Por esto eleg¨ª la educaci¨®n segregada
Los diferentes ritmos de maduraci¨®n y la mejora de los resultados acad¨¦micos son los principales motivos que llevan a escoger este modelo de escolarizaci¨®n
Con independencia del sistema que creamos apropiado, pocos dudan que ha de contemplar tanto las necesidades presentes de los ni?os como las futuras exigencias de los adultos. El problema, claro, es ponernos de acuerdo en c¨®mo garantizarlo. Los defensores de la educaci¨®n diferenciada (o segregada) argumentan que no separan a chicos y chicas por motivos religiosos (la mayor¨ªa de los 170 centros de este tipo en Espa?a est¨¢n vinculados a la Iglesia cat¨®lica), sino porque maduran a un ritmo distinto, por lo que sus necesidades son diferentes; y que al ense?arles separadamente obtienen mejores resultados acad¨¦micos. Por el contrario, aquellos que prefieren los centros mixtos apuntan a la necesidad de formar en valores como la igualdad, la diversidad y la colaboraci¨®n entre unos y otros.
Garantizar la diversidad
La sociedad en la que vivimos es cada vez m¨¢s diversa, y la lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Pero ?cu¨¢l es el papel de la escuela? ¡°El mundo evoluciona hacia una sociedad cada vez m¨¢s variada, en la que deber¨¢n colaborar y convivir personas de diferente procedencia y mentalidad. Es imprescindible que los ni?os y j¨®venes desarrollen progresivamente esa capacidad, no solo en ambientes festivos y familiares, sino tambi¨¦n cuando hay tareas y obligaciones que atender¡±, sostiene Luis Rey, director del Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula. ¡°Cuanto m¨¢s variada sea la composici¨®n del aula y del centro, mejor adquirir¨¢n los j¨®venes las competencias que les ser¨¢n fundamentales en la vida¡±. Este centro lo lleva en sus genes: por algo fue el primer colegio de Sevilla en admitir alumnas, durante la Segunda Rep¨²blica. Para Rafael Gonz¨¢lez, padre de un exalumno de ese centro, ¡°no vivimos en una sociedad diferenciada. Tenemos que interactuar, y si empezamos a hacerlo desde peque?os es m¨¢s enriquecedor¡±.
Para Mar¨ªa Jos¨¦ Olesti, directora general de The Family Watch y madre de cuatro hijos de educaci¨®n diferenciada, ¡°escogimos este modelo por sus diferentes ritmos de aprendizaje y maduraci¨®n. Las ni?as entran en la pubertad antes y maduran m¨¢s r¨¢pido; nos pareci¨® que as¨ª aprovech¨¢bamos m¨¢s sus fortalezas y debilidades¡±. De similar manera se expresa Mar¨ªa Calvo, presidenta en Espa?a de la Asociaci¨®n Europea de Centros de Educaci¨®n Diferenciada (EASSE), para quien chicos y chicas tienen necesidades diferentes que se solucionan mejor cuando se les ense?a por separado. ¡°Los varones son m¨¢s movidos e inquietos, y muchas veces se les tacha de torpes o vagos, cuando lo que pasa es que su desarrollo cognitivo va a otro ritmo¡±. Son diferentes ¡°la psicomotricidad y la capacidad visoespacial, y tambi¨¦n hay que atender la bajada de autoestima que suele producirse en las ni?as en la adolescencia¡±. Madre de varios alumnos del Colegio Retamar, en Madrid, afirma que ¡°ellas est¨¢n m¨¢s obsesionadas con su aspecto f¨ªsico. Prefiero que durante unas horas al d¨ªa mis hijas se centren en ellas mismas, en el desarrollo de su personalidad, que se olviden de su f¨ªsico por un rato y que se sientan libres. No es una vida diferenciada, sino educaci¨®n diferenciada; son unas horas al d¨ªa¡±.
Para Sol Guzm¨¢n, madre de una joven de 15 a?os, es necesario poner en valor la necesidad de que la escuela refleje el objetivo de lograr igualdad social y laboral: ¡°Esto lo tienen que ver desde peque?os. Yo creo que los colegios no mixtos contribuyen a que desde peque?os no nos veamos iguales. No va en pro de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; les estamos mandando un mensaje sesgado a los ni?os: que hay que educarles de forma distinta¡±.
?Mejor rendimiento?
