La ¨¦tica de John Wayne
Las pel¨ªculas del Oeste defienden valores como ponerse de parte de los d¨¦biles o la solidaridad
El w¨¦stern ha demostrado que es un g¨¦nero incombustible. No importan los cambios en los h¨¢bitos y gustos de los espectadores, las pel¨ªculas del Oeste siguen llegando a las pantallas. Los hermanos Coen, por ejemplo, acaban de estrenar en Netflix un ir¨®nico y a veces sombr¨ªo filme de seis episodios, La balada de Buster Scruggs, que es a la vez una pel¨ªcula del Oeste y un homenaje, lleno de gui?os y referencias, al g¨¦nero. Hasta el anuncio de los ultras de Vox para la campa?a andaluza es un peque?o w¨¦stern (aunque en este caso muy malo).
La multiplicaci¨®n del g¨¦nero se debe a que, en realidad, ni siquiera tiene que estar ambientado en el Lejano Oeste. Como explic¨® ?ngel Fern¨¢ndez-Santos en su inagotable libro M¨¢s all¨¢ del oeste, el w¨¦stern representa sobre todo una forma de contar, un relato. Pero su supervivencia no es solo una cuesti¨®n formal, sino que se debe a la ¨¦tica que transmite, algo que desgraciadamente la mayor¨ªa de los pol¨ªticos que se creen sheriffs ignoran de forma lamentable. Los verdaderos w¨¦sterns hablan de solidaridad, de personas que cruzan el mundo para empezar una nueva vida, deploran la traici¨®n y el matonismo, los malos utilizan la violencia porque les gusta, y cuando quieren, y los buenos solo cuando no queda m¨¢s remedio. La ¨¦tica de John Wayne lo lleva a tomar partido por los d¨¦biles frente a los fuertes, a defender que la convivencia no puede basarse en la fuerza.
El quinto episodio de la pel¨ªcula de los Coen, por ejemplo, relata la historia de una de aquellas caravanas que surcaban el Oeste sorteando peligros en busca de una nueva oportunidad, una caravana de inmigrantes que provienen de todos los rincones del mundo, no demasiado diferente de las que ahora denostan dirigentes racistas. Y el primer episodio de La balada de Buster Scruggs tiene algo de musical, lo que tampoco es ajeno al g¨¦nero como demuestra el gran w¨¦stern La leyenda de la ciudad sin nombre. En ese filme, Lee Marvin pronuncia un parlamento que podr¨ªa aplicarse el dirigente que m¨¢s interiorizado tiene el papel de sheriff y el que peor lo ha entendido: "Creo que no existe un solo mandamiento que no haya violado. He vendido whisky a los indios, hago trampas a las cartas, pero hay una cosa que no he hecho en mi vida. Nunca he traicionado a un socio". La ¨¦tica de John Wayne puede ser muy ¨²til, siempre que se entienda.
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