Lo malo conocido
En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas a los espa?oles se les ha negado el futuro
El humor es siempre una forma de autodefensa. En Cuba hace algunos a?os se expresaba el temor fatalista a la longevidad de Fidel Castro en el poder con un chiste curioso. Se invitaba al l¨ªder a visitar el zoo y se le mostraban las tortugas, capaces de vivir hasta 250 a?os. Cuando le ofrec¨ªan si quer¨ªa quedarse con una de las cr¨ªas, Castro respond¨ªa: no gracias, que a estos animales les tomas cari?o y despu¨¦s se te mueren y te quedas muy triste. Los pa¨ªses que han vivido bajo reg¨ªmenes personalistas muy extendidos en el tiempo tienden a mostrar un biorritmo pol¨ªtico de enorme lentitud. Espa?a, por ejemplo, domada su febrilidad por la larga dictadura de Franco, a¨²n muestra signos de preferir la estabilidad a la aventura. As¨ª, todos los presidentes elegidos en las urnas han repetido mandato y en ciertas comunidades aut¨®nomas el signo electoral no ha variado desde que se tiene memoria democr¨¢tica. Podr¨ªa esto querer decir que somos aficionados a cumplir con eso de que m¨¢s vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Aunque, a juzgar por lo revuelto que anda el patio de soci¨®logos y polit¨®logos, lo mejor ser¨¢ ahorrarse las conclusiones.
Pero reconocer¨¢n conmigo que la respuesta de la oposici¨®n a la cuca propuesta del presidente S¨¢nchez de terminar con los coches de gasolina para 2040 ha sido de carcajada. Uno de ellos tild¨® la iniciativa de ¡°precipitada¡±. Hombre, si 2040 le parece acelerar demasiado en las reformas, no me extra?a que los juicios duren en nuestro pa¨ªs siete y ocho a?os. As¨ª, al menos das una oportunidad al acusado de morirse de muerte natural o incluso de aburrimiento antes de arriesgarte a dictar sentencia. Como les pasa a muchos espa?oles, ya no me acuerdo de qui¨¦n exactamente de los dos l¨ªderes fue el que dijo que la propuesta pseudoecol¨®gica del presidente era muy precipitada. Un problema que arrastra Espa?a en las ¨²ltimas semanas es la dificultad para distinguir entre los dos j¨®venes l¨ªderes de la oposici¨®n. Uno de ellos quiz¨¢ tendr¨ªa que dejarse perilla o coleta o vestir de pana o incluso ch¨¢ndal, si no, de aqu¨ª a las elecciones muchos votantes que andan dudosos entre Rivera y Casado van a tener los mismos problemas que los novios de las gemelas Olsen, que nunca saben si besar en la boca o en la mejilla a la muchacha que le abre la puerta de casa cuando pasan a recogerla para una cita.
Pero dejemos las bromas aparte. Al fin y al cabo, lo hemos dicho al comienzo, todo humor es defensivo. Emprender una reforma del parque automovil¨ªstico a 20 a?os vista es una promesa demag¨®gica, concede un espacio a los espa?oles para fabricarse una idea de futuro. Aunque parezca innecesario, los espa?oles necesitan imaginarse un futuro. Es clave para quienes ahora cursan sus estudios y hasta para los que se precipitan a contratar una hipoteca, ya que, seg¨²n parece, los bancos te van a regalar hasta el boli que sol¨ªan atar con cadenitas doradas al mostrador. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas a los espa?oles se les ha negado el futuro. Quiz¨¢ por eso los catalanes compraron hasta un futuro que no estaba acabado de imaginar. Prefer¨ªan so?ar despiertos a morirse de desidia. Esencialmente, en lo ecol¨®gico hemos sido vapuleados, con el abandono de los proyectos de renovables y la traici¨®n a los inversores del ramo. No s¨¦ si hablar de reforma energ¨¦tica para 2040 es precipitado, pero todo lo hablado sobre luz, gas, petr¨®leo y carb¨®n en lo que llevamos de siglo da asco y pena. Es lo malo conocido.
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