Trump arrinconado
Nada est¨¢ escrito, pero resulta dif¨ªcil imaginar c¨®mo un partido republicano rural, masculino y blanco puede consolidar democr¨¢ticamente su poder en el medio plazo
Las elecciones legislativas en Estados Unidos han tra¨ªdo malas noticias al presidente Trump. Los republicanos han logrado mantener una exigua mayor¨ªa en el Senado, pero en las elecciones a la C¨¢mara de Representantes, en las que votaba todo el pa¨ªs, los dem¨®cratas van a acabar siete puntos por delante y con una mayor¨ªa de treinta congresistas. Es cierto que en estas elecciones los americanos suelen castigar al presidente, pero este castigo est¨¢ entre los mayores, y es especialmente sorprendente teniendo en cuenta que se produce con una coyuntura econ¨®mica especialmente buena. El que las encuestas anticiparan este resultado no deber¨ªa hacernos minusvalorar su importancia.
La victoria dem¨®crata ha ido acompa?ada adem¨¢s de una participaci¨®n hist¨®rica, la m¨¢s alta en estas elecciones en un siglo. Un ¨¦xito de la resistencia. No sabremos qu¨¦ lectura nos ofrecer¨¢n esta vez los te¨®ricos de las pol¨ªticas de identidad, pero la realidad es que los dem¨®cratas han logrado, simult¨¢neamente, movilizar a j¨®venes, mujeres y minor¨ªas y mejorar especialmente sus resultados en las zonas industriales en declive, los suburbios, y entre los votantes blancos que le dieron la victoria a Trump hace dos a?os. Los republicanos salvan los muebles gracias a su hegemon¨ªa en la sobrerrepresentada Am¨¦rica rural.
Tanto o m¨¢s importante, la agenda progresista avanza. Incluso en la Am¨¦rica m¨¢s conservadora, la ciudadan¨ªa ha votado de manera abrumadora por fuertes aumentos del salario m¨ªnimo (en Arkansas subir¨¢ un 30% en los pr¨®ximos tres a?os; en Misuri, un 50% en los pr¨®ximos cinco) y a favor de expandir la sanidad p¨²blica, a pesar de la oposici¨®n de las ¨¦lites republicanas locales. El gobernador de Wisconsin, famoso por su hostilidad hacia los sindicatos, ha sido derrotado por un maestro. En Florida se ha reestablecido el derecho al sufragio al mill¨®n y medio de ciudadanos con penas cumplidas (un 20% de la poblaci¨®n negra estaba as¨ª excluida del voto). Y el discurso contra la inmigraci¨®n no avanza.
La imagen que nos dejan estas elecciones es la de un Trump impopular, incapaz de crecer en ninguna direcci¨®n y con dificultades para mantener la precaria coalici¨®n de votantes acomodados y precarios que le llev¨® a la Casa Blanca. Nada est¨¢ escrito, pero resulta dif¨ªcil imaginar c¨®mo un partido republicano rural, masculino y blanco, puede consolidar democr¨¢ticamente su poder en el medio plazo.
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