentado del peque?o pueblo de Ripley, en el condado ingl¨¦s de Surrey, ya hab¨ªa abandonado por entonces su primera banda de ¨¦xito, The Yardbirds, y acababa de fundar otro grupo musical legendario, Cream.
El escritor Philip Norman, uno de los mayores expertos en la m¨²sica brit¨¢nica de esa d¨¦cada y autor de las biograf¨ªas de John Lennon, Paul McCartney o Mick Jagger, acaba de publicar Slowhand: The life and music of Eric Clapton (Manolenta: la vida y la m¨²sica de Eric Clapton) (Ed. Weidenfeld and Nicholson), y seg¨²n la mayor¨ªa de cr¨ªticos ha conseguido reflejar con sutileza las contrariedades, vilezas, rasgos de bondad y sobre todo la brillantez del guitarrista m¨¢s dotado de su generaci¨®n. El ¨²nico capaz de codearse, como autor y m¨²sico de estudio, con gigantes como The Beatles o The Rolling Stones.
Cl¨¢sicos como Sunshine Of Your Love, con esos primeros acordes que ning¨²n adolescente con guitarra ha dejado de intentar, o Layla, la canci¨®n de amor que dedic¨® a la mujer de George Harrison, Patty Boyd, han ido consolid¨¢ndose como obras maestras que han subido a Clapton a los altares. Y son la se?al de todo lo que pudo haber llegado despu¨¦s si el guitarrista no hubiera ca¨ªdo en el pozo del alcohol y las drogas. Ambas fueron compuestas antes de 1971, en los a?os previos a que Clapton y su entonces novia, Alice Ormsby-Gore, se aislaran en un piso de Surrey durante tres a?os de infierno en los que esnifaban la hero¨ªna con billetes enrollados de 50 libras que arrojaban luego a la basura. Solo amigos como Pete Townshend, el l¨ªder de The Who, acud¨ªan a visitarles para prestarles alg¨²n cuidado, y muchas veces eran recibidos con cajas destempladas.
Norman ha logrado retratar con detalle y equilibrio al hombre introvertido e inseguro, que creci¨® con una abuela que le hizo creer que era su madre ¡ªsu madre biol¨®gica le dej¨® a su cuidado y se fue a vivir a Canad¨¢¡ª y cuyas tres ¨²nicas obsesiones eran tocar la guitarra como nadie lo hab¨ªa hecho antes, acostarse con el mayor n¨²mero posible de mujeres y vestir las ropas m¨¢s caras y glamurosas que le permitiera su bolsillo.
Pattie Boyd, quien ha hablado con el autor, surge en la biograf¨ªa como uno de los personajes m¨¢s dignos de toda una historia de personajes atormentados y excesivos. En ella se inspiraron el exBeatle Harrison y Clapton para componer Something y Layla, dos de las m¨¢s bellas canciones de amor escritas. A los dos los sufri¨® y aguant¨®. Harrison, a pesar de su espiritualidad y veganismo, viv¨ªa igual de obsesionado por el sexo opuesto. Encaprichado con la hermana de Pattie, Paula, dej¨® que su entonces mujer se acercara a Clapton solo como una v¨ªa para deshacerse de ella. Y as¨ª fue como el guitarrista pudo por fin juntarse con su amor plat¨®nico. ¡°La canci¨®n Layla me conquist¨®, al ver que hab¨ªan sacado de m¨ª tanta pasi¨®n y creatividad¡±, confiesa Boyd en el libro. Tambi¨¦n Clapton, despu¨¦s de casarse con ella, la abandon¨® de malas maneras por la modelo Jenny McLean. Nunca abandon¨® del todo su primera y ¨²nica pasi¨®n, el blues, y tuvo luego una larga redenci¨®n acompa?ada de premios y reconocimientos. La tragedia de su hijo, reflejada en la balada Tears in Heaven, humaniz¨® finalmente del modo m¨¢s desgraciado posible al dios Clapton.
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