17 discos de los noventa que te parecieron alucinantes en su momento y hoy renegar¨ªas de ellos
Tres cr¨ªticos musicales hacen un ejercicio peligroso: revisar m¨²sica que consideraron sublime en su ¨¦poca. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, el experimento resulta doloroso
?Por qu¨¦ la d¨¦cada de los noventa? Porque fue la ¨²ltima en la que se vendieron grandes cantidades de discos en formato f¨ªsico (en este caso compactos); porque fue el boom de los festivales en Espa?a y todas las estrellas pasaron por aqu¨ª; porque nos cre¨ªmos que entend¨ªamos de m¨²sica, casi tanto como franceses o ingleses, y porque fue la ¨¦poca del eclecticismo (punk, electr¨®nica, hip hop, funky rock...). Por eso hemos elegido esta d¨¦cada. Tres cr¨ªticos de m¨²sica que la vivieron tanto profesionalmente como pasionalmente revisas su amplia discograf¨ªa y seleccionan un pu?ado de ¨¢lbumes que escuchados en aquel contexto les parecieron sobresalientes. Hoy, sin embargo, se tiene retractar. Se llama lo que nos queda despu¨¦s de un naufragio llamado paso del tiempo. ?
- U2, 'Zooropa' (1993)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Una secuela m¨¢s loca y arriesgada del genial Achtung baby (1991) Parec¨ªa que U2 ya no iban a poder parar jam¨¢s de inventar y que gracias a ellos todos ¨ªbamos a ser supermodernos sin apenas esfuerzo
Lo que es en realidad. Para el no fan se mantiene como uno de los dos ¨²nicos discos de U2 que puede escuchar, pero, la verdad, no va a volver a ponerlo nunca m¨¢s. Para los fans, la llegada en 2000 de All that you can¡¯t leave behind fue todo un alivio: pudieron dejar de fingir que les importaban, aparte de U2, otras m¨²sicas contempor¨¢neas. Xavi Sancho
- Nirvana, 'MTV Unplugged' (1994)
Lo que nos pareci¨® en su momento. MTV Unplugged no fue un disco, fue un fen¨®meno social. Era curioso observar lo que pasaba en los grandes almacenes de Espa?a aquel a?o: el mismo que compraba un disco de Camela se llevaba este de Nirvana. Ocurri¨® en Navidad y todav¨ªa se vend¨ªan cds. Era un compacto que hab¨ªa que tener, y ?encima ten¨ªa una versi¨®n de Bowie! (aunque el ocasional comprador navide?o no hubiera escuchado la original The man who sold the world en su vida).
Lo que es en realidad. Arrancado de su tiempo (recuerden otra cosa: todo el mundo grababa unpluggeds) este desenchufado de Nirvana es como ver hoy un v¨ªdeo de YouTube de un concierto grabado desde el p¨²blico con un m¨®vil. Le falta robustez. La fiereza el¨¦ctrica y angustiada de Kurt Cobain es tan esencial en su m¨²sica que no aguanta una versi¨®n relajada. Cobain se suicid¨® antes de que este disco se publicara: al menos evit¨® ver convertida una de sus obras en lo que ¨¦l m¨¢s odiaba, un chicle al que el sabor se le va enseguida y acaba r¨¢pidamente clavado en el asfalto. Carlos Marcos
- Santana, ¡®Supernatural¡¯ (1999)
Lo que nos pareci¨®. Un maestro de la guitarra el¨¦ctrica con estrellas invitadas (de Eric Clapton a Lauryn Hill pasando por Man¨¢). ?Qu¨¦ pod¨ªa salir mal?
