¡°La carga mental es peor si eres madre porque no puedes ¡®darte por vencida¡¯ si est¨¢s harta¡±
Emma Clit, ilustradora y autora de 'La carga mental', plantea que esta aumenta cuando se es madre y, adem¨¢s, aparece el sentimiento de culpabilidad
Ilustraciones inteligentes que combinan humor y cotidianidad con las que se identifican mujeres de todo el mundo. Ese es el secreto del ¨¦xito de La carga mental, ahora publicado en Espa?a por la editorial Lumen, un libro a trav¨¦s del cual la autora francesa Emma Clit nos habla de verdades inc¨®modas con una honestidad que duele. Este no es ¡°solo¡± un c¨®mic feminista, sino que ha encontrado un lugar propio en las librer¨ªas gracias a una cr¨ªtica en toda regla a la sociedad actual, una capitalista en la que se prima el trabajo y que deja poco tiempo a los cuidados familiares. Y son precisamente los cuidados, la maternidad, la conciliaci¨®n y los hijos, las preocupaciones que inevitablemente surgen a lo largo de todo el libro. Dice Emma Clit que ¡°hoy vivimos separados en nuestros respectivos hogares, y nos enfrentamos al desaf¨ªo de la maternidad en soledad¡±, un desaf¨ªo que se multiplica con los trabajos externos, el escaso apoyo f¨ªsico y psicol¨®gico a las madres recientes, y la carga mental.
PREGUNTA. Ya al principio del libro muestras verdades inc¨®modas como lo innecesario de las episiotom¨ªas o la falta de empat¨ªa y respeto que se dan en muchas ocasiones durante la atenci¨®n al parto. ?Hemos normalizado tanto este tipo conductas que no reaccionamos ante ellas?
RESPUESTA. S¨ª, dado que la medicina ha tomado el control sobre la reproducci¨®n de las mujeres, nuestro cuerpo se ve de manera utilitaria: se utiliza para producir beb¨¦s y se pasa por alto la salud f¨ªsica y psicol¨®gica de la madre. Se ve a la mujer como una m¨¢quina. Hemos integrado esta forma de pensar, decimos que lo m¨¢s importante es tener un beb¨¦ con buena salud, ponemos nuestros sentimientos en un segundo plano y, si no estamos felices despu¨¦s de dar a luz, nos sentimos culpables. Y en realidad hay buenas razones para no sentirse bien.
P. La maternidad est¨¢ muy presente en el libro de principio a fin. ?Lo tenemos tan dif¨ªcil hoy en comparaci¨®n con las madres de hace d¨¦cadas o vamos a mejor?
R. Creo que siempre ha sido dif¨ªcil. Basta con echar un vistazo a nuestra historia religiosa para ver la maternidad como un sufrimiento inevitable. Pero en los siglos anteriores, las mujeres se apoyaban m¨¢s, era sexista, pero hab¨ªa redes de mujeres en la familia que se organizaban para apoyar a la joven madre. Hoy vivimos separados en nuestros respectivos hogares, y nos enfrentamos al desaf¨ªo de la maternidad en soledad. A?ade a esto que ahora tenemos trabajos externos, que multiplican las dificultades.
P. Con el concepto de ¡°carga mental¡± la soci¨®loga Monique Haicault hac¨ªa referencia en los ¡®80 a ese ¡°estar pendientes de todo¡± que parece solo afectarnos a las mujeres. T¨² lo retomas en un momento clave. ?Por qu¨¦ crees que se produce esa carga mental?
R. La carga mental siempre ha existido porque es necesario que alguien sea responsable de planificar las tareas dom¨¦sticas y la vida familiar. Lo que no es normal es que esa carga mental est¨¦ desigualmente distribuida, y eso proviene de nuestra educaci¨®n y nuestra sociedad, porque ponemos a las ni?as en este papel desde muy temprano y no a los ni?os peque?os.
P. ?La carga mental nos afecta m¨¢s a las que somos madres o ataca a todas las mujeres por igual?
R. Es peor cuando eres madre porque tienes m¨¢s cosas que gestionar, pero tambi¨¦n porque no podemos "darnos por vencidas" si estamos hartas. Tenemos el h¨¢ndicap de que si abandonamos son los ni?os los que sufrir¨¢n, ?no solo el c¨®nyuge!