Seg¨²n los datos del ¨²ltimo informe PISA, sigue existiendo una profunda grieta de g¨¦nero: las j¨®venes de 15 a?os aventajan en casi 30 puntos a los chicos en comprensi¨®n lectora y repiten menos de curso; estos, en cambio, aventajan a las mujeres en ciencias y matem¨¢ticas. Todo apunta a diferentes necesidades que, argumentan los que optan por la educaci¨®n segregada, redundan en mejores resultados acad¨¦micos cuando acuden a centros diferentes. ¡°La separaci¨®n permite que te concentres en lo que te tienes que concentrar. Adem¨¢s, en nuestra experiencia, ni?os y ni?as no aprenden igual, tienen capacidades distintas y les estimulan cosas diferentes¡±, afirma Pedro Mora, padre de tres ni?as y dos ni?os en Madrid.
¡°Nunca hemos tenido tantos medios materiales, pero los resultados son peores. Hay un estudio de la Universidad de California en Los ?ngeles (UCLA) que demuestra que las ni?as que han ido a colegios diferenciados triplican la cantidad de alumnas que acceden a carreras t¨¦cnicas, comparadas con las que han ido a centros mixtos¡±, afirma Calvo. ¡°Y si ha bajado el abandono escolar, es porque se ha bajado el nivel; es vergonzoso. Permitiendo que el ni?o pase con asignaturas pendientes, as¨ª podemos ser el n¨²mero uno en aprobados de Europa¡¡±
Para Concha Ortiz, int¨¦rprete y madre de Leo y Paula, estudiantes de 14 y 16 a?os del colegio San Francisco de Paula en Sevilla, se trata en cambio de mantener ¡°un modelo educativo que tenga en cuenta los diferentes ritmos evolutivos de unos y otros; eso es enriquecedor porque la vida real se desarrolla en diversidad. Las calificaciones acad¨¦micas no deben depender de quienes te rodean, sino de la capacidad del sistema educativo de atender la evoluci¨®n de las capacidades cognitivas y conductuales de cada persona¡±. En un entorno mixto colaborativo, apunta, ¡°van a evolucionar m¨¢s, enriqueci¨¦ndose de sus pares de forma natural, en vez de hacerlo en un entorno artificial y sesgado en el que te pierdes el punto de vista del otro g¨¦nero. La inteligencia emocional de ni?os y ni?as se nutre de entornos igualitarios y diversos¡±. Guzm¨¢n, por su parte, sostiene que, aunque ¡°es cierto que maduran de forma distinta ¡ªse ve en 1? y 2? de la ESO, tanto f¨ªsica como psicol¨®gicamente¡ª, es m¨¢s lo que les aporta que lo que les resta: trabajar en equipo y sacar lo mejor de cada sexo, con las fortalezas de cada uno. Somos complementarios, no excluyentes¡±.
Los valores, en casa¡ y en la escuela
Puede que educar en igualdad y diversidad sea el argumento m¨¢s utilizado para ilustrar las ventajas del sistema mixto. Sin embargo, la educaci¨®n en valores no es exclusiva suya, asegura Calvo: ¡°La diversidad de g¨¦nero la aprenden en la familia. Conozco a much¨ªsimos ni?os que van a colegios mixtos y que tienen muy radicalizados los estereotipos de g¨¦nero, o que poseen un concepto poco respetuoso de lo que han de ser las relaciones con las mujeres¡ Hay menores que ven a su padre tom¨¢ndose una cerveza y a su madre lavando los platos; o que observan en casa esa violencia contra las mujeres¡±. Para Olesti, ¡°convivir con el otro g¨¦nero no sirve de mucho si no hay una educaci¨®n de fondo que se ense?e en las familias, basada en el respeto. Son valores que se inculcan en casa y que se llevan en la mochila al colegio¡±.
Proveer, en definitiva, la mejor educaci¨®n en el presente que prepare a nuestros hijos para el futuro. Ese es el objetivo de unos y otros, aunque el m¨¦todo para conseguirlo sea diferente. Para Calvo, ¡°no hay una elecci¨®n real; tendr¨ªa que haber colegios p¨²blicos diferenciados para quien quiera ese tipo de educaci¨®n pero no pueda pagarla¡±. Otros, en cambio, rechazan que se financie con fondos p¨²blicos un sistema que consideran que no ense?a a los menores a relacionarse en condiciones de igualdad y a solventar problemas que surjan de esa convivencia en diversidad. Lo dice Ortiz pero lo podr¨ªan firmar todos: ¡°La sociedad necesita igualdad y diversidad; y la educaci¨®n es el veh¨ªculo para vivir en un mundo igual, diverso y respetuoso. Y de ah¨ª se llega a la paz social y a la prosperidad. Es una cadena de condiciones positivas para tener un mundo mejor; all¨ª donde quiero vivir con mis hijos¡±.
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