La incre¨ªble historia de Savieru, el misionero navarro que conquist¨® Jap¨®n hace casi 500 a?os
Yamaguchi, una desconocida capital de provincia al oeste del pa¨ªs asi¨¢tico, sigue profesando a san Francisco Javier un cari?o muy especial. Y lo ha convertido en uno de sus reclamos tur¨ªsticos y culturales
Yamaguchi es una capital de provincia al oeste de Jap¨®n, enclaustrada entre verdes monta?as y sobre una bolsa de aguas termales. Los ba?os, muchos de ellos p¨²blicos y gratuitos, son uno de los motivos de orgullo de la poblaci¨®n local. El otro es Savieru, como aqu¨ª pronuncian el nombre de Francisco Javier, santo navarro, precursor de la Compa?¨ªa de Jes¨²s y c¨¦lebre misionero en la Indias. Tan c¨¦lebre es Savieru en Yamaguchi que tiene iglesia propia, estatua y museo.
La pregunta es: ?qu¨¦ tiene que ver una ciudad japonesa de mayor¨ªa budista-sintoista con un santo cat¨®lico y espa?ol?
San Francisco Javier, el Ap¨®stol de las Indias, lleg¨® a Jap¨®n el 15 de agosto de 1549 despu¨¦s de haber fundado varias misiones en India y las islas Molucas. Entr¨® por Kagoshima, pero sus primeros intentos de cristianizar a los nipones no tuvieron mucho ¨¦xito. Pens¨® entonces entrevistarse con el emperador, con la idea de que si lo convert¨ªa al catolicismo el pueblo le seguir¨ªa. Se puso en marcha hacia Kioto, entonces capital imperial, pero las guerras internas y la inseguridad de los caminos impidieron su empresa. Finalmente, encontr¨® cobijo en Yamaguchi, donde el se?or feudal del clan de los Ouchi, fil¨¢ntropo, mecenas y hombre librepensador (dentro del angosto significado de ese termino en aquellos lejanos tiempos) lo acogi¨® y le permiti¨® ejercer su ministerio.
De los dos a?os y medio que pas¨® en Jap¨®n, Francisco Javier estuvo solo seis meses en Yamaguchi, periodo en el que dicen hizo unas 500 conversiones. Cuando crey¨® que la misi¨®n iba por buen camino y ya no era imprescindible su presencia dej¨® all¨ª a sus compa?eros, los tambi¨¦n jesuitas Cosme de Torres y Juan Fern¨¢ndez, y parti¨® de nuevo hacia Goa y China, donde morir¨ªa en 1552.
Pero tan corta estancia dej¨® tal huella en Yamaguchi que 500 a?os despu¨¦s a¨²n es considerado un h¨¦roe local y una referencia de su cultura. En 1950 se levant¨® una iglesia cat¨®lica para conmemorar el 400 aniversario de la llegada de los jesuitas a Yamaguchi. La iglesia ardi¨® por completo m¨¢s tarde y en 1991, con fondos recaudados por suscripci¨®n popular en una provincia budista-sintoista en la que los cat¨®licos son solo el 0,7 % (seg¨²n datos de la Agencia de Asuntos Culturales japonesa), se levant¨® un nuevo y enorme templo de m¨¢rmol blanco que los locales ense?an al forastero con el mismo orgullo que la pagoda de Ruriko-ji, que lleva en pie desde 1442 y es otro de los atractivos tur¨ªsticos de la ciudad.
Las referencias al santo navarro son numerosas en la ciudad. El lugar donde se cree que estuvo el templo Daido-ji, que el se?or feudal dej¨® a los misioneros como residencia, es ahora el parque de San Javier. Hay un museo con toda la iconograf¨ªa de la aventura jesuita en Jap¨®n y piezas hist¨®ricas. Y una estatua tama?o natural del santo junto a un pozo, porque el misionero navarro se dirig¨ªa dos veces al d¨ªa a los japoneses junto a un brocal para predicar y evangelizar. No se conoce la localizaci¨®n exacta de ese pozo, por eso varias surgencias de agua de la ciudad tienen carteles que indican esta posibilidad. Cada a?o, el 3 de noviembre se celebra el d¨ªa de Espa?a, y se hace un pasacalles en el que se sacan en honor de las fiestas de San Ferm¨ªn una cabalgata con dos figuras de gigantes: una del misionero navarro y otra de Yoshitaka Ouchi, el se?or feudal que le permiti¨® residir en Yamaguchi.
La ciudad de Yamaguchi se herman¨® con Pamplona en 1980 y la Prefectura hom¨®nima con la Comunidad Foral de Navarra, en 2003. Desde entonces costea el sueldo de tres trabajadores espa?oles biling¨¹es que ejercen labores culturales y de relaciones internacionales, adem¨¢s de animadores locales. Igual van por los colegios fomentando la cultura espa?ola que organizan una fiesta en un centro comercial con simulacro de sanfermines incluido.
?Toda una declaraci¨®n de amor a Espa?a!
¡°Su pena¡±, cuentan Mar¨ªa Rubio y Efra¨ªn Villamor, dos de esos cooperantes espa?oles, ¡°es que no se sienten igual de correspondidos. Sobre todo desde que estall¨® la crisis en Espa?a y los recortes presupuestarios redujeron las comitivas navarras a Yamaguchi¡±. A la inversa, cada a?o los japoneses mandan una a Navarra. De hecho, esta semana est¨¢ en la comunidad foral el gobernador de la Prefectura de Yamaguchi, el se?or Tsugumasa Muraoka, con motivo de los actos de celebraci¨®n del 15 aniversario de la carta de hermanamiento con Navarra.
En Pamplona existe una plaza Yamaguchi, con un jard¨ªn japon¨¦s dise?ado por paisajistas nipones. Y una de las bibliotecas p¨²blicas se llama Biblioteca Yamaguchi, con un notable cat¨¢logo de literatura japonesa adem¨¢s de ser sede de numerosas actividades dedicadas a la cultura nipona.
Pero adem¨¢s de la herencia de san Francisco Javier, hay otras muchas cosas que ver en la prefectura de Yamaguchi: la mencionada pagoda Ruriko-ji, el puente y el castillo de Iwakuni, el barrio de los samur¨¢is de Hagi, el templo zen de K?zanji o el jard¨ªn japon¨¦s de Ch?fu, en Simonisheki, donde te puedes vestir de aut¨¦ntico samur¨¢i.
Vamos, que si ya has hecho el t¨ªpico viaje por Kioto y Tokio, aqu¨ª tienes otro Jap¨®n desconocido. Que adem¨¢s es casi navarrico.
M¨¢s informaci¨®n tur¨ªstica en espa?ol sobre Yamaguchi, en su p¨¢gina web
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