Lo que hace da?o a un ni?o cuatro meses antes de que nazca

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Existen dos ¡°periodos ventana claves¡± para la salud del futuro ni?o, seg¨²n Juan Luis Delgado, coordinador de la secci¨®n de Medicina Perinatal de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (SEGO). Una es precisamente esta, el momento de creaci¨®n de las c¨¦lulas reproductivas, cuando el contacto con ciertas sustancias pueden da?ar a los gametos y redundar en la formaci¨®n del feto. La siguiente es la organog¨¦nesis, cuando est¨¢n en formaci¨®n los ¨®rganos del cuerpo, algo que sucede en los primeros tres meses de gestaci¨®n. Alcohol, drogas, medicamentos inadecuados y tabaco son algunos de los principales causantes de da?os cromos¨®micos en las c¨¦lulas que pueden dar lugar a anomal¨ªas fetales. Pero tambi¨¦n hay otros como la obesidad que pueden ser perjudiciales.

Lo que ocurra tanto a espermatozoides como a ¨®vulos es importante, pero mientras que de los primeros hay millones, y un da?o en alguno de ellos no tiene por qu¨¦ afectar en nada a la futura criatura, solo hay un ¨®vulo, que adem¨¢s es que el que tiene todo el ARN que pasar¨¢ al feto, algo as¨ª como el libro de instrucciones con el que crecer¨¢. Las conductas de la madre son, pues, cruciales. ¡°Es algo que est¨¢ demostrado que afecta m¨¢s en niveles socioecon¨®micos bajos y, m¨¢s a¨²n, en pa¨ªses en desarrollo. Son personas que tienen normalmente menos controles y menos informaci¨®n sanitaria¡±, relata Delgado. Estos son los principales riesgos que, aunque son cr¨ªticos en las dos etapas mencionadas, pueden afectar al feto durante toda la gestaci¨®n:

Alcohol, tabaco y otras drogas

La cantidad segura de estas sustancias durante el embarazo y los meses previos es cero. Ni una copita de vino, ni una cerveza, ni un cigarrillo y, por supuesto, ni una raya o un porro. ¡°Muchas personas piensan que es mejor para el feto fumar un par de cigarros al d¨ªa que la ansiedad que produce dejarlo por completo. Es falso¡±, asegura Delgado. Desde la primera calada, adem¨¢s del alquitr¨¢n y la nicotina, la combusti¨®n de las sustancias que lleva el tabaco puede deteriorar las c¨¦lulas embrionarias.

La cifra de embarazadas que consume alcohol llega al 35% de las mujeres

Ocurre algo parecido con el alcohol. Como explica el nutricionista Julio Basulto, la cifra de embarazadas que consume alcohol llega al 35% de las mujeres. ¡°Entre otras cosas, porque tambi¨¦n casi el 40% de los m¨¦dicos no desaconseja a las mujeres el vino o la cerveza en su embarazo¡±, subraya. Esto se sabe gracias a una investigaci¨®n que analiz¨® las heces de los reci¨¦n nacidos, algo mucho m¨¢s fiable que el testimonio de las madres. En el mundo, la cifra es de una de cada 10 pre?adas, seg¨²n otro estudio, que asegura que una de cada 67 mujeres que haya bebido alcohol estando encinta puede dar a luz a un beb¨¦ con s¨ªndrome alcoh¨®lico fetal, que se caracteriza por una serie de alteraciones, como bajo peso al nacer, defectos en el coraz¨®n o microcefalia. Este ser¨ªa el caso ¡°extremo¡±, en palabras de Delgado, quien asegura que el consumo de sustancias t¨®xicas repercute en otros trastornos no tan evidentes que desarrolla el ni?o durante su vida, como algunos del espectro autista o de hiperactividad.

Malnutrici¨®n, obesidad y desnutrici¨®n

La nutrici¨®n de la embarazada es crucial para el feto: tanto por defecto como por exceso puede afectar a su desarrollo. La carencia de nutrientes esenciales durante la gestaci¨®n puede hipotecar toda su existencia. Una madre desnutrida tiene m¨¢s probabilidades de perder al ni?o durante el parto y, de sobrevivir, nacer¨¢ probablemente con menos peso, un sistema inmune debilitado y menor capacidad cognitiva. Aunque esto se puede paliar durante los primeros meses de vida con amamantamiento, buena atenci¨®n sanitaria y vacunas, el efecto puede durar varias generaciones, ya que si una ni?a nace de una madre desnutrida, su ¨²tero ser¨¢ m¨¢s peque?o y sus futuros hijos reproducir¨¢n estas carencias. La herencia que deja la pobreza, pues, no solo se refleja en la cuenta corriente o en las oportunidades educativas, el desarrollo f¨ªsico e intelectual est¨¢ m¨¢s limitado entre los que menos tienen.