Lo que es en realidad. Carlos Santana presume de haber salido a tocar puesto de mescalina en Woodstock, en 1969; y parece que los efectos segu¨ªan manifest¨¢ndose 30 a?os despu¨¦s. Al t¨¦rmino de una escucha ¨ªntegra uno sigue oyendo el chirriante sonido de su guitarra durante varios d¨ªas. La idea del disco es maquiav¨¦lica: poner a competir una guitarra con una colecci¨®n de voces, o por lo menos as¨ª lo interpret¨® Santana, que desenfunda su hacha cuando menos te lo esperas y te taladra el cerebro con insidiosos agudos impropios del cambio de siglo, en una deriva de temas y estilos que no van a ninguna parte. El prometedor duelo con Clapton (The calling) resulta ser una pesadilla de casi ocho minutos de un solo acorde a ritmo de chill out. Ir¨®nicamente, aqu¨ª est¨¢ uno de los mejores temas de la discograf¨ªa de Man¨¢. Todo muy raro. Miguel ?ngel Bargue?o
- Air, 'Moon safari' (1998)
Lo que nos pareci¨® en su momento. El colmo de la sofisticaci¨®n francesa, el disco que iba a cambiar el destino de la m¨²sica electr¨®nica, tanto la que se pod¨ªa bailar como la que no. Intelectual y a la vez desenfadado, moderno y cl¨¢sico.Lo que es en realidad. Una trampa. Ya en su tiempo era m¨¢s reciclaje que otra cosa, pero pasados unos a?os suena incluso m¨¢s antiguo que las referencias en base a las que se construy¨®. Si a la gastronom¨ªa francesa le quitas la mantequilla, te queda algo parecido a esta insulsez. X.S.
- Limp Bizkit, 'Significant other' (1999)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Aunque la mezcla de rock y rap no era nueva cuando Fred Durst asom¨® su gorra, algunos vimos en su banda un soplo de aire fresco tras la pesadez del metal de los ochenta y la indolencia del grunge, y un eficaz ant¨ªdoto contra Backstreet Boys y Britney Spears.
Lo que es en realidad. El tiempo ha hecho justicia con este disco, que se considera hoy un placer culpable: uno no puede decir que le gusta sin sonrojarse. Es producto de una banda que tiene poco que decir, con letras est¨²pidas y sonido repetitivo. Sin la fuerza de rockeros coet¨¢neos como Rage Against the Machine ni la rima flam¨ªgera de las estrellas del rap, se queda en tierra de nadie: solo convence como rumor de fondo en la MTV. El tema que pet¨®, Nookie, hablaba de lo mal que se sent¨ªa el cantante/rapero despu¨¦s de que su chica le robase la paga y se liara con los amigos de ¨¦l (todo muy profundo). Aquello de mucho ruido y pocas nueces les ven¨ªa al pelo. M.?.B.
- Bruce Springsteen, 'The ghost of Tom Joad' (1995)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Springsteen hac¨ªa un Nebraska (1982) menos introspectivo y m¨¢s pol¨ªtico, que viendo lo desigual que le hab¨ªa salido el proyecto Human touch/Lucky town (1992) parec¨ªa un plan sin fisuras. Adem¨¢s, llegaba con referencias a John Steinbeck, que eso siempre viste.
Lo que es en realidad. Nos gust¨® m¨¢s la idea que el resultado. Revisado hoy, el disco suena plano, sin sustancia y bastante cansino. Ni Springsteen puede permitirse vivir solo de intenciones. X.S.
- The Offspring, 'Smash' (1994)
Lo que nos pareci¨® en su momento. El regreso al punk del 77, que los adolescentes de los noventa lo ten¨ªan mitificado, pero no lo hab¨ªan vivido. Chicos cabreados vomitando proclamas a mucha velocidad.
Lo que es en realidad. Un disco de punk rampl¨®n que si lo escuchabas con 15 a?os igual te provocaba cierta agitaci¨®n. Hoy, esa voz m¨¢s de una banda heavy de tercera que de una punk solo crea irritaci¨®n. Haz una prueba: escucha el primer disco de los Ramones (?de 1976!) y luego este Smash. ?Te das cuenta de lo que hablo? C.M.
- Jane¡¯s Addiction, 'Ritual de lo habitual' (1990)
Lo que nos pareci¨® en su momento. El gran salto hacia el ¨¦xito de una banda original, imprevisible y casi siempre genial. Nothing¡¯s shocking (1988) era una maravilla y esto era como echarle un par de hielos a ese disco para que entrara mejor y colocara un poco menos.
Lo que es en realidad. Un dislate de referencias cruzadas, bromas mal perge?adas y alguna que otra buena canci¨®n. O sea: Red Hot Chilli Peppers en un mal viaje. Ritual de lo habitual contiene seis discos en uno, y eso, en principio no est¨¢ mal; el problema es que de esos seis discos, cinco no son demasiado buenos. X.S.
