Amaia (¡®OT¡¯): hay una mujer en Espa?a que lo hace todo bien y solo tiene 19 a?os
Cada paso que da la pamplonica (ya sea musical o est¨¦tico -como que no le da la gana depilarse-), triunfa. Mientras todos ans¨ªan su primer disco, ella pide calma. Y, todo, con una naturalidad impropia de alguien tan joven
Amaia Romero (Pamplona, 1999) parece lo ¨²nico en lo que este pa¨ªs se pone de acuerdo. El lanzamiento de su primera canci¨®n post-OT, una colaboraci¨®n con el grupo indie madrile?o Carolina Durante, desaf¨ªa ese t¨®pico (que tantos disgustos le ha dado a Pen¨¦lope Cruz) de que la sociedad espa?ola lleva regular el ¨¦xito ajeno: el single ha sido recibido con tanto entusiasmo como todo lo que Amaia ha dicho, cantado o dejado de depilarse en los ¨²ltimos 13 meses.
Perdona (ahora s¨ª que s¨ª) es como se llama la canci¨®n que ha hecho con Carolina Durante y ha causado sensaci¨®n tanto entre los seguidores de Operaci¨®n Triunfo (OT) como en los mel¨®manos que llevan 17 a?os acusando al programa de destruir la m¨²sica tal y como la conoc¨ªamos. No es f¨¢cil reconciliar al p¨²blico con su propio prejuicio, pero si alguien puede conseguirlo esa es Amaia. B¨¢sicamente porque a ella le dan igual tus prejuicios. A ella, de hecho, le da igual todo.
No es f¨¢cil reconciliar al p¨²blico con su propio prejuicio, pero si alguien puede conseguirlo esa es Amaia. B¨¢sicamente porque a ella le dan igual tus prejuicios. A ella, de hecho, le da igual todo
¡°Antes de entrar al concurso, le dije a mi familia que yo cre¨ªa que OT no era un lugar reservado para perfiles tipo triunfito, que tambi¨¦n se podr¨ªa mostrar algo nuevo y cambiar las cosas¡±, explicaba la cantante pamplonica en una de las pocas entrevistas que ha concedido. Y con esta naturalidad a la hora de sacudir el sistema, Amaia representa a su generaci¨®n gracias al poco inter¨¦s que tiene en hacerlo.
Su feminismo no se queda en discurso (en la Academia decidi¨® dejar de depilarse y hace unos d¨ªas apareci¨® en los Premios Cosmopolitan con vello en las piernas, posando sonriente delante de un photocall patrocinado por un fabricante de depiladoras), se cuestiona a s¨ª misma (¡°yo me maquillo siempre porque me veo m¨¢s guapa, pero ese es el problema: ?por qu¨¦ me veo mejor as¨ª?¡±), nunca deja de ser espont¨¢nea (¡°jo, gracias por comprar las entradas del concierto porque est¨¢n car¨ªsimas¡±) y demuestra tener gustos musicales de alguien que ha nacido con acceso a toda la cultura del planeta y no solo ha escuchado, como le ocurri¨® a las tres generaciones anteriores, lo que las radios quer¨ªan que escuchase.
Sus versiones a piano dentro de la Academia ya llamaron la atenci¨®n de gente que ni siquiera segu¨ªa OT. El Kanka, Serrat, M-Clan, Txarango, ?l Mat¨® a un Polic¨ªa Motorizado, Antonio Vega, Louis Armstrong o Arcade Fire son influencias que sugieren que el disco de Amaia podr¨ªa, en un fen¨®meno de alineaci¨®n de los astros, acercar a la cr¨ªtica y al p¨²blico. A todos los p¨²blicos. Y la buena noticia es que le est¨¢n dejando componerlo en sus propios t¨¦rminos.
Javier Romero, su hermano y m¨¢nager, se asegur¨® de que el contrato de Amaia con la multinacional discograf¨ªa Universal (que tambi¨¦n firmaron los otros 15 concursantes del programa) incluyese una cl¨¢usula que garantizase libertad creativa total y ninguna presi¨®n de fechas. Y mientras su compa?era Aitana tampoco ha sacado disco largo (s¨ª algunas canciones, como Tel¨¦fono) pero s¨ª un perfume, un libro (acusado de plagio) y promociones de chicles en Instagram, Amaia se ha dedicado a actuar por sorpresa en conciertos de Love Of Lesbian, Russian Red o Rozal¨¦n. Ha dado un pu?ado de conciertos de versiones con la Free Fall Band en el Teatro Real de Madrid, en el Gayarre de Pamplona, en el Primavera Sound y en la gala contra el sida. Se la ha visto charlar con la cantante Rosal¨ªa, con la dise?adora Paloma Wool y con la pintora Carla Fuentes. Ha asistido a un concierto del cantaor Arc¨¢ngel y apareci¨® en el espect¨¢culo de sus antiguas compa?eras del estudio de flamenco de Sara Gallardo. Y nada de eso parece deberse a una campa?a de marketing sino al sencillo motivo de que le apetec¨ªa.
