C¨®mo vivir sin electricidad
La pobreza energ¨¦tica genera una espiral de desigualdad que obliga a millones de personas a elegir entre necesidades b¨¢sicas: comer o calentarse; enfermar por el humo o no poder estudiar al oscurecer...
Sin enchufes, sin bater¨ªas, sin bombillas, sin interruptores, sin calefacci¨®n, sin ventilador, sin frigor¨ªfico, sin vitrocer¨¢mica, sin m¨®vil, sin wifi, sin Internet. Sin demasiada comida caliente, sin poder leer de noche, sin Whatsapp, sin escuchar m¨²sica, sin informaci¨®n. Con hambre que no deja dormir y da cansancio, con las manos heladas para coger un l¨¢piz, con colchones mojados, con gripe, con los pulmones llenos de humo de hoguera, con riesgo de incendios... "A la pobreza se pueden poner apellidos, energ¨¦tica, infantil, que dimensionan las situaciones, pero todas est¨¢n entrelazadas entre s¨ª", declara Susana Gende, t¨¦cnica en el departamento de Estudios e Innovaci¨®n Social de Cruz Roja Espa?ola, que alerta de que la ausencia de energ¨ªa genera un c¨ªrculo vicioso de desigualdad, donde los ni?os son especialmente vulnerables, tanto en pa¨ªses desarrollados como en v¨ªas de desarrollo.
Si hay que elegir entre comida o calefacci¨®n...
"Cuando el presupuesto no da para las dos cosas hay que elegir entre comer o calentarse, y disminuir el gasto en alimentos puede generar un riesgo de malnutrici¨®n. Para el desarrollo de los ni?os es fundamental estar bien alimentados, y no solo es una cuesti¨®n de comer lo suficiente, sino de la calidad de los productos", indica Gende, que se?ala la importancia de la proporci¨®n de nutrientes. "En ingl¨¦s es conocido como eating or heating (comer o calentarse). Hay quien prefiere invertir en suministro antes que en comer, o comprar lo que necesiten los ni?os para ir a la escuela", indica Gende. "El 48% de los ni?os y ni?as de 8 a 11 a?os en Espa?a se?ala que pasa fr¨ªo en su hogar y, el 7%, que est¨¢ insatisfecho con su casa", se lee en un informe de Cruz Roja titulado La situaci¨®n de la infancia en vulnerabilidad social.
"Yo siempre como lo mismo al llegar a casa del cole, porque mi madre no tiene tiempo para comprar y prepararme, pues compra lo que pilla, es que ella no tiene tiempo para prepararme, adem¨¢s no tiene dinero", afirma Andrea, una de las menores entrevistadas en dicho informe. Una declaraci¨®n que coincide con los indicios planteados por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), que apunta que la publicidad, la falta de tiempo, la comodidad y que los alimentos frescos sean caros, y la comida basura m¨¢s barata, condiciona las decisiones para elegir qu¨¦ productos comprar, con las consecuencias negativas para la salud que tiene ingerir procesados. En 2022 habr¨¢ ¡ªpor primera vez en la historia¡ª m¨¢s ni?os y adolescentes (de entre 5 y 19 a?os) con sobrepeso y obesidad que desnutridos, seg¨²n un estudio de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Imperial College de Londres.
En Burkina Faso, Camer¨²n, Malawi y N¨ªger, m¨¢s del 80% de las escuelas primarias no tienen acceso a la electricidad
Los hogares pobres de los pa¨ªses en desarrollo se gastan entre el 60% y el 80% de sus ingresos en comer, seg¨²n datos del Programa Mundial de Alimentos. Esta cuesti¨®n lleva a que si los padres optan por calentar la casa y comprar menos comida o de peor calidad, los menores estar¨¢n peor nutridos, lo que tiene graves consecuencias en la salud, como anemias y problemas de crecimiento por la ausencia o cardiovasculares y diabetes por la obesidad.
Si se reside en una infravivienda...
Una vivienda podr¨ªa estar perfectamente acondicionada, o ser solo de ladrillos, o de adobe, de chapa, de madera. O lo llamado hogar podr¨ªa limitarse a vivir bajo pl¨¢sticos, o estar situado en una zona inundable, o bajo el sol abrasador, o con goteras... en estos los ¨²ltimos casos, estar¨¢ mal acondicionada, y ser¨¢ dif¨ªcil dormir en un colch¨®n mojado, o estar¨¢ complicado calentarla, por lo que, si no se tiene suministro el¨¦ctrico, se quemar¨¢ combustible o madera para resistir las temperaturas, y si se tiene acceso a ¨¦l, la factura ser¨¢ mayor que la de una casa bien edificada. "Hay hogares con infraestructuras inaceptables, y mantenerlos con una temperatura adecuada hace que aumenten las facturas, y no poder pagarlas supone adem¨¢s estr¨¦s para las familias", a?ade Gende.