Si la alimentaci¨®n por defecto es un problema, por exceso, o la mala alimentaci¨®n, tambi¨¦n puede traer problemas al ni?o, que si viene de padres obesos es m¨¢s probable que sufra alteraciones cardiovasculares y metab¨®licas. Cuando ya se conoce el embarazo es demasiado tarde para atajarla, as¨ª que los m¨¦dicos recomiendan llevar una vida activa y h¨¢bitos de alimentaci¨®n saludable en cualquier momento. Tambi¨¦n se conoce que hay micronutrientes cuya carencia puede repercutir en feto. El ¨¢cido f¨®lico es una de ellas. Pero sucede igual: si se empieza a tomar cuando la mujer se percata de que est¨¢ embarazada, a menudo es tarde.

Enfermedades

Algunas enfermedades de la madre pueden repercutir en los hijos, especialmente si no se tratan correctamente. Sucede con el VIH, cuya transmisi¨®n es prevenible de madre a hijo, pero que puede producirse si no se act¨²a, algo frecuente en muchos pa¨ªses en desarrollo. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en ausencia de cualquier prevenci¨®n las tasas de transmisi¨®n son de entre un 15% y un 45%, pero intervenciones eficaces permiten reducir esas cifras a niveles inferiores al 5%. Algo parecido sucede con el Chagas, una enfermedad considerada desatendida por la OMS, pero que padecen unas siete millones de personas en el mundo. Este mal cr¨®nico y potencialmente mortal tiene un riesgo ronda entre el 3% y el 5% de ser transmitido verticalmente, pero si se detecta y se trata durante el primer a?o de vida del cr¨ªo, se puede curar por completo.

La transmisi¨®n del VIH es prevenible de madre a hijo, pero que puede producirse si no se act¨²a, algo frecuente en muchos pa¨ªses en desarrollo

El az¨²car alto en sangre tambi¨¦n puede perjudicar el desarrollo del feto. Si la mujer tiene diabetes antes del embarazo, es recomendable que cuide la alimentaci¨®n y el tratamiento para reducir estos niveles. Es muy frecuente que la diabetes surja durante el embarazo (le sucede a una de cada siete mujeres en el mundo), la conocida gestacional, por lo que las revisiones con el m¨¦dico son cruciales. De nuevo, es algo que no ocurre en todos los lugares del mundo, por lo que en pa¨ªses en desarrollo tienen m¨¢s papeletas de sufrir consecuencias por esta enfermedad.

El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en ingl¨¦s) detalla otras dolencias de la madre que pueden afectar al hijo. Las infecciosas m¨¢s frecuentes de transmisi¨®n vertical son la toxoplasmosis, la rub¨¦ola, el citomegalovirus, el herpes y la s¨ªfilis. La presi¨®n arterial alta, las enfermedades renales y la de tiroides son otras que aparecen recogidas por este organismo, que tambi¨¦n advierte de que el embarazo muy temprano (durante la adolescencia) y el tard¨ªo (despu¨¦s de los 35) pueden complicar la gestaci¨®n y tener repercusiones en el feto.

Algunas investigaciones estudian si el estr¨¦s puede tener tambi¨¦n consecuencias para el beb¨¦. Aunque algunas apuntan que puede perjudicar el sistema inmunol¨®gico, esto no son m¨¢s que "meras conjeturas", en palabras del doctor Delgado. La teor¨ªa dice que el cortisol, la hormona que se segrega en situaciones tensas, puede perjudicar al sistema inmunol¨®gico de la criatura, pero ni hay forma de medir la cantidad de estr¨¦s ni est¨¢ claro que el feto no se autorregule para evitar estas interferencias. "Puede que afecte algo, pero no se puede demostrar. Hay mujeres que aseguran que una experiencia traum¨¢tica les caus¨® un aborto. Puede que sea verdad, pero no se ha demostrado cient¨ªficamente", subraya

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