Andr¨¦s Calamaro ofrece detalles de su contacto con un ovni

Ocurre con Andr¨¦s Calamaro (Buenos Aires, 1961) que cada paso que da levanta una irresistible mezcla de curiosidad y excitaci¨®n. En lo musical, porque ha aportado obras esenciales del rock en castellano (con Los Rodr¨ªguez, y en solitario con discos como Alta suciedad u Honestidad brutal). Y como personaje p¨²blico porque sus reflexiones y acciones son casi siempre imprevisibles, basculando entre la intelectualidad y la chaladura.

El rockero tiene nuevo disco, Cargar la suerte, que ha sido saludado como un buen trabajo: no llega a la calidad de sus obras cumbre, pero derrocha gotitas de genialidad, m¨¢s que en sus obras recientes.

"En medio del campo hab¨ªa unas luces que no ten¨ªan ninguna explicaci¨®n. Como una luz fija. Se ve¨ªa como si hubiera un poco de niebla"

Y como tiene nuevo ¨¢lbum, Calamaro ha accedido a hablar con los periodistas. Y ah¨ª, Andr¨¦s es una fuente de an¨¦cdotas suculentas. Ocurri¨® en el programa de la radio argentina Nada personal. El cantante estuvo repasando su trayectoria mientras iba hablando de amigos m¨²sicos (Gustavo Cerati, Charly Garc¨ªa), de sus estancias en Espa?a, de su ¨¦poca dura con las sustancias... Y entonces lleg¨® el momento.

El periodista pregunta, dubitativo: "Andr¨¦s, yo no s¨¦ si ser¨¢ verdad o es un mito eso de que una vez tuviste un avistaje de ovni. ?Es cierto eso?". El m¨²sico no duda: "Absolutamente cierto".

?Y detalla c¨®mo fue aquello. Ocurri¨® a principios de los ochenta, mientras Calamaro estaba de gira con Los Plateros, antes de incorporarse a Los Abuelos de la Nada.

Recorr¨ªan toda la provincia de Buenos Aires. Entonces el guitarrista Gringui Herrera le dice a Calamaro que mire por la ventana.

Y relata Calamaro: "En medio del campo hab¨ªa unas luces que no ten¨ªan ninguna explicaci¨®n. Como una luz fija. Se ve¨ªa como si hubiera un poco de niebla. No se ve¨ªan las estrellas, pero estas luces s¨ª. Hab¨ªa una luz fija y otra que se mov¨ªa un poco. Y despu¨¦s parec¨ªan alejarse. Las estuvimos viendo un rato. Despertamos a otros del grupo para que la vieran tambi¨¦n. F¨ªjate que una semana despu¨¦s en la revista Siete d¨ªas sal¨ªa un art¨ªculo sobre esto, que creo que se llama avistamiento, que es ver un ovni.? Sal¨ªa un mapa de toda la gente que lo hab¨ªa visto en Am¨¦rica. Y casualmente la parte de provincia de Buenos Aires estaba en la ruta".

'Tr¨¢nsito lento', una de las canciones de su reciente disco, 'Cargar la suerte'.

Y el m¨²sico remata la historia: "Era un aut¨¦ntico objeto volador no identificado. O sea, ni yo ni nadie lo pod¨ªan identificar. Y volaba. Por lo tanto, t¨¦cnicamente vimos un ovni, un objeto volador no identificado".

Pero esta historia todav¨ªa no ha acabado. A?os despu¨¦s, en 1984, Calamaro abre su primer disco en solitario, Hotel Calamaro, con la canci¨®n Fabio Zerpa tiene raz¨®n. ?Qui¨¦n es Fabio Zerpa? Un aventurero y uf¨®logo uruguayo que se hizo muy famoso en Argentina desde los a?os cincuenta porque aseguraba haber visto ovnis. Despu¨¦s de ver Calamaro a su ovni compuso una canci¨®n que dice: Fabio Zerpa tiene raz¨®n./ Hay marcianos entre la gente./ No s¨¦ que quieren ni de d¨®nde son./ Ni que hacen aqu¨ª en la tierra./ Pero de algo estoy seguro./ Que est¨¢n copando el mundo a traici¨®n".

Otra de las intimidades que se han sabido de Calamaro estos d¨ªas es que lleva tiempo viviendo solo, una condici¨®n casi in¨¦dita en su vida y que se intuye en las nuevas letras de su disco. El rockero termin¨® su relaci¨®n en 2017 con la modelo y actriz argentina Micaela Breque, de 29 a?os. Breque vive ahora en Madrid con el tambi¨¦n m¨²sico (y estrella de las redes sociales) James Rhodes. Este pianista londinense salt¨® a la fama despu¨¦s de escribir Instrumental, un libro donde narra con crudeza los abusos sexuales que recibi¨® de peque?o por su profesor de gimnasia.

En una entrevista con la web Efeeme, Calamaro habla de su nueva condici¨®n de soltero: "Este ¨²ltimo a?o y medio abrac¨¦ otro estilo de vida. Vivo solo, 'sin novia ni reloj', como cantar¨ªa Jorge Ilegal. La soledad tiene la comodidad de un pantal¨®n que usamos todos los d¨ªas, se instala y nos termina gustando. La soledad¡­ Cambi¨¦ mis h¨¢bitos alimentarios. Yo mismo elijo la comida en el mercado y cocino la cena todos los d¨ªas. Adem¨¢s entreno boxeo, pocas cosas me gustan tanto como vendarme y ponerme los guantes. Tambi¨¦n hubo cambios en el decorado de mi vida y mi casa es ahora una catedral para escuchar discos. Escucho m¨²sica todo el d¨ªa y de noche".

Como siempre, honestamente brutal...