Amanda Bynes reaparece rehabilitada de la depresi¨®n y las drogas
La actriz que triunf¨® cuando ten¨ªa siete a?os ha estado cuatro apartada de la vida p¨²blica. Ahora asegura estar lista para regresar a la industria
En Hollywood se cuentan por decenas las estrellas infantiles que, tras un prometedor inicio en la industria del entretenimiento, han visto su futuro evaporarse como el humo. Algunos de ellos se alejaron voluntariamente, otros fueron desplazados al olvido por esta ingrata industria que no les lleg¨® a explicar bien el porqu¨¦. Pero hay un ¨²ltimo grupo que, a pesar de tener una carrera agotada, se mantienen constantemente en las portadas y en los focos medi¨¢ticos, ya no por sus performances en las pantallas, sino por sus acciones fuera de ellas. Amanda Bynes es parte de este ¨²ltimo grupo, el de los ni?os estrella ca¨ªdos en desgracia.
Iniciada su carrera a la temprana edad de siete a?os, Bynes se catapult¨® como la ni?a m¨¢s popular del canal Nikelodeon con la serie que llevar¨ªa su nombre: The Amanda Show. Tras varios ¨¦xitos en la pantalla grande como Big Fat Liar y Un sue?o para ella, la californiana, de ahora 32 a?os, empezaba a conocer la fama internacional y todo lo que ella conlleva. Fue as¨ª como en 2012, la actriz que una vez gan¨® cinco premios Kids? Choice Awards, empezaba una ca¨ªda en picado que eclipsar¨ªa todos sus logros anteriores.
Posesi¨®n ilegal de drogas, tirar un bong con marihuana desde la ventana de su apartamento por la llegada de la polic¨ªa y numerosos problemas de tr¨¢fico por conducir bajo los efectos de estupefacientes, son solo algunos de los cargos que la enfrentaron a los tribunales en pocos meses. Esto, sumado a las im¨¢genes en las que prend¨ªa fuego a su pantal¨®n en la entrada de su casa o en las que se rasuraba su popular melena rubia, certificaban de una forma demasiado p¨²blica que algo estaba ocurriendo en la vida de la joven int¨¦rprete.
Finalmente en 2013, Bynes acept¨® ser ingresada en un centro de desintoxicaci¨®n y, en diciembre de ese mismo a?o, sus padres obtuvieron la custodia legal de la artista que vivi¨® los siguientes meses bajo sus cuidados. De esta forma, sus a?os en las pantallas quedaban atr¨¢s y, a cambio, se levantaba una nueva Amanda determinada a conseguir su t¨ªtulo de dise?adora de moda en la Escuela de Dise?o Parsons, en Nueva York. Los focos se apagaban, los paparazis dejaban de seguirla por la calle y sus redes sociales, acostumbradas a una gran actividad, mostraron un novedoso silencio.
Esta fue la vida de la int¨¦rprete estadounidense durante los ¨²ltimos cuatro a?os hasta que el pasado martes decidi¨® romper su aislamiento en una entrevista para la revista Paper. Una entrevista que busca esclarecer lo que pas¨® durante sus a?os m¨¢s bajos y que simboliza el deseo de la int¨¦rprete de dejar su pol¨¦mico pasado atr¨¢s.
Seg¨²n relata la actriz, su ca¨ªda empez¨® en 2006 tras el estreno de la pel¨ªcula Ella es el chico. En esta la californiana interpretaba el papel de Viola, una adolescente que se hace pasar por su hermano en el colegio y termina enamor¨¢ndose de su compa?ero, interpretado por Channing Tatum. ¡°Cuando vi la pel¨ªcula entr¨¦ en un periodo de depresi¨®n de cuatro a seis meses porque no me gustaba c¨®mo me ve¨ªa como chico¡±, confiesa la actriz. ¡°Fue una experiencia superextra?a con la que me dio el baj¨®n", a?ade.
