Tierra tr¨¢game: 30 confesiones bochornosas de la cena de Navidad de empresa
Una treintena de trabajadores cuenta en qu¨¦ momento se torci¨® aquella fiesta que parec¨ªa de confraternizaci¨®n. Y lo peor no fue eso: lo peor lleg¨® el d¨ªa siguiente
Es tiempo de celebraciones, pero Salvador Prado (42 a?os), que trabaja de comercial en una compa?¨ªa, tiene claro que ya no asistir¨¢ a ninguna cena de empresa por Navidad. Bajo la manga guarda la excusa para el jefe: necesita quedarse en casa con los ni?os porque su mujer tiene turno de noche. Salvador confiesa que, al igual que muchos de sus compa?eros, antes acud¨ªa a estas celebraciones por: a) conseguir acumular m¨¦ritos para ascender; o b) ligarse a alguna compa?era simulando el cap¨ªtulo Blanca Navidad de la serie brit¨¢nica Black Mirror. Ahora aborrece estas fiestas porque nunca consigui¨® sus prop¨®sitos. ¡°Se suelen caracterizar por men¨²s caros en relaci¨®n calidad/precio que la empresa ya no paga; alg¨²n desorden et¨ªlico con o sin consecuencias posteriores; intentos imposibles o muy improbables de seducci¨®n con colegas de trabajo, e inevitables resacas al d¨ªa siguiente de una noche forzada e inacabable¡±, retrata.
Pero, ?Salvador est¨¢ haciendo bien al desmarcarse de su cena navide?a de empresa? ¡°No conviene asistir a estas fiestas con unas expectativas muy altas. Al d¨ªa siguiente, hay que asumirlo: la marcha y la gente ser¨¢ igual que el resto del a?o en el trabajo¡±, se?ala el psic¨®logo Jorge Barraca.
El fen¨®meno contrario a la actitud de Salvador est¨¢ en asistir a las cenas de trabajo por temor a ser tachados de herejes en su empresa. ¡°El alcohol suele ser la excusa para que, en lugar de contenerse, la tensi¨®n aumente y se pierdan los papeles. Pero no es por la bebida, tambi¨¦n por el clima de imposici¨®n. Y no solo los empleados se la juegan. Los jefes ponen en riesgo su autoridad si no saben comportarse, al ser mirados tambi¨¦n con lupa¡±, subraya el psic¨®logo Barraca.
Una vez que ya has decidido ir hay que tomar alguna precauci¨®n. Hay dos palabras clave: mesura y prudencia, tanto con las copas como en los temas de conversaci¨®n. ¡°No hay que pasarse con el alcohol. Lo normal es una cerveza como aperitivo, una copa de vino para la comida o la cena y una de champ¨¢n para el brindis. Quien no est¨¦ acostumbrado a beber, mejor un refresco para el aperitivo y solo necesita mojarse los labios con el vino o el champ¨¢n y tomar agua", aconseja Mar¨ªa de la Serna, t¨¦cnico en Protocolo y Relaciones Institucionales por la Escuela Internacional de Protocolo y coautora de Protocol Bloggers Point.
Pero todas las comidas o cenas de empresa tiene un gran peligro: qu¨¦ pasa despu¨¦s de los postres. "La cena llega hasta el postre y el brindis. A partir de ah¨ª no deber¨ªa considerarse cena de empresa, por ejemplo, ir a un karaoke. Entonces hay que tener a¨²n m¨¢s cuidado que en la cena, porque seguir la juerga en otra parte hace m¨¢s dif¨ªcil mantener la compostura¡±, advierte De La Serna.
Y aqu¨ª, cuando se alarga la cena, entran en juego las historias con chicha. Unas divertidas, otras con final dram¨¢tico, algunas rid¨ªculas y las m¨¢s cuando es mejor olvidarlas.
Estos valientes se han atrevido a compartir sus historias. Los apellidos est¨¢n omitidos por deseo de los participantes.