La colaboraci¨®n entre el grupo 'indie' Carolina Durante y Amaia.
Amaia ha publicado 21 fotos en Instagram en un a?o, lleva sin tuitear desde el 22 de agosto y, a diferencia de otros concursantes de su edici¨®n, no ha abierto la boca respecto a su relaci¨®n (o al final de ella) con Alfred. Est¨¢ demasiado ocupada finalizando sus asignaturas de piano en el Liceu de Barcelona y componiendo su disco, producido por Ra¨²l Fern¨¢ndez Refree, seguramente el profesional m¨¢s admirado por el sector indie: se ha ocupado de los discos de Christina Rosenvinge, Rosal¨ªa, Josele Santiago, Silvia P¨¦rez Cruz, Kiko Veneno...
Por otro lado, es probable que la raz¨®n por la que Amaia apenas da declaraciones es porque sabe que no tiene nada que contar. Ella recurre a la misma l¨®gica aplastante que utiliz¨® para negarse a llevar tacones (¡°es que a m¨ª me gusta mi estatura¡±): lo normal, en realidad, es tardar un a?o o m¨¢s en preparar un ¨¢lbum.
Esta mezcla de madurez (retranca sarc¨¢stica) e inocencia (poca verg¨¹enza), ninguna de las dos impostada, consigue que resulte imposible enfadarse con ella
Amaia es un s¨ªmbolo generacional involuntario y perfecto, precisamente, gracias a sus imperfecciones. ¡°Me arrepiento de todo lo que digo a lo largo del d¨ªa¡± es una confesi¨®n con la que cualquiera puede identificarse y que parece volverla inmune a cr¨ªticas o pol¨¦micas. Otra: ¡°Los haters me llaman pringada y tienen toda la raz¨®n¡±.
Cuando les preguntaron a ella y a Alfred si se llevaban alg¨²n amuleto a Eurovisi¨®n, ¨¦l respondi¨® que un pin de David Bowie, ella que Espa?a de mierda, libro de Albert Pla, d¨ªas despu¨¦s de que medio Twitter (ese medio Twitter) ardiera por el regalo supuestamente antipatri¨®tico de Alfred a su novia. Esta mezcla de madurez (retranca sarc¨¢stica) e inocencia (poca verg¨¹enza), ninguna de las dos impostada, consigue que resulte imposible enfadarse con ella, demuestra que los j¨®venes son hoy m¨¢s autoconscientes que sus mayores y, a la vez, son org¨¢nicas con su tejido musical: de una mujer que escucha a los Beatles, a Marisol y a C. Tangana cabe esperar una obra intergeneracional.
Amaia cantando el inmortal tema de Antonio Vega 'El sitio de mi recreo'.
Amaia representa un movimiento cultural actual (en el que el mundo empieza a aceptar que los artistas audaces pueden surgir de OT, de YouTube o de Spotify) al que Espa?a ha llegado tarde. Pero ha llegado, y todo apunta a que con su disco se erigir¨¢ como el zeitgeist nacional de esta nueva cultura: la artista destinada a acercar la subversi¨®n a las masas. Y sin alardear sobre ello. Aparecer en OT le asign¨® un estigma de condescendencia, pero tambi¨¦n hizo que el mundo no la descubriese en una canci¨®n grabada, en un videoclip o en un story de Instagram: la primera vez que todos hemos visto a Amaia ha sido encima de un escenario. Y ah¨ª nadie puede cuestionarla.
Gran parte de la repercusi¨®n que ha tenido en los ¨²ltimos meses (m¨¢s all¨¢ de noticias ef¨ªmeras como que se ha cortado el flequillo este martes) ha sido por su m¨²sica. Por eso el reportaje de Lecturas en el que ella y Alfred discuten en la calle como si fuese una fotonovela, parece una explotaci¨®n de su intimidad sacada de otra ¨¦poca. Si ella ha conseguido derribar los prejuicios tanto contra OT como contra toda la juventud espa?ola ha sido, principalmente, mediante la m¨²sica y eso la ha convertido en la concursante de OT que mejor y m¨¢s r¨¢pido ha dignificado el concurso no ya solo como f¨¢brica de ¨¦xitos sino como cantera art¨ªstica leg¨ªtima.
Nadie duda de que su disco ser¨¢ una propuesta estimulante, emocionante y revolucionaria. No es f¨¢cil estar a la altura de esas expectativas, pero si alguien puede hacerlo esa es Amaia. Y si no lo consigue, pues probablemente le dar¨¢ igual.
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