Gibraltar y Vox

La pol¨ªtica de Estado le dur¨® a la derecha espa?ola lo mismo que, seg¨²n se dice, dura un caramelo a la puerta de un colegio. Pero es que esa medida del tiempo es de la posguerra. Ahora, en esta Espa?a de la abundancia, la de los municipios como Pozuelo o Sant Cugat, ning¨²n ni?o se agacha por menos de una PlayStation. La medida del patriotismo ha ido cambiando de forma parecida.

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La roca

EDITORIAL | Espa?a y el Brexit

Cuando sonaron las primeras alarmas sobre un acuerdo de Brexit sin la menci¨®n adecuada sobre Gibraltar, y cuando el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, toc¨® a rebato a los europeos para que no tragaran con una minusvaloraci¨®n de Espa?a, no tard¨® nada la derecha, por boca de Pablo Casado, en apuntarse a luchar de nuevo por el Pe?¨®n. Ah¨ª estuvieron todos por ese tiempo que antes marcaba el caramelo. Tambi¨¦n Albert Rivera: si hay que dar la sangre por algo, que sea por Gibraltar.

Pero algo pas¨® que signific¨® que la postura de toda la derecha cambiara. Y ese algo se llama Vox. Y el h¨¦roe del minuto, Borrell, se torn¨®, por arte de magia, en un villano.

Sin que hubiera soluci¨®n de continuidad, tanto Casado como Rivera se convirtieron en los grandes valedores de Theresa May en Espa?a, y sus explicaciones dirigidas al Parlamento ingl¨¦s fueron aceptadas por los dirigentes de la derecha espa?ola sin el menor pero.

La sombra de Vox planea sobre ese cambio de actitud. Porque tanto el PP como Ciudadanos temen a la extrema derecha espa?ola, con raz¨®n. Hay que entenderles, porque quien tiene que temer a la extrema derecha es la derecha, no la izquierda. Y tanto el PP como Ciudadanos han echado sus cuentas y han concluido que pueden perder m¨¢s por ah¨ª que por el centro.

La derecha espa?ola se ha visto de golpe apoy¨¢ndose en dos de los discursos que m¨¢s odia: el de sus colegas ingleses, y el de un crecido Puigdemont, que ha dedicado sus mejores lindezas a Borrell, al que ha acusado, entre otras cosas, de supremacista.

El mundo al rev¨¦s. La derecha espa?ola comulga con la brit¨¢nica y con los independentistas catalanes. Y todo por culpa de Vox, un partido que de momento solo est¨¢ en las encuestas.

No hay nada nuevo en el frente de Gibraltar. En 1704 la flota asaltante era brit¨¢nica, y la infanter¨ªa, catalana.