1. Enrique, 49 a?os, m¨¦dico: ¡°Trabajo en un centro de salud. Hicimos la cena de Navidad en un restaurante cercano. Todo el personal del restaurante (cocineros, camareros, servicio de limpieza...) eran pacientes nuestros. Claro, nos emborrachamos y dimos un buen espect¨¢culo, bailando y haciendo tonter¨ªas... delante de nuestros pacientes. Al d¨ªa siguiente, en la consulta, nos quer¨ªamos morir de verg¨¹enza. Los pacientes se lo tomaron mejor y nos miraban con cara de "ya te vale, como estabas anoche, doctor".
2. Miguel, 46 a?os, relaciones p¨²blicas: ¡°Las palabras del presidente de la firma durante el brindis de una cena navide?a fueron m¨ªticas. Para que le atendi¨¦ramos, dio con el cuchillo en la copa y la rompi¨®. Le saltaron unos cuantos cristales, y hubo que llevarlo de urgencias para darle puntos. Desde entonces aquella an¨¦cdota se conoce como: 'El d¨ªa del discurso ensangrentado".
3. Ana, 37 a?os, ingeniera: "Siempre recordar¨¦ esa cena de empresa. Me enroll¨¦ con mi compa?ero de trabajo. Ahora ya no trabajamos en el mismo sitio. Pero llevamos siete a?os juntos y acabamos de tener a nuestro primer hijo".
4. Ra¨²l, 32 a?os, abogado: ¡°En la ¨²ltima cena de empresa me toc¨® sentarme al lado de una chica muy atractiva a la que no recordaba haber visto por la oficina. Como la empresa cambia de becarios cada dos por tres, pens¨¦ que ser¨ªa la nueva persona en pr¨¢cticas. Despu¨¦s de varias copas empec¨¦ a tirarle los trastos. Cuando me levant¨¦ para ir al servicio, uno de mis compa?eros me avis¨® de que era la hija del director general. El resto de la noche no me atrev¨ª a mirar a la cara ni a ella ni al director general, que estaba sentado cerca y seguramente hab¨ªa o¨ªdo toda la retah¨ªla que le solt¨¦ a su hija¡±.
5. Juan, 29 a?os, consultor: "Esta historia siempre ser¨¢ un misterio. En el edificio donde trabajamos tenemos un expositor en la planta baja. Al d¨ªa siguiente de las copas de empresa la se?ora de la limpieza se encontr¨® un tanga all¨ª colgado. Nunca se ha descubierto a la due?a o el due?o".
6. Laia, 33 a?os, responsable de marketing: ¡°Trabajaba la comunicaci¨®n de una empresa de champ¨¢n. Para las fiestas navide?as nos obsequiaron con una cata de sus champanes. La directora de cuentas, que llevaba tres semanas en la compa?¨ªa, se emborrach¨® y continu¨® la fiesta con los clientes. Al d¨ªa siguiente ten¨ªa reuniones de trabajo, pero no apareci¨® por el despacho. Dos d¨ªas despu¨¦s dijo que hab¨ªa estado con ellos de fiesta en un hotel y que se hab¨ªan encontrado a Amancio Ortega, con quien hab¨ªan salido de fiesta hasta muy tarde. Seg¨²n ella, estaba haciendo relaciones p¨²blicas. Seg¨²n el jefe, estaba despedida. Nunca se supo si lo de Ortega fue real o una excusa¡±.
7. Luisa, 32 a?os, comercial: ¡°En mi departamento siempre se celebra un karaoke porque a los cuatro jefes que tenemos les encanta. Se dedican a destrozar temas de Sabina y Roc¨ªo Jurado, con los curritos haciendo los coros. Lo peor es que debemos poner dinero: 10 o 15 euros por cuatro bandejas cutres de canap¨¦s, y el alcohol aparte. Supuestamente, la empresa financia la fiesta a raz¨®n de 20 euros por persona. Lo bueno es que genera un nexo de uni¨®n con los compa?eros sufrientes¡±.