- Green Day, 'Dookie' (1994)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Un discazo de punk pop que pod¨ªa unir a indies, skaters y estudiantes de ciencias y letras, con melod¨ªas adhesivas, letras ingeniosas y muchas ganas de ser joven para siempre. Hasta la portada inspiraba buen rollo.
Lo que es en realidad. Con el tiempo se ha quedado a medio camino entre el punk mel¨®dico que practicaban antes de hacerse famosos con este Dookie (hay aqu¨ª versiones regrabadas de algunos de los temas que tocaban en casas okupas y bares ilegales) y esa banda de rock ambicioso, casi conceptual en que luego se convirtieron. Escuchas hoy Basket case en uno de sus conciertos y parece una versi¨®n del grupo que ha montado alguno de sus hijos. X.S.
- The Red Hot Chili Peppers, 'One hot minute' (1995)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Con John Frusciante fuera del grupo por problemas con las drogas duras, el sustituto ser¨ªa Dave Navarro, de Jane's Addiction. Y se nos vendi¨® como la uni¨®n perfecta para el grupo que mejor interpret¨® la formula rock duro + funk.
Lo que es en realidad. Uno de los problemas de este One hot minute es el anterior, Blood sugar sex magik (1991). Muy pocos grupos son capaces de estar a la altura despu¨¦s de facturar una obra maestra. One hot minute suena hoy como unos m¨²sicos desbordados por las expectativas. No, definitivamente, el paso del tiempo ha enterrado este ¨¢lbum,. Y est¨¢ bien ah¨ª. C.M.
- Pink Floyd, 'The division bell' (1994)
Lo que nos pareci¨® en su momento. ?Un nuevo disco de Pink Floyd!
Lo que es en realidad. Privar a la banda brit¨¢nica de Roger Waters, bajista y principal compositor ¡ªabandon¨® el grupo en 1985¡ª fue como quitarle al Real Madrid a Cristiano. En The division bell, el segundo disco sin Waters, David Gilmour asumi¨® el liderazgo: firm¨® casi todas las canciones del ¨¢lbum, con la colaboraci¨®n de su esposa, la novelista Polly Samson, en las letras de seis de ellas. Ser¨ªa un crimen decir que es un mal disco¡ ¡ªHigh hopes, el tema que lo cierra, es fant¨¢stico¡ª, pero est¨¢ m¨¢s cerca de ser un trabajo en solitario de Gilmour que de lo que uno pod¨ªa esperar de la imaginativa chistera de Pink Floyd. M.?.B.
- Fugees, 'The score' (1996)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Por fin ese disco de hip hop que le pod¨ªas poner a tus amigos que no eran fans de hip hop y convencerles de las bondades de este g¨¦nero. Si entran por Fugees, en nada habr¨¢n llegado a De La Soul o A Tribe Called Quest, pensabas. La tentaci¨®n de hacerte el listillo era demasiado grande como para dejarla pasar.
Lo que es en realidad. Pues un disco que no es de hip hop, sino una maldad, un artefacto que invent¨® cosas como Black Eyed Peas. Sigue sin ser intr¨ªnsecamente un mal ¨¢lbum, pero es culpable de tantos pecados, que es imposible perdonarle todo lo que nos trajo. X.S.?
- Soundgarden, 'Superunknown' (1994)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Por fin Soundgarden recib¨ªan la atenci¨®n que merec¨ªan. Lo que se trat¨® de lograr con Badmotorfinger (1991) (o sea, situarlos a la altura de Pearl Jam, Nirvana o incluso Alice in Chains), se logr¨® en este largo. Vendieron millones de ejemplares y se hizo justicia.
Lo que es en realidad. B¨¢sicamente, lo que en realidad se logr¨® con este disco fue asesinar al grunge. En ¨¦l se encuentra todo lo que en teor¨ªa iba a destruir este estilo en su irrupci¨®n: pomposidad, afectaci¨®n roquera, testosterona, imposturas oper¨ªsticas, melenas al viento, mecheros en los conciertos... Saturno devorando a sus hijos, versi¨®n Seattle. X.S.
- Navajita Plate¨¢, 'Desde mi azotea' (1999)
Lo que nos pareci¨® en su momento. M¨¢s o menos lo que nos parece hoy la m¨²sica de Rosal¨ªa. Gente con el saludable prop¨®sito de actualizar el flamenco, en este caso adapt¨¢ndolo a los c¨®digos de los ¨²ltimos a?os del siglo XX.
