El rock de la memoria hist¨®rica
Mientras se negocia con la extrema derecha, ?d¨®nde esconder la tan publicitada memoria de Adolfo Su¨¢rez, enemigo p¨²blico n¨²mero uno de los ultras?
Una de las inc¨®gnitas poselectorales m¨¢s pintorescas para PP y Ciudadanos es saber qu¨¦ van a hacer con Adolfo Su¨¢rez, tanto el muerto como el vivo. Los dos partidos han reivindicado para s¨ª mismos la herencia del expresidente del Gobierno, sus sacrificios ideol¨®gicos para hacer la Transici¨®n, el esp¨ªritu de consenso y la encarnaci¨®n que supuso, cuando Espa?a se cans¨® de odiarlo, su figura pol¨ªtica: casi un m¨¢rtir de aquello que ¨¦l mismo ayud¨® a construir.
Hace dos a?os, las referencias de Ciudadanos eran tres: Su¨¢rez, Su¨¢rez y Su¨¢rez. Estaba en los discursos parlamentarios de Rivera y en la br¨²jula de cualquier pol¨ªtico naranja. ¡°Encarna los valores que queremos trasladar: acuerdo, generosidad, compromiso, sacrificio personal, humildad. Son valores que impregnan el ADN de Ciudadanos desde su nacimiento, y es una referencia fundamental¡±, dijo el diputado Miguel Guti¨¦rrez a EL PA?S.
Casado se present¨® del brazo del hijo, Adolfo Su¨¢rez Illana, en su victoria en las primarias. A un lado el hijo de Su¨¢rez y, al otro, el padre de Mari Luz Cort¨¦s, la ni?a de 5 a?os asesinada en 2008. Despu¨¦s, Casado cre¨® la Fundaci¨®n Libertad y Concordia; un organismo que presidir¨ªa Su¨¢rez Illana porque qui¨¦n mejor que ¨¦l para representar valores de concordia, libertad y etc¨¦tera. Una de las consecuencias del enamoramiento de Casado es que en Andaluc¨ªa no qued¨® claro si se presentaba a las elecciones Moreno Bonilla o Su¨¢rez Illana. Quien haya seguido la campa?a en redes se inclinar¨ªa por Su¨¢rez Illana; el Instagram del PP se divide entre im¨¢genes de Casado posando con la bandera de Espa?a y otras ondeando a Su¨¢rez.
Aznar ya tir¨® en su momento del simbolismo de Su¨¢rez Illana; lo hizo candidato en 2003 de Castilla-La Mancha, Su¨¢rez se visti¨® de torero, fue aplastado por Bono y luego, como cuenta muerto de risa Gregorio Mor¨¢n, exigi¨® al partido que la pr¨®xima vez le dieran ¡°manos libres¡±; en lugar de una vaquilla, torear tres, supongo.
Por supuesto, no hizo oposici¨®n ni medio minuto. Para Aznar, que se tiene en mucha consideraci¨®n, aquel romance con Su¨¢rez Illana era como la boda de Michael Jackson con Lisa Marie Presley; como Su¨¢rez Illana ha crecido, a Casado se le ha quedado un imitador de Elvis. En cualquier caso, ni uno ni otro tuvieron al Elvis original, no digamos ya al Elvis de Jailhouse Rock. Tan apropiado en el PP actual.
Ram¨®n Tamames cont¨® en una ocasi¨®n una conversaci¨®n entre Su¨¢rez y Franco en la que Su¨¢rez advierte al dictador de las consecuencias de las ¡°leyes biol¨®gicas¡±: un d¨ªa morir¨¢, y habr¨¢ democracia. Alguien en el PP ha pensado que esas leyes biol¨®gicas dictaminan que los hijos siempre est¨¢n a la altura de sus padres, y que la mera exhibici¨®n de los primeros transfiere por el aire sus valores.
En esto Ciudadanos ha sido m¨¢s pudoroso: reivindica la memoria de Su¨¢rez. El PP, sin embargo, le ha puesto sueldo a esa memoria y la pasea por Espa?a. Los dos partidos, tan ricos en simbolismos, tienen ahora un peque?o problema. A Su¨¢rez, el traidor oficial del franquismo, la ultraderecha le escupi¨®, le insult¨® y le amenaz¨®: fue su enemigo n¨²mero uno. La ¡°referencia fundamental¡± y el ¡°esp¨ªritu de concordia¡± de partidos arrimados a Vox, cuyos votos quiere encantado Ciudadanos y con el que Casado no descarta gobernar. S¨®lo con su desparpajo puede llevar en brazos al hijo de Su¨¢rez mientras pacta con los hijos ideol¨®gicos de Blas Pi?ar.
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