8. Mario, 36 a?os, ingeniero: ¡°Cuando trabajaba en una compa?¨ªa telef¨®nica en Escocia se celebr¨® una megafiesta de fin de a?o con los compa?eros con una barra libre. En Escocia el alcohol es muy caro y la gente bebe mucho. Fue un desparrame incre¨ªble: todo el mundo estaba borracho de caerse. Una de las jefas se meti¨® en un ba?o con un par de empleados. Alguien los vio y lo cont¨®. Ella cambi¨® de departamento y a ellos, que trabajaban juntos, se les separ¨® y cambiaron de ¨¢rea. No se les volvi¨® a ver juntos¡±.
9. Julio, 44 a?os, contable: ¡°A un compa?ero no se le ocurri¨® otra cosa que grabar un v¨ªdeo pretendidamente humor¨ªstico con otros dos compa?eros. Era una patochada de musical donde criticaban lo r¨¢pido que hab¨ªa ascendido una chica que acababa de entrar en la empresa. Es la t¨ªpica cosa que se le ocurre al macho alfa cuando est¨¢ borracho. El v¨ªdeo no hizo gracia al director de la empresa y desemboc¨® en el despido de los tres¡±.
10. In¨¦s, 38 a?os, administrativa: ¡°?ramos 30 y hab¨ªamos concretado el men¨² con dos semanas de antelaci¨®n en un restaurante. Llamamos un d¨ªa antes para avisar de la baja de varias personas, pero no pudimos hablar con ellos. Pensamos que se deb¨ªa a que estar¨ªan liados por las fechas que eran. Cuando nos presentamos el d¨ªa de la cena, el restaurante hab¨ªa cerrado y no nos hab¨ªan avisado. Terminamos cenando en un Burger King porque fue imposible encontrar ning¨²n otro sitio¡±.
11. Santiago, 39 a?os, inform¨¢tico: ¡°Un compa?ero se li¨® en dos cenas de Navidad distintas con dos compa?eras. Este a?o estamos esperando a ver con quien se l¨ªa... Por cierto, el tipo tiene novia¡±.
12. Daniel, 47 a?os, contable: ¡°En una de mis primeras cenas de empresa, la directora del equipo, que era una crack, se subi¨® borracha a un escenario en un karaoke, y se insinu¨® a lo bestia a varios compa?eros. Al d¨ªa siguiente se escondi¨® una semana en el despacho¡±.
13. Alejandra, 45 a?os, enfermera: ¡°Una celadora llevaba nueve meses de baja por problemas de espalda y cadera. Al menos eso se supon¨ªa. Asisti¨® a la cena de Navidad, porque nunca se pierde una fiesta. Intentaba controlarse neg¨¢ndose a bailar porque, dec¨ªa, le dol¨ªa la espalda. Al final, bail¨® una canci¨®n y estuvo m¨¢s de tres horas de bailoteo, con unos tacones de palmo. Fue la reina de la pista. Despu¨¦s de la cena, sigui¨® de baja unos meses m¨¢s...¡±.
14. Manuela, 52 a?os, ginec¨®loga: ¡°Una enfermera, casada con un m¨¦dico de su mismo hospital, acudi¨® sin su marido a la cena de trabajo. All¨ª ella y otro m¨¦dico del mismo departamento que su marido comenzaron a coquetear. La cena se celebraba en un hotel, en el que este m¨¦dico, que viv¨ªa en otra ciudad cercana, hab¨ªa reservado habitaci¨®n para quedarse a dormir. Los dos tortolitos, bebidos, subieron a la habitaci¨®n. Pero otro de los compa?eros avis¨® al marido, que se present¨® en el hotel y los pill¨® en el pasillo. Se liaron a tortas. Intervino la polic¨ªa local, pero la fiesta sigui¨® para los dem¨¢s¡±.
15. Micaela, 48 a?os, secretaria: ¡°Unos responsables de departamento presum¨ªan en una comida navide?a ante el jefe de los logros de sus respectivas ¨¢reas en facturaci¨®n y ventas. El presidente de la empresa interrumpi¨® la conversaci¨®n, hizo venir al de contabilidad y le pidi¨® que diera las cifras por departamentos. All¨ª, en la comida de empresa. Los n¨²meros no eran los mismos de los que presum¨ªan. Desde ese momento se respir¨® mucha tensi¨®n en la comida¡±.
