A¨²n hay libertad de prensa

S¨ª, el partido nacional conservador Ley y Justicia (PiS seg¨²n sus siglas polacas) considera que los medios de comunicaci¨®n independientes son el enemigo. El propio primer ministro Mateusz Morawiecki declar¨® que ¡°el 80% de los medios de comunicaci¨®n est¨¢n en manos de opositores pol¨ªticos al partido Ley y Justicia, que atacan ferozmente al Gobierno¡±. El presidente Andrzej Duda advirti¨® que ¡°no es bueno que la gran mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n de Polonia est¨¦n en manos extranjeras¡±. ?De qu¨¦ va todo este asunto? Agora, la propietaria de Gazeta Wyborcza, es una empresa polaca. Pero el portal Onet, que justo antes de las elecciones locales de octubre revel¨® conversaciones a escondidas muy comprometedoras para el primer ministro Morawiecki, pertenece a la empresa germano-suiza Ringier Axel Springer. Por su parte, TVN Television, la cual en enero emiti¨® material sobre los neonazis polacos que celebraron el cumplea?os de Adolf Hitler con uniformes de las SS, es a su vez parte de la empresa estadounidense Discovery.

Para los pol¨ªticos de Ley y Justicia la cuesti¨®n es sencilla. Los directivos extranjeros, presionados por pol¨ªticos de Berl¨ªn o Washington que est¨¢n en contra del actual Gobierno polaco, piden materiales cr¨ªticos con el partido gobernante. No hay absolutamente ninguna evidencia de tales pr¨¢cticas. Sin embargo, el PiS lleva meses gritando que es necesario polonizarlos medios de comunicaci¨®n. Es decir, quit¨¢rselos a las corporaciones extranjeras, tal y como se ha hecho en Rusia. En paralelo, los medios de comunicaci¨®n for¨¢neos recibieron una propuesta del PiS para vender acciones de sus empresas en Polonia a las compa?¨ªas que el Gobierno les indicaba. Parec¨ªa que el PiS estaba un paso m¨¢s cerca de su objetivo. Pero el material de la TVN sobre el cumplea?os de Hitler le hizo un flaco favor al Gobierno. Las autoridades comenzaron a hacer la vista gorda con las haza?as de la extrema derecha. Como resultado, el n¨²mero de cr¨ªmenes racistas en Polonia empez¨® a crecer y los extremistas dejaron de esconderse. La investigaci¨®n sobre el caso del cumplea?os de Hitler ha sido negligente. Sin embargo, en noviembre, uno de los portales progubernamentales, bas¨¢ndose en los testimonios de los neonazis acusados que se filtraron desde la fiscal¨ªa, acus¨® a TVN de que sus periodistas hab¨ªan pagado a los organizadores y hab¨ªan participado activamente en la celebraci¨®n. Como prueba, mostraron una fotograf¨ªa de un operador de TVN elevando la mano para hacer el saludo nazi, con la bandera hitleriana de fondo. El canal se defendi¨® diciendo que los periodistas ten¨ªan que ser cre¨ªbles para poder infiltrarse en el medio neonazi con c¨¢maras ocultas, y que eso inclu¨ªa el saludo fascista.

En Polonia te pueden caer dos a?os de prisi¨®n por propagar el nazismo. La fiscal¨ªa abri¨® de inmediato una investigaci¨®n contra el periodista, y la citaci¨®n para la vista se la entregaron en su domicilio agentes de los servicios secretos, que obviamente lo ten¨ªan bajo vigilancia. En los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, totalmente subordinados al Gobierno, comenz¨® una cacer¨ªa contra la TVN. Esta vez, las acusaciones de difundir mentiras y da?ar a Polonia sal¨ªan de boca del propio Joachim Brudzinski, ministro de Interior.

Parec¨ªa inevitable que los periodistas fueran inculpados y, sin embargo, sucedi¨® algo inesperado: la nueva embajadora norteamericana Georgette Mosbacher sali¨® en defensa de TVN y escribi¨® una carta firme al primer ministro de Morawiecki al respecto. Esto paraliz¨® a los pol¨ªticos del partido Ley y Justicia, pues consideraban a Donald Trump su aliado m¨¢s pr¨®ximo. No se trata solo de defenderse de Rusia, sino tambi¨¦n de la relaci¨®n ideol¨®gica entre los l¨ªderes del PiS y el presidente estadounidense. Nadie esperaba una reacci¨®n as¨ª, en defensa de los medios de comunicaci¨®n liberales polacos, que tanto desprecia el presidente estadounidense.

Y es que el Gobierno no tuvo en cuenta el hecho de que los estadounidenses tratan la libertad de los medios como algo sagrado y TVN pertenece a una empresa estadounidense. El Gobierno podr¨ªa haber previsto todo esto. No obstante, su aversi¨®n a los medios de comunicaci¨®n independientes es tan grande que estaba dispuesto a socavar las relaciones con su aliado, que es quien garantiza la seguridad de Polonia. Y todo solo para hundir a la TVN...

El a?o que viene, los polacos elegir¨¢n a los europarlamentarios y, a continuaci¨®n, a sus diputados en el Congreso. Dentro de a?o y medio se celebrar¨¢n las elecciones presidenciales. Los periodistas que revelen m¨¢s esc¨¢ndalos con la participaci¨®n de pol¨ªticos del partido gobernante ser¨¢n un problema creciente, y la tentaci¨®n de amordazar de alguna manera a los medios de comunicaci¨®n rebeldes ser¨¢ grande. Yo desde luego no contar¨ªa con que la embajadora Mosbacher salga en defensa de todas y cada una de las redacciones.

Bartosz T. Wielinski es periodista de Gazeta Wyborcza. Actualmente dirige su secci¨®n Internacional.

Traducci¨®n de Amelia Serraller Calvo.