P. No s¨¦ si eso tiene soluci¨®n.
R. Para m¨ª, la soluci¨®n est¨¢ en manos de los hombres, que deben ocupar su lugar en el hogar. Para eso antes hay que hacer un ejercicio de reflexi¨®n m¨¢s amplio sobre el tiempo que pasamos en el trabajo y sobre nuestra sociedad consumista e individualista que nos impulsa a tener ritmos de vida que nos impiden cuidar a nuestros seres queridos.
P. Mencionas en el libro que, en general, ocurre que los hombres tienen m¨¢s conciencia profesional que familiar. En los ¨²ltimos a?os, es cierto que cada vez se visibilizan m¨¢s paternidades conscientes que ponen en valor los cuidados. ?Est¨¢n empezando a cambiar las cosas?
R. En algunas familias podemos ver una evoluci¨®n, pero las estad¨ªsticas muestran que los hombres no dedican m¨¢s tiempo a las tareas dom¨¦sticas que en los a?os ¡®80. Ahora incluso tiende a disminuir ese tiempo con la llegada de los ni?os: los hombres trabajan m¨¢s fuera de casa y las mujeres, menos. Por eso pienso que no solo debemos reflexionar desde el feminismo, sino tambi¨¦n en general desde el trabajo y el capitalismo.
P. En el camino hacia el fin de la desigualdad de g¨¦nero entre hombres y mujeres parece que hemos reforzado una desigualdad de clase. Derivamos las tareas y los cuidados en terceros, generalmente mujeres con una situaci¨®n econ¨®mica m¨¢s precaria. ?Seguimos sin ver lo importantes que son los cuidados para una sociedad?
R. S¨ª, nuestra sociedad occidental es capitalista y, por lo tanto, piramidal, por lo que siempre hay personas en la base de la pir¨¢mide para realizar las tareas devaluadas y mal pagadas. Una vez que las mujeres blancas han accedido al mercado laboral, estas tareas se delegan a los inmigrantes y a las personas precarias. ?No es en absoluto un progreso social!
P. Los cuidados y el hogar son un trabajo no remunerado. ?C¨®mo influir¨ªa la renta b¨¢sica universal al valor y reconocimiento de los cuidados?
R. Podr¨ªamos esperar que los hombres dejen su carrera porque, colectivamente, tendr¨ªamos menos miedo de terminar nuestras vidas en la precariedad. Esto podr¨ªa cambiar nuestra relaci¨®n con el tiempo libre y c¨®mo queremos usarlo: ?Quiz¨¢s m¨¢s con nuestros seres queridos que con nuestros jefes! Pero debemos estar atentos porque los empresarios tambi¨¦n pueden utilizar este tipo de medidas para pagar menos a los empleados, ya que tenemos un ingreso b¨¢sico (este es el caso en Finlandia). Entonces, para m¨ª, esta medida debe ir acompa?ada de la creaci¨®n de empresas colectivas que se deshagan del concepto de ganancia y rentabilidad y cuya tarea ser¨ªa solo producir lo necesario para la sociedad.
P. Por ¨²ltimo, ?qu¨¦ necesitamos para una corresponsabilidad real en la crianza y educaci¨®n de los hijos, as¨ª como en el resto de tareas del hogar? ?Es necesario un cambio social o la acci¨®n de los gobiernos y empresas con medidas que favorezcan esa corresponsabilidad?
R. Por supuesto que hay medidas inmediatas que pueden ayudar, como alargar la licencia de paternidad. Tambi¨¦n se debe garantizar que la escuela y los maestros est¨¦n atentos a estas preguntas en la forma en que ense?an. Me parece que es ¨²til ense?ar las tareas dom¨¦sticas a todos los ni?os, como se hizo antes para las ni?as, en lugar de simplemente eliminarlas del curr¨ªculo escolar, ya que hacer eso contribuye a que se conviertan en una tarea invisible y devaluada.
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