16. Jaime, 43 a?os, maestro: ¡°Era una cena navide?a con la directora del colegio. Ella era un personaje peculiar, muy mandona y malhumorada. No dejaba pasar ni una. No estaba acostumbrada a beber y se emborrach¨® con la primera copa. Empez¨® a tirar los trastos a todos. Nos sorprendi¨® mucho. Pensamos que a lo mejor le hac¨ªa falta este tipo de encuentros para convertirse en una persona normal. El primer d¨ªa de clase tras las fiestas, un profesor le pregunt¨® si hab¨ªa dormido bien despu¨¦s de la juerga. La directora, con mirada asesina, le fulmin¨®: ¡®Una cena es una cena, aqu¨ª estamos trabajando¡¯. Volvi¨® a ser la misma de siempre¡±.
17. Antonio, 54 a?os, marketing: ¡°En la cena, el jefe se pas¨® la noche contando chistes rancios. Una de las compa?eras no pudo m¨¢s, se levant¨® y pidi¨® permiso para irse alegando no poder seguir escuchando tanto chiste machista. Nos dio una lecci¨®n a los dem¨¢s¡±.
18. Francisco, 55 a?os, cajero de banco: ¡°Uno de los jefes y una empleada, solteros ambos, manten¨ªan una relaci¨®n en secreto. Durante la cena, ella iba varias veces al ba?o y ¨¦l sal¨ªa constantemente a fumar. Unos compa?eros decidieron seguirles y le pillaron bes¨¢ndose en el pasillo de la cocina del restaurante. Desde ese momento oficializaron su relaci¨®n¡±.
19. Pedro, 41 a?os, agente inmobiliario: ¡°Me fui de cena de empresa la noche de un viernes. Beb¨ª m¨¢s de la cuenta, pasando el punto de no retorno. Cuando me levant¨¦ a la ma?ana siguiente, ten¨ªa un mensaje de WhatsApp de mi mejor compa?ero de curro: '?Uf, la que liamos! ?Est¨¢s bien?'. Respond¨ª: 'S¨ª. Pero, ?qu¨¦ pas¨®?'. Me dijo con un emoticono de risa tronchante: 'Ni idea. Suerte'. Decid¨ª que no quer¨ªa saber lo que pas¨®. Y as¨ª sigo. Gracias, Juan, por no cont¨¢rmelo¡±.
20. Adela, 45 a?os, administrativa: ¡°Durante el baile en una discoteca despu¨¦s de la cena, nos hab¨ªamos quedado unos cuantos compa?eros y un par de jefes. Un empleado, borracho, le pellizco el culo a una compa?era y ella le devolvi¨® un bofet¨®n. Al d¨ªa siguiente, ella se dirigi¨® al comit¨¦ de empresa y a ¨¦l le echaron a la calle¡±.
21. Luis, 41 a?os, rehabilitador f¨ªsico: ¡°En una cena de empresa del hospital, el jefe se present¨® con dos chicas que acaba de conocer en un bar. As¨ª lo justific¨®: ¡®Total, aqu¨ª hay comida para muchos y as¨ª no las tengo que invitar yo a cenar¡±.
22. Vicente, 39 a?os, publicista: ¡°Un grupito de un departamento, hartos de los precios del bar del hotel donde se celebra la cena, cargaron el maletero de uno de los coches con neveras y bebida, en plan botell¨®n. De tanto en tanto, sal¨ªan del bar a tomarse una copa fuera. Dijeron que fue el propio hotel que, viendo las idas y venidas, llam¨® a la Polic¨ªa Local. Tambi¨¦n hab¨ªa alg¨²n porro por ah¨ª. La polic¨ªa les mult¨® a todos. Los de dentro ni se enteraron¡±.
23. ?ngela, 43 a?os, directora de comunicaci¨®n: ¡°En una gran empresa de muchos empleados y diferentes departamentos, nos reunimos en una cena y empezamos a gritar 'que se besen, que se besen¡¯ a los jefes de dos departamentos. Ten¨ªan una relaci¨®n. Todos lo sab¨ªamos, pero ellos no sab¨ªan que est¨¢bamos al tanto. Ahora ya no est¨¢n juntos¡±.
