Cambio de sentencia
Llevo a?os intentando involucrar a mi marido en fregar los platos y no lo he conseguido. No tengo el car¨¢cter de Mar¨ªa Dolores de Cospedal
En una escena de La mala educaci¨®n, de Almod¨®var, sus protagonistas entran en un cine y uno de ellos dice: ¡°Pienso que todas las pel¨ªculas hablan de m¨ª, de nosotros¡±. Es una frase maravillosa, me encantar¨ªa escribir algo as¨ª. A m¨ª me est¨¢ sucediendo lo mismo, pero con la actualidad, con esa realidad galopante y furiosa que no hace m¨¢s que enredarnos. Tanto que he terminado por creer que soy el protagonista de cada noticia. Que tengo un poquito de juez del Tribunal Supremo para cambiar una sentencia o una opini¨®n. Que puedo empatizar con Mar¨ªa Dolores de Cospedal por pedirle a su marido que haga un trabajo sucio. O que intento asumir c¨®mo Lecturas anuncia el divorcio de la infanta Cristina y ?HOLA! lo refuta en menos de un cambio de sentencia.
Antes viv¨ªamos el cambio de tendencias, ahora tambi¨¦n el de sentencias. El Tribunal Supremo modifica su opini¨®n, convirti¨¦ndose en un influencer m¨¢s. En octubre estuvo en plan Robin Hood, reclam¨¢ndole a los bancos que se hicieran cargo de los impuestos de sus hipotecas y muchos hipotecados nos sentimos euf¨®ricos. Pero, empezado noviembre, la Justicia, harta de ser ciega, se hizo voluble. Y ahora los bancos no tienen que pagar ese impuesto. Nosotros s¨ª.
Mar¨ªa Dolores de Cospedal, renunci¨® el jueves a su esca?o no sin antes explicar, en diferido y con un elegante comunicado, que se arrepiente de haber involucrado a su marido en un trabajo sucio para su partido. Es asombroso, llevo a?os intentando involucrar a mi marido en fregar los platos y no lo he conseguido. No tengo el car¨¢cter de Mar¨ªa Dolores. En alguna ocasi¨®n me identifiqu¨¦ con Cospedal, somos del mismo a?o y, como ella, tambi¨¦n hubiera querido empezar mi carrera siendo Maja o Miss. Mar¨ªa Dolores ha llegado muy lejos en pol¨ªtica y fue la recuperadora de esa prof¨¦tica frase: ¡°Que cada palo aguante su vela¡±, que aunque no sea suya, supo como nadie llevarla a su terreno, igual que hacen los cantantes de OT con las canciones de otros. Y ahora es coprotagonista de un dueto, en una de esas grabaciones con las que el comisario Villarejo anima las tertulias y los salones, acompa?ando a su marido a pedir un trabajito que descubra debilidades de sus archienemigos. ?Soy el ¨²nico que se sorprende de c¨®mo hablan los que figuran en esas grabaciones? A excepci¨®n de la princesa Corinna, cuyas cintas no ser¨¢n investigadas, todos los dem¨¢s se expresan con palabras malolientes, oraciones enfangadas, una vulgaridad demoledora, tan poco ejemplar y tan poco parecida a sus im¨¢genes publicas, que te hace sospechar que Villarejo les daba algo antes de grabar, como hac¨ªa la pobre Amy Winehouse. Es eso o que vivimos gobernados por personas con m¨²ltiple personalidad.
Como creo que todo habla de m¨ª, puedo ponerme en la piel de Mar¨ªa Dolores en ese ¡°momento despacho¡± cuando decide hacer la llamada a Pepe Villarejo. La visualizo quit¨¢ndose el pendiente para acercar el auricular, agitar un poco la melena hacia atr¨¢s y tensar los labios al decir: ¡°Con el comisario Villarejo, por favor¡±. Y ah¨ª congelo el plano, porque en la vida y en la teleserie, ella, Cospedal, no imagina la repercusi¨®n de la escena.
Me dio un escalofr¨ªo al saber que, seg¨²n Lecturas, la infanta Cristina prepara su divorcio. ?HOLA! lo desminti¨® ipso facto informando de que Miquel Roca, un padre de la Constituci¨®n que ser¨¢ m¨¢s recordado como fiel mosquetero, asegura no saber nada de eso. ?Qui¨¦n tiene la raz¨®n? Todos. ?Pero por qu¨¦ se desliza ahora este deseo de la Infanta?
Pronto lo sabremos. Quiz¨¢s tiene que ver con la reintegraci¨®n de Cristina, como beneficiaria a t¨ªtulo lucrativo, en la Zarzuela. Y eso crea otro cambio de papeles para mi imaginaci¨®n. Me convierto en la Infanta cuando calibra el momento de decirle algo a su Reina. Y sucede durante el almuerzo con toda la familia real por el 80 aniversario de do?a Sof¨ªa. Cristina espera y espera cuando, de repente, le sale al paso la princesa Leonor para contarle que compr¨® unos bombones a la abuela, pero aprovech¨® y adquiri¨® unos chocolates sueltos para calmar la ansiedad por su lectura en p¨²blico de la Constituci¨®n. La joven heredera pide a la ex duquesa de Palma que le guarde el secreto porque su mam¨¢ no se puede enterar que ha ingerido az¨²cares elaborados. ?Que eso no es posible? Pues que venga el Tribunal Supremo y cambie de sentencia.
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