Lo que es en realidad. El movimiento de los Nuevos Flamencos, capitaneado por m¨²sicos de ilustre linaje que flipaban tanto con el quej¨ªo de sus ra¨ªces como con el rock y la m¨²sica latina, dio discos impresionantes, como aquel directo de Ketama que consigui¨® que Antonio Vega y Antonio Flores cuadrasen sus agendas. Los jerezanos Navajita Plate¨¢ hab¨ªan destacado en su anterior trabajo con la balada Fr¨ªo sin ti, y aqu¨ª hicieron tres cuartos de lo mismo: confeccionar un ¨¢lbum alrededor de una buena canci¨®n (Noches de bohemia, otra balada). Es lo que tiene estirar la f¨®rmula: que una buena idea puede terminar generando hartazgo. M.?.B.
- Ace of Base, 'The sign' (1993)
Lo que nos pareci¨® en su momento. Un buen disco de pop para bailar sin sudar, a cargo de los ABBA de los noventa.
Lo que es en realidad. He aqu¨ª un producto t¨ªpico de los primeros a?os de los noventa, en los que se intent¨® estirar el colorido de los ochenta. Pero los ¨²nicos puntos en com¨²n de Ace of Base con ABBA eran su pasaporte (sueco) y el formato de cuarteto mixto con los dos chicos en labores de composici¨®n. Frente a los luminosos himnos imperecederos de ABBA, las mejores canciones de Ace of Base (All that she wants, The sign) eran reggae-pop de hilo musical, con la longevidad de un trayecto en ascensor y la ¨²nica cualidad de no provocar dolor de cabeza, de tan inocuos. Lo cual, si lo comparamos con los discos anteriores grabados por uno de sus componentes, Ulf Ekberg, con un grupo musical neonazi, era una virtud. M.?.B.
- The Rolling Stones, 'Bridges to Babylon' (1997)
Lo que nos pareci¨® en su momento. El regreso de los mejores Stones. Keith Richards y Mick Jagger han hecho las paces, componen juntos (?ja!), est¨¢n inspirados (?jua!).
Lo que es en realidad. Una excusa para salir de gira y llenar estadios. Los Stones tienen su orgullo: aunque podr¨ªan ponerse en ruta sin publicar canciones (lo han hecho muchas veces) y llenar igual, les gustan sentirse vivos y grabar nueva m¨²sica. Pero este Bridges to Babylon no est¨¢ entre lo mejor de su discograf¨ªa: rocanroles olvidables, alg¨²n tema para las radios (Anybody seen my baby?), el t¨ªpico reggae cantado por Keith, alguna balada... Solo tres canciones de este disco incluyeron en una gira que se llam¨® como el ¨¢lbum (un poco raro, ?no?). Pero no seamos tan duros con Bridges to Babylon: quiz¨¢ el ¨²ltimo gran ¨¢lbum de los Stones sea Tattou you, que se edit¨® en 1981. Estamos hablando de hace ?37 a?os! C.M.
- OBK, ¡®Ll¨¢malo sue?o¡¯ (1995)
Lo que nos pareci¨® en su momento. El original debut de un grupo para adolescentes (un d¨²o) que no descend¨ªa del linaje de Mam¨¢/Hombres G/Modestia Aparte, como todos, sino de Depeche Mode. Lleg¨® a impulsar un aluvi¨®n de clones, con Viceversa y Ray a la cabeza.
Lo que es en realidad. Los discos con un sonido muy de su tiempo tienen un h¨¢ndicap: que con el paso de los a?os pueden quedar obsoletos (ocurre con varios de Mecano). Pero es que este disco de mediados de los noventa suena a mediados de los ochenta. La facilidad para crear melod¨ªas de Jordi S¨¢nchez y Miguel Arjona queda oculta bajo una producci¨®n que no es que sea modesta, es que parece una maqueta de aprendices. Aun as¨ª, el d¨²o evolucion¨® favorablemente dentro de la gravedad, y unos a?os m¨¢s tarde se pusieron en manos de Carlos Jean para elaborar discos con m¨¢s car¨¢cter, mediante el uso, por ejemplo, de potentes guitarras. Algunos de sus v¨ªdeos posteriores fueron los primeros trabajos remunerados del hoy famoso director de cine Juan Antonio Bayona.?M.?.B.
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