Consejos de un matem¨¢tico para una Navidad m¨¢s barata, sabrosa y plena
Las matem¨¢ticas pueden ayudarte a decorar el ¨¢rbol, pagar menos en las cenas de amigos y envolver los regalos m¨¢s bonitos
?Cu¨¢ntas horas pierde la humanidad cada a?o frente a las estanter¨ªas de los bazares, tratando de calcular cu¨¢ntas bolas y metros de espumill¨®n necesita para decorar sus ¨¢rboles de Navidad? Nadie lo sabe, pero los matem¨¢ticos sospechan que demasiadas y tienen la soluci¨®n: un conjunto de f¨®rmulas que te salvar¨¢n de la tediosa tarea de hacer el c¨¢lculo a ojo de buen cubero. Seg¨²n las ecuaciones, si tienes un ¨¢rbol de 170 cent¨ªmetros puedes ir a la tienda con la lista de la compra preparada: necesitar¨¢s 35 bolas, 8,7 metros de espumill¨®n, 5,3 metros de luces y una estrella de 17 cent¨ªmetros.
?Que el tuyo es m¨¢s grande? No hay problema; la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, ofrece una calculadora para que solo tengas que introducir la talla de tu ¨¢rbol. Las matem¨¢ticas son as¨ª de maravillosas (aunque el gusto de quienes han desarrollado las f¨®rmulas pueda ser cuestionable), y la incalculable ayuda que te brindan para decorar el icono navide?o solo es un peque?o ejemplo de c¨®mo pueden hacer tu vida m¨¢s f¨¢cil, barata y estimulante durante las pr¨®ximas fiestas. No te preocupes si no sabes hacer ni una ra¨ªz cuadrada, el matem¨¢tico de la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola Eduardo S¨¢enz de Cabez¨®n te lo explica todo. Estos son sus consejos.
No es que no debas fiarte de la bondad del pr¨®jimo a la hora de soltar la mosca en la cena de Navidad, pero "ante la disyuntiva de que cada cual pague lo suyo o que se divida la cuenta, sale m¨¢s barato que cada cual pague lo suyo", afirma Sa¨¦nz de Cabez¨®n con rotundidad. Conf¨ªa en su consejo, que conoce bien la teor¨ªa de juegos.
Esta rama de las matem¨¢ticas estudia c¨®mo se adoptan las decisiones y c¨®mo interact¨²an quienes se ocupan de tomarlas. Obviamente, es un fil¨®n para los eonomistas, que han hecho logros tan importantes como aclarar por qu¨¦ deber¨ªas sugerir pagar la cena a escote. Resulta que si el men¨² navide?o ofrece un entrecot por 5 euros y un chulet¨®n por 10, uno puede pensar que no vale la pena pagar el doble por el chulet¨®n si la diferencia sale de su bolsillo. Pero si la cuenta se paga entre diez personas, cada uno solo apoquinar¨ªa un extra de 50 c¨¦ntimos, y eso no es tanto. ?No?
Lo cierto es que con esa mentalidad acabar¨¢s desembolsando m¨¢s de lo que pensabas. No lo dice el matem¨¢tico sino un experimento en el que tres intr¨¦pidos cient¨ªficos comparon los efectos del comportamiento en tres mesas distintas. El grupo que pag¨® su propio men¨² puso 37,3 d¨®lares por persona, aquellos que dividieron la cuenta pagaron 50,9 d¨®lares (un 36,5% m¨¢s). Un tercer grupo, al que invitaba la organizaci¨®n y que serv¨ªa de control al experimento, sali¨® a 82,3 d¨®lares por cabeza, una cifra que deber¨ªas anotar mentalmente: un comensal invitado es un 120% m¨¢s voraz que uno que se paga solo suyo.
Para el matem¨¢tico ingl¨¦s Sir Francis Galton, la Navidad era un momento para disfrutar de las tartas, seg¨²n escribi¨® en un art¨ªculo publicado en la revista Nature, en 1906. Parece que al cient¨ªfico le irritaba esa capa de pastel reseca que uno se encuentra al d¨ªa siguiente de empezar el postre, as¨ª que dio a conocer en el texto una manera alternativa de cortar una tarta con la que superar el molesto inconveniente. Galton no conoci¨® el rosc¨®n de reyes, "pero yo creo que tambi¨¦n valdr¨ªa en este caso", afirma S¨¢enz de Cabez¨®n tras repasar el proceso con papel y l¨¢piz. Por intentarlo que no quede, la gloria espera a quien consiga alargar la vida esponjosa del manjar.