A partir de ese momento la joven que hasta entonces hab¨ªa mostrado una figura esbelta y despreocupada, empez¨® a fijar su atenci¨®n en la forma de su cuerpo y en c¨®mo este se ve¨ªa en pantalla. Bynes recuerda que cuando empez¨® a grabar la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de Hairspray (2007) vio un art¨ªculo en una revista que hablaba de la droga estimulante Adderall como "la nueva p¨ªldora de adelgazar", algo que inmediatamente llam¨® su atenci¨®n.
"Todos hablaban de c¨®mo muchas mujeres la tomaban para permanecer flacas, as¨ª que me dije: 'Tengo que conseguir una de esas", se?ala la protagonista de Lo que me gusta de ti. Fue as¨ª como la estrella infantil fue a un psiquiatra y fingi¨® s¨ªntomas del Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad para conseguir la droga que poco a poco empez¨® a afectar su trabajo.
"Cuando estaba grabando Carta Blanca [en 2010], recuerdo estar en la caravana masticando tabletas de Adderall y no poder concentrarme en mis di¨¢logos", revela Bynes. Esto, sumado a sus inseguridades corporales, terminaron por sacarla de quicio y la actriz renunci¨® a la comedia en mitad de la grabaci¨®n. "Lo que hice fue poco profesional, el irme as¨ª y dejarlos con todo colgado cuando ya hab¨ªan gastado tanto dinero", admite ahora la int¨¦rprete que recuerda ese momento como el principio del final.
Meses despu¨¦s de su arrebato, Bynes fue a la presentaci¨®n de la pel¨ªcula que protagonizaba junto a Emma Stone, Easy A, lo cual termin¨® por arrojarla al abismo. "No pod¨ªa aguantar mi apariencia en esa pel¨ªcula y tampoco me gustaba mi actuaci¨®n. Despu¨¦s de verla estaba convencida de que deb¨ªa dejar de actuar", cuenta la californiana.
Fue as¨ª como a los 24 a?os decidi¨® retirarse de la industria del entretenimiento a trav¨¦s de una publicaci¨®n en Twitter, algo que ella misma califica de un error "tonto" provocado por las drogas que consum¨ªa en su momento. Sin un trabajo y con un futuro incierto, la int¨¦rprete se vio a s¨ª misma "sin un prop¨®sito en la vida" y perdi¨® su camino. "Ten¨ªa demasiado tiempo libre, as¨ª que me la pasaba todo el d¨ªa fumada", desvela. "Realmente me concentr¨¦ en las drogas y mi mundo se volvi¨® muy oscuro y triste".
Pero a su alejamiento de las pantallas le sigui¨® una inusual actividad en sus redes sociales. Tras varias publicaciones con contenido sexual o con cr¨ªticas directas a otros artistas del ambiente, los seguidores de la actriz empezaron a preocuparse por su estabilidad mental. Ahora Bynes niega que tuviera alg¨²n trastorno o problema de bipolaridad como se dec¨ªa en los medios, y en su lugar culpa exclusivamente a las drogas por su comportamiento err¨¢tico. "Realmente estoy muy avergonzada por las cosas que dije. No puedo retroceder en el tiempo, pero si pudiera, lo har¨ªa. Lamento mucho si lastim¨¦ a alguien o si dije mentiras, porque de verdad la conciencia me carcome. Me siento triste y asqueada", admite. "En Twitter arruin¨¦ todo por lo que hab¨ªa trabajado mi vida entera. (¡) [Cada vez que estaba fumada] era como si un alien hubiera invadido mi cuerpo", a?ade.
Pero a pesar de todo lo que ha vivido y de la poca piedad que le han tenido los medios de comunicaci¨®n, Bynes est¨¢ lista para volverse a subir al ring y pelear por un nuevo espacio en la industria. "No le tengo miedo al futuro. He pasado por lo peor, he salido al otro lado y he sobrevivido, as¨ª que siento que de aqu¨ª solo me queda un camino para arriba", concluye.
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