No te metas en pol¨ªtica
El esc¨¢ndalo no es la naturaleza pol¨ªtica del Consejo General del Poder Judicial sino que su elecci¨®n est¨¦ atravesada de intereses partidistas
Hemos de suponer que para ejercer su profesi¨®n, los jueces no se amputan la parte del cerebro que tiene una determinada mirada sobre el mundo, eso que se llama ideolog¨ªa o valores o principios. Todos somos unidades, cambiantes y complejas, pero unidades. Y adem¨¢s de por vocaci¨®n, hemos de suponer tambi¨¦n que los jueces trabajan por dinero y albergan deseos sanos de ascender y hacer carrera. Exactamente igual que todos los que no somos jueces y aspiramos a que juzguen la solvencia y honestidad de lo que hacemos y no lo que pensamos.
Desde la explosi¨®n de Internet, las profesiones m¨¢s expuestas p¨²blicamente est¨¢n sometidas a una especie de pat¨ªbulo moral en el que se exige pureza de sangre y asepsia social y pol¨ªtica. Hemos construido entre todos ese pat¨ªbulo, con la contribuci¨®n sobresaliente de los partidos pol¨ªticos en su loca carrera por desgastar al contrario y a todos los que piensan como el contrario. Hasta que beben de su propia medicina. Y han bebido todos. Sin excepci¨®n.
De los jueces no deber¨ªamos esperar que sean ciegos y ajenos al mundo. De los jueces deber¨ªamos esperar que apliquen la ley con precisi¨®n, independencia y todo el conocimiento jur¨ªdico que puedan atesorar. Como dice el profesor Jordi Nieva, un m¨¦dico diagnostica apendicitis sin tener en cuenta si el paciente le cae bien o mal, si est¨¢ de acuerdo con ¨¦l o en sus ant¨ªpodas ideol¨®gicas o si la intervenci¨®n y el posoperatorio ser¨¢n caros o baratos para la sanidad p¨²blica o negocio para la sanidad privada. Eso es lo que esperamos del Derecho y lo que han puesto en duda el Supremo con el impuesto de las hipotecas, y otros tribunales con los bandazos en la aplicaci¨®n de la ley mordaza. Se han pervertido tanto algunas palabras que parece el peor insulto decir de alguien o algo que est¨¢ politizado. Cuando todo es pol¨ªtica. Tambi¨¦n lo personal, como sabemos bien las mujeres. Pero el colmo estos d¨ªas han sido los aspavientos por la politizaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial.
El esc¨¢ndalo no es su naturaleza pol¨ªtica sino que su elecci¨®n est¨¦ atravesada de intereses partidistas. Y el esc¨¢ndalo ser¨¢ may¨²sculo si despu¨¦s ejercen como una r¨¦plica del Congreso de los Diputados y no aplican, entonces s¨ª, la independencia de criterio que debemos poder exigirles mediante mecanismos de control y transparencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.