Una crisis de la legitimidad pol¨ªtica convertida en crisis humanitaria

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La caravana migrante cura sus heridas en Ciudad de M¨¦xico

Una vida a cuestas

Huir de las pandillas ya no es suficiente para lograr asilo

La caravana migrante llega a Ciudad de M¨¦xico

En octubre de 1998, el hurac¨¢n Mitch asolaba Honduras. Esta emergencia dio la vuelta al mundo y despert¨® la solidaridad internacional para apoyar a las m¨¢s de 1.400.000 personas damnificadas y a las familias de los m¨¢s de 20.000 fallecidos o desaparecidos. Honduras ha vuelto a las portadas de los medios de todo el mundo 20 a?os despu¨¦s por otra noticia dram¨¢tica. M¨¢s de 7.000 hondure?os viajan desde hace semanas rumbo a la frontera norte de Estados Unidos, donde a?oran alcanzar el sue?o americano.

Es el sue?o de un futuro mejor que es antag¨®nico a la pesadilla que muchos viven en sus lugares de origen asfixiados por la violencia, la pobreza, el hambre y la falta de oportunidades. Una caravana de migrantes conformada por mujeres, hombres, ni?as y ni?os de todas las edades; estos ¨²ltimos los m¨¢s afectados por su exposici¨®n continua a las inclemencias del tiempo, el hambre, la sed y los riesgos diversos a su seguridad e integridad f¨ªsica y emocional.

En esta caravana de migrantes no solo hay personas procedentes de Honduras. Nicaragua, Guatemala y El Salvador tambi¨¦n est¨¢n presentes en lo que es, sin duda, una clara muestra de la crisis del Estado de derecho en Centroam¨¦rica. La crisis de la legitimidad pol¨ªtica convertida en crisis humanitaria.

Si cuando llegaron a M¨¦xico fueron recibidos con la puerta cerrada y 400 polic¨ªas, no esperan mejor suerte en Estados Unidos, donde Trump ya ha ordenado el despliegue de m¨¢s de 5.000 soldados en la frontera con M¨¦xico y los ha autorizado para que abran fuego en caso de que los migrantes ¡°lancen piedras¡±.

Las marchas por la dignidad, por la paz, por el derecho a la movilidad o por la aparici¨®n de desaparecidos tienen su origen en los a?os setenta y ochenta del siglo pasado, en la guerra civil que vivieron los pa¨ªses de Centroam¨¦rica, cuando miles de ciudadanos huyeron del conflicto y buscaron asilo y esperanza en M¨¦xico. Tambi¨¦n tienen su antecedente en los a?os noventa, cuando la crisis econ¨®mica golpe¨® a la regi¨®n, y nuevamente miles de personas vieron en M¨¦xico y Estados Unidos la posibilidad de lograr una vida mejor. As¨ª, las caravanas se fueron conformando como una estrategia de supervivencia, de resistencia y, finalmente, como una potente herramienta pol¨ªtica que se convierte en grito de auxilio que exige a los gobiernos y llama a la ciudadan¨ªa a reconocer, en este caso, el derecho a migrar, a la movilidad humana como algo inherente a la persona en su b¨²squeda de una vida digna.

Estamos ante una situaci¨®n cr¨ªtica que, en el caso de Honduras, amerita profundas reflexiones del quehacer de su clase pol¨ªtica y del tipo de pa¨ªs que ambiciona

Esta caravana de migrantes pone en el centro de la discusi¨®n la descomposici¨®n del Estado de derecho, la crisis del modelo de cooperaci¨®n, la indiferencia de nuestras sociedades ante la pobreza, la exclusi¨®n, la violencia y la desigualdad que hace que las personas migren de manera forzada y sin tejido legal y humano que las proteja.

Una caravana que tambi¨¦n se enfrenta al fragor pol¨ªtico. El presidente Trump acusa a los Gobiernos del tri¨¢ngulo norte ¡ªGuatemala, Honduras y El Salvador¡ª de no hacer lo necesario para impedir su avance, amenaza con cortar la ayuda que EE UU da a estos pa¨ªses y fomenta el discurso del odio asegurando que entre los migrantes viajan ¡°muchos criminales y que suponen una amenaza¡±.

Estamos ante una situaci¨®n cr¨ªtica que, en el caso de Honduras, amerita profundas reflexiones del quehacer de su clase pol¨ªtica y del tipo de pa¨ªs que ambiciona. Un pa¨ªs que, adem¨¢s del hurac¨¢n Mitch, ha soportado la tormenta de un golpe de Estado en 2009, un tornado de crisis institucional por una pol¨¦mica reelecci¨®n presidencial en 2017 y ahora mismo vive un terremoto social debido a la pobreza, que convierte esta naci¨®n centroamericana en el segundo pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica Latina.

Es a partir de este escenario en el que organizaciones como Ayuda en Acci¨®n trabajamos para minimizar los problemas estructurales que detonan este tipo de crisis c¨ªclicas, logrando reducir los factores de riesgo en el ¨¢mbito rural, donde vive alrededor del 50% de la poblaci¨®n. Entre otras, iniciativas de desarrollo socioecon¨®micas para generar empleos y emprendimientos; acciones de g¨¦nero que faciliten a las mujeres jefas de hogar acceder a medios de vida acordes a su contexto y capacidades; la gesti¨®n de sistemas de protecci¨®n de la ni?ez y sus derechos; y la puesta en marcha de acciones de energ¨ªa renovable y agricultura resiliente en el Corredor Seco para reducir el embate del cambio clim¨¢tico que representa una de las grandes amenazas para Centroam¨¦rica y su gente.

Toda una regi¨®n, la centroamericana, debe reencontrarse en una gobernanza compartida, gestionar mecanismos efectivos de transparencia, aumentar su capacidad de consensos ¡ªaun en el disenso¡ª y, de manera imperiosa, recuperar la esperanza de un futuro mejor. Esa esperanza que nos permita so?ar que el cambio es posible sumando las voluntades de un pueblo merecedor de un mejor destino.

Kermith Roberto Bussi y Marco Antonio Castillo son responsables de cooperaci¨®n de Ayuda en Acci¨®n en Honduras y M¨¦xico.

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