La lengua nacional
Hoy el PNV apunta nuevamente a la soberan¨ªa, pero desde la conquista de la sociedad
![M¨¢s de 2.800 barakaldeses se han sumado hasta la fecha a participar en la iniciativa Euskaraldia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2T5TYT4XWOM6FNVDCJC5JKFPIY.jpg?auth=67e16a11f26615265383ce4849b7603e23f9cdf22387b10951a2e7fefe80d975&width=414)
Suele olvidarse que si ha existido un partido gramsciano en nuestro pa¨ªs, este es el PNV. Aun a pesar de su extrema rigidez doctrinal, su fundador Sabino Arana, fiel a las ense?anzas de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, percibi¨® la exigencia de adecuar el dominio pol¨ªtico buscado de su lengua nacional ¡ªque nunca lleg¨® a hablar con soltura¡ª a una realidad social de abierto retroceso en cuanto a su uso y conocimiento en zonas urbanas. Lo esencial era crear la diferencia y para ello, mientras creaba un euskara de laboratorio, cortado del erdera, del castellano, percibi¨® que una propaganda en vascuence le aislaba de los patriotas hispanohablantes; as¨ª que promovi¨® un castellano euskerizado que ya ha sido incluso asumido y oficializado en Espa?a. Faltaba la socializaci¨®n del euskara, su ense?anza y su uso, emprendidas hasta 1936, en el marco de la concepci¨®n del nacionalismo como ¡°un pueblo en marcha¡±.
El golpe del franquismo fue duro, pero el idioma resisti¨®, minoritario. El s¨ªmbolo de la exigencia de recuperaci¨®n fue una canci¨®n de Urko (Josean Larra?aga), que inclu¨ªa el presente del verbo ser en euskara como ilustraci¨®n de su t¨ªtulo Guk euskaraz, zu zergatik ez? (Nosotros, en euskera; ?t¨², por qu¨¦ no?). Desde entonces, es conocido el avance del idioma, impulsado por la prioridad en el sistema educativo y las ventajas laborales, superando el dif¨ªcil aprendizaje. Hasta que en el viraje independentista de Ibarretxe, se convirti¨® en n¨²cleo de la definici¨®n de ese pueblo vasco m¨ªtico que desde ocho mil a?os atr¨¢s lo habl¨®, frente al cerco exterior, entonces de los capsienses. Menos mal que a partir del neol¨ªtico el homo pirenaicus vasco, seg¨²n contaba alguien en broma, no estuvo solo, acompa?¨¢ndole la vaca pirenaica.
Hoy el PNV apunta nuevamente a la soberan¨ªa, pero desde la conquista de la sociedad. En ello se inscribe la iniciativa de Euskaraldia, de generalizaci¨®n del uso del euskara cuando a¨²n media poblaci¨®n vasca lo ignora. Por once d¨ªas, siguiendo el patr¨®n futbol¨ªstico, ahora que nuestro Athletic agoniza. Dos pins en la solapa, dos posiciones: Ahobizi, vive en la boca, pro-uso por los euskaldunes; Belarriprest, o¨ªdos preparados, disposici¨®n para aprenderlo y usarlo por los castellanohablantes.
La invitaci¨®n es amable. El contenido lo es menos, seg¨²n sugiere el Belarriprest, que permite al que-no-sabe mostrar con la chapa su deseo de incorporarse al aut¨¦ntico colectivo vasco, contrapunto del discriminatorio Belarrimocha (transferido de la raza sabiniana a la lengua). Lo ilustran aquellos tenderos que quieren solo dependientas vascohablantes y unos incentivos que sobre el ejemplo catal¨¢n, con los pins de identificaci¨®n, marginan de la naci¨®n a quienes desean seguir en una sociedad biling¨¹e.
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