24. Marina, 45 a?os, secretaria: ¡°El presidente de mi empresa es famoso por torturar con un discurso interminable al becario de turno la noche de la cena de Navidad. Esta tradici¨®n le hace gracia a todo el mundo menos al pobre becario, que debe aguantar estoicamente la charla mientras ve c¨®mo el resto bebe, baila y se divierte. Para evitar que el becario se escaquee de la cena ante tal panorama, evitamos mencionarle el tema del discurso y las semanas previas a la cena las dedicamos a hablar de lo bien que lo pasamos siempre en la cena de empresa¡±.
25. Sergio, 37 a?os, periodista: ¡°Lo m¨¢s surrealista que me ha ocurrido durante una cena de Navidad fue acabar sujet¨¢ndole la chaqueta a mi jefe mientras vomitaba en la calle. Yo s¨®lo pensaba en lo incomodo que iba a ser verle al d¨ªa siguiente en la redacci¨®n, pero ¨¦l hizo como si no hubiera pasado nada y nunca se volvi¨® a hablar del tema¡±.
26. ?lvaro, 35 a?os, ejecutivo de cuentas: "Despu¨¦s de la cena dos de los directores de la empresa, bastante bebidos, se liaron a tortazos limpio por una de las trabajadoras. Fue vergonzoso, a la par que divertido. Lo cierto es que el lunes aparecieron los dos con secuelas, pero como si nada. Todav¨ªa siguen trabajando en la misma empresa".
27. Mateo, 54 a?os, empresario: "Despu¨¦s de la comida de empresa, nos fuimos a un local a tomar la ¨²ltima. No me acuerdo de cuantas m¨¢s cayeron, ni de la hora a la que llegamos finalmente. Resulta que hab¨ªa quedado con mi pareja para hacer algo que no recuerdo. Dorm¨ª en el jard¨ªn de casa".
28. Mar¨ªa, 30 a?os, dise?adora: "Sin duda, eran las dos personas que peor se llevaban de la empresa. Siempre estaban pele¨¢ndose, en plan competitivo. Creaban un ambiente raro a su alrededor. Y el d¨ªa de la cena de Navidad, se sientan juntos en la mesa, se van juntos y... despu¨¦s de dos a?os, siguen juntos".
29. Sergio, 28 a?os, en paro: "Hace un par de a?os, cuando trabajaba en una tienda de deporte, me toc¨® sentame al lado de mi jefa en la cena de Navidad. Jam¨¢s hab¨ªa cruzado m¨¢s de dos frases seguidas con ella, pero esa noche estaba especialmente animada y empez¨® a contar batallitas. Comenz¨® hablando de lo t¨ªpico: anteriores trabajos, trifulcas entre jefes que ella hab¨ªa presenciado, famosos a los que hab¨ªa atendido en la tienda... Pero ya en los postres, mientras engull¨ªa un tiramis¨² que casi expulso por la nariz al escuchar lo que me dijo, solt¨® la bomba. Me cont¨® con orgullo que ella hab¨ªa sido portada de la revista Intervi¨² ?como la mism¨ªsima Marisol! En ese momento me hizo gracia, al d¨ªa siguiente no sab¨ªa c¨®mo mirarla a la cara...".
30. Lorena, 37 a?os, dise?adora: "En la cena del a?o pasado, con unas cuantas copas de m¨¢s, he de dedir, me pareci¨® muy divertido comerle el cuello a uno de mis compa?eros delante de todo el mundo. La gracia estaba en que mi compa?ero es gay y nadie m¨¢s lo sab¨ªa en la oficina, por lo que se quedaron at¨®nicos al verme lanzarme a su cuello. Como suele pasar en estos eventos, lo que te hace gracia por la noche al d¨ªa siguiente te pasa factura. Me convert¨ª en la comidilla de las siguientes semanas y ahora que estamos a punto de celebrar la Navidad de este a?o ha vuelto a resucitar el tema y me preguntan si repetir¨¦ el numerito".
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