La reconquista

Vox dice que va a reconquistar Espa?a, pero no lo va a conseguir porque parte de dos errores serios: un error de base y otro de estrategia. El error de base est¨¢ en que por mucho que se empe?en