55%

El mismo domingo en que Bolsonaro gan¨® la presidencia de Brasil con el 55% de los votos, en Argentina se realizaron marchas bajo el lema ¡°Con mis hijos no te metas¡± que reclamaban eliminar la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± de la educaci¨®n sexual en los colegios. Los manifestantes portaban pancartas rosas y celestes, reivindicando la idea de que una mujer es una mujer, un var¨®n es un var¨®n, y lo dem¨¢s son perversiones. Am¨¦rica Latina es sinuosa: tiene las tasas m¨¢s altas de violencia contra la comunidad LGTB, combinadas con las leyes m¨¢s progresistas para ese colectivo. No es su ¨²nica contradicci¨®n. La inseguridad es un desvelo mayor en el ¨¢rea y, por ejemplo, un municipio de Buenos Aires cre¨®, para combatirla, una aplicaci¨®n que permite a los vecinos reportar r¨¢pidamente a la polic¨ªa delitos y movimientos sospechosos. Y reportan delitos pero tambi¨¦n ¡ªen un pa¨ªs donde la discriminaci¨®n est¨¢ penada¡ª a un moreno desconocido fumando en la esquina, a una fulana llamativa dando vueltas en moto. A veces me pregunto si no hemos construido, m¨¢s que leyes, un espejismo de progres¨ªa, una m¨¢quina perfecta de negar la vida real. Porque la vida real se empe?a en ser prec¨¢mbrica: en la vida real lo diverso ¡ªpor caso: lo trans¡ª sigue siendo anomal¨ªa; lo distinto ¡ªpor caso: un moreno desconocido¡ª sigue siendo amenaza. En la vida real, 57 millones de brasile?os dijeron: ¡°Queremos ser gobernados por un machista hom¨®fobo racista hiperreligioso¡±. Los diarios dicen que, despu¨¦s de las elecciones, ¡°Bolsonaro se mostr¨® conciliador¡± y moder¨® su discurso. Aun si fuera cierto, eso no cambia el hecho de que 57 millones de brasile?os no votaron a un conciliador. Votaron a un machista hom¨®fobo racista hiperreligioso. Lo votaron por esas convicciones. Lo votaron para que las sostenga. Y ese es un problema bastante m¨¢s grande que Bolsonaro.