El heterodoxo m¨¦todo ideado por Galton descarta la costumbre de repartir la tarta en cu?as porque la parte que queda al aire libre se seca irremediablemente. Para el brit¨¢nico, el ataque al pastel comienza con el corte de una banda que va de lado a lado de la tarta y que pasa por el centro del c¨ªrculo. Despu¨¦s, uno puede juntar las mitades restantes para que ambas se protejan del contacto del aire. El siguiente corte ser¨ªa como el primero, solo que perpendicular respecto a este, y as¨ª sucesivamente.
Est¨¢ claro que la t¨¦cnica funcionar¨¢ mejor con la tarta que con el rosc¨®n porque, en todo caso, este nunca aguantar¨¢ varios d¨ªas jugoso (si es as¨ª, desconf¨ªa del obrador). Pero tambi¨¦n es cierto que los extremos reci¨¦n cortados se secan con una rapidez pasmosa, y que pocos momentos de la Navidad pueden equipararse los que proporciona un buen rosc¨®n de reyes reci¨¦n hecho. El consejo del matem¨¢tico espa?ol para emular la teor¨ªa del corte cient¨ªfico de las tartas de Sir Francis Galton est¨¢ en cortar dos trozos cada vez, de lados opuestos. El resto es cuesti¨®n de probar. No pierdes nada por intentarlo, y, si algo no sale bien, as¨ª puedes calcular d¨®nde est¨¢ la pasteler¨ªa m¨¢s cercana... o la pizzer¨ªa, que a efectos matem¨¢ticos es lo mismo.
C¨®mo huir de la cola m¨¢s lenta e impresionar con los regalos
No todo es luces y felicidad en Navidad; prep¨¢rate para largas filas frente a las cajas desbordadas. A veces no queda m¨¢s remedio que resignarse, pero si puedes elegir d¨®nde pagar, la teor¨ªa de colas est¨¢ para ayudarte. "Hay una cosa que yo hago cuando voy al supermercado y que puede ser muy ¨²til para hacer las compras para la cena de Navidad o de los regalos", apunta S¨¢enz de Cabez¨®n. "Las matem¨¢ticas y la l¨®gica me dicen que debo ponerme en la fila que tiene pocos carritos aunque vayan muy llenos", explica. Mejor pocos carros llenos que muchos medio vac¨ªos.
Es cuesti¨®n de probabilidades. Los contratiempos ser¨¢n menos frecuentes en las colas con menos personas, puesto que se producen en los momentos de pagar. Siempre hay alguna persona que se entretiene en buscar en el monedero, alguna tarjeta que falla, alg¨²n cliente que prefiere la conversaci¨®n a llenar sus bolsas... En comparaci¨®n, el momento de pasar los art¨ªculos por el lector es relativamente mucho m¨¢s r¨¢pido. Eso s¨ª, elegir cola es todo un arte y no hay que perder de vista muchos otros factores.
Ya tienes los regalos, ahora es hora de envolverlos. Gracias a la geometr¨ªa, agradar¨¢s a los agasajados incluso antes de que los abran. Por ejemplo, si la cara m¨¢s peque?a del objeto tiene forma de cuadrado (como la t¨ªpica caja de infusiones), c¨²brela hasta la mitad y ver¨¢s que los pliegues sobre ella acaban formando una cruz perfecta. Si esta cara es triangular, lo mejor es cubrirla por completo desde el principio, ya que as¨ª quedar¨¢ sin un solo pliegue al final, limpia y despejada. Cada forma geom¨¦trica tiene su truco para que el envoltorio quede perfecto, y saber c¨®mo abordarla te dar¨¢ muchos puntos. Lamentablemente, las matem¨¢ticas no puede ayudarte a elegir los presentes, esa habilidad corre de tu parte... hasta que alguien d¨¦ con la f¨®rmula.