Carta abierta a la carrera judicial

Estimados compa?eros y compa?eras:

Es ahora, no ma?ana, cuando debemos reaccionar exigiendo un nuevo sistema, unas nuevas actitudes en relaci¨®n con la renovaci¨®n de nuestro ¨®rgano de gobierno [el Consejo General del Poder Judicial] y con la elecci¨®n de su presidente, que lo es tambi¨¦n -por mandato constitucional- del Tribunal Supremo.?

Adelanto sinceramente que no soy partidario de que nosotros elijamos a los 12 vocales de procedencia judicial del Consejo. Lo que pido vehementemente son otras cosas.?

M¨¢s informaci¨®n

El bipartidismo m¨¢s d¨¦bil se reparte los sillones del Poder Judicial

Impudicia

El juez que dict¨® la sentencia de G¨¹rtel ser¨¢ uno de los vocales del CGPJ

Para los grupos parlamentarios, que no olviden que el art¨ªculo 123.2 de la Constituci¨®n ordena que el presidente del Tribunal Supremo sea nombrado por el Rey, a propuesta del Consejo General del Poder Judicial. Por ende, que tengan claro que su manifestaci¨®n, exteriorizada sin sonrojo, de haberse puesto de acuerdo en qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente, no deja de constituir una injerencia contraria a la Constituci¨®n.?

Para los futuros vocales, que cumplan lo ah¨ª ordenado, proponiendo ellos al presidente, sin obedecer -sumisamente- un il¨ªcito mandato de aquellos grupos.?

Para el futuro se?or presidente, que tenga el arrojo de rechazar su cargo con fundamento, sin m¨¢s, en la il¨ªcita injerencia de aquellos.

Para el futuro Consejo, que interiorice que su funci¨®n primordial es proteger la funci¨®n jurisdiccional ejercida con rectitud, valorando ese m¨¦rito como principal, y desvalorando a quien la ejerza con falta de atenci¨®n al litigio y al imperio de la Ley.?

Tambi¨¦n para el futuro Consejo, que con seriedad y si es necesario con aplomo, defienda ese modo de ejercicio, proporcionando al juez la seguridad de que su actuaci¨®n en esa l¨ªnea ser¨¢ protegida por encima de otras consideraciones.?

Otra vez para el futuro Consejo, que reaccione con claridad, sin palabras vac¨ªas y frente a todos, ante toda injerencia o descr¨¦dito carente del m¨¢s m¨ªnimo fundamento.

Pero, ?c¨®mo podemos reaccionar nosotros si nada de esto va a ser posible y si -seg¨²n las ¨²ltimas noticias- se van a reproducir las actitudes que ya hemos visto en todos los Consejos anteriores, desde su constituci¨®n hasta su cese??

Debemos hacerlo con respeto a las personas, desde luego, pero expresando d¨ªa a d¨ªa y siempre que haya ocasi¨®n, sin tibieza y con claridad, que los grupos parlamentarios, los vocales, el presidente y el Consejo olvidaron y olvidan con esos comportamientos claros mandatos constitucionales, inherentes a todo Estado de derecho que lo sea realmente.

Segundo Men¨¦ndez es magistrado del Tribunal Supremo