A las barricadas

Yo no ir¨¦ a las barricadas. No solo porque mi cuerpo no est¨¢ por la labor, sino sobre todo porque no me parece preciso hacerlo. Creo que hay que quemar muchas etapas antes.

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EDITORIAL | Ahora, Andaluc¨ªa

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Es cierto que el programa electoral de Vox es como para levantarle a uno del sill¨®n de orejas y ponerle en posici¨®n de banzai durante mucho tiempo. Pero tambi¨¦n lo es que se hace muy dif¨ªcil pensar que esta cuadrilla, bien nutrida eso s¨ª, sea capaz de poner en marcha ninguna alternativa viable que tenga como mascarones de proa de sus naves recetas tan insensatas como las que figuran en su programa, la derogaci¨®n de la ley de violencia de g¨¦nero, por ejemplo. ?Se atrever¨ªa el PP o Ciudadanos a poner en marcha semejante contrarreforma contra las mujeres? Si lo hacen, no ser¨¢ a causa de Vox, sino a que semejante cosa no les repugna.

Y, no s¨¦ por qu¨¦, es cierto que a la derecha en general le pone de los nervios lo de la liberaci¨®n de la mujer. Y mucho. Se ha ido resistiendo a los cambios que nuestra legislaci¨®n ha producido en la sociedad espa?ola: unos cambios que se han debido al empuje de las propias mujeres, un empuje que ha sido transversal y, sobre todo, con resultados transversales.

?Aguantar¨ªan ahora las mujeres votantes del PP y de Ciudadanos la derogaci¨®n de la ley del aborto? Eso quiere Vox. ?Y aguantar¨ªan ahora los ciudadanos espa?oles la recentralizaci¨®n del pa¨ªs? Esta reivindicaci¨®n de la derecha est¨¢ pensada para escarmentar a Catalu?a, para saciar los bajos instintos de parte de una ciudadan¨ªa harta, algunas veces con raz¨®n, de las exhibiciones xen¨®fobas de muchos nacionalistas catalanes. ?Y aguantar¨ªan los espa?oles la sensaci¨®n de convertirse en los m¨¢s siniestros levantadores de ¡°muros infranqueables¡± pensados para repeler africanos?

Hay muchas m¨¢s lindezas en el programa de Vox, pero quien se lo tiene que pensar dos veces antes de asumirlo es Pablo Casado, que piensa que su partido se ha salvado en Andaluc¨ªa porque ha derechizado su mensaje, o Albert Rivera, que no le hace ascos a nada mientras que engorde. El miedo al fascismo que lleva a Pablo Iglesias a llamar a las barricadas no deber¨ªa tener ning¨²n eco si la derecha se mantiene en su sitio, dentro de los cauces de la Constituci¨®n que nos guarda de m¨¢s guerras civiles en Catalu?a o Andaluc¨ªa. Entonces, no habr¨ªa que ir a ninguna barricada.