La probabilidad de sufrir problemas mentales entre adolescentes que viven en una casa insuficientemente caldeada es de m¨¢s del 25%,? resuelve un estudio de la Asociaci¨®n de Ciencias Ambientales
En otras situaciones, la ausencia de suministro el¨¦ctrico provoca que se cocine con le?a o combustible, en ocasiones en infraviviendas sin ventanas. "En ?frica, 600.000 personas mueren al a?o por respirar aire contaminado en sus hogares, la mitad de ellos, ni?os menores de cinco a?os. En las casas se utiliza carb¨®n, combustible o madera para cocinar. Adem¨¢s, ir a por le?a tiene un efecto negativo tambi¨¦n en las ni?as y las mujeres, porque son ellas las que suelen ir al bosque a buscarla y a menudo son v¨ªctimas de asaltos, robos, agresiones...", matiza Ahmad Rahnema, director de la C¨¢tedra Fuel Freedom de Energ¨ªa y Desarrollo Social del IESE de la Universidad de Navarra. "Las part¨ªculas quedan en el sistema respiratorio, y si no mueren antes, quedar¨¢n en sus pulmones y ser¨¢ un problema de mayores", a?ade.
El experto se decanta por una transici¨®n a una energ¨ªa m¨¢s limpia. "Si se apuesta por ella, poco a poco se puede mejorar la situaci¨®n. Por ejemplo, en zonas rurales, que suelen estar desconectadas de la red. Es una soluci¨®n que ha funcionado en los pa¨ªses africanos", a?ade Rahnema, que ilustra que en un lugar donde apenas se pueda disponer de cuatro o cinco horas de electricidad, el impacto en la educaci¨®n puede venir provocado tambi¨¦n por la ausencia de luz para estudiar. Como en un sitio en el que solo se pueda encender una bombilla cuatro o cinco horas. "Esto reducir¨¢ las horas de estudio y afecta a su preparaci¨®n", a?ade el investigador. "La mayor¨ªa de los escolares de ?frica asisten a clases sin acceso a la electricidad. En Burkina Faso, Camer¨²n, Malawi y N¨ªger, m¨¢s del 80% de las escuelas primarias no tienen acceso a la electricidad", se lee en el informe Africa Progress Panel (2015).
Si el esfuerzo por salir adelante es mayor...
"El espacio dom¨¦stico se debe ver como un refugio", declara Sergio Tirado, investigador del Instituto Marie Curie y coordinador de estudios de la Asociaci¨®n de Ciencias Ambientales de Espa?a, que incide, entre otras cuestiones, en el impacto que la pobreza energ¨¦tica tiene en la salud mental. "Uno de nuestros estudios resuelve que la probabilidad de sufrir problemas mentales de alg¨²n tipo entre adolescentes que viven en una casa insuficientemente caldeada es de m¨¢s del 25%, mientras que para los que residen en hogares que no experimentan esta problem¨¢tica es del 5%", indica Tirado.
"En la relaci¨®n con los estudios, no tener una temperatura adecuada provoca falta de concentraci¨®n, de motivaci¨®n. La pobreza energ¨¦tica afecta as¨ª al rendimiento, al ¨¦xito acad¨¦mico, a la abstenci¨®n escolar, que a veces tienen que faltar porque se ponen enfermos. O crean desventajas en el proceso educativo cuando hay que pagar una excursi¨®n extraescolar, o cuando no se puede disfrutar de una ducha con agua caliente, o no se puede lavar la ropa con frecuencia, lo que provoca situaciones terribles, por ejemplo, en la higiene femenina durante la menstruaci¨®n", ilustra Susana Gende.
En el caso de la adolescentes tambi¨¦n destaca la incidencia que en estos tiene no querer pasar tiempo dentro del hogar. "Podr¨ªa haber cierta relaci¨®n entre la pobreza y el riesgo de que los j¨®venes no quieran estar en sus casas. Pasan m¨¢s tiempo en la calle y eso puede ocasionar consumo de drogas u otras cuestiones", se?ala la experta, que indica tambi¨¦n las consecuencias que tiene en la autoestima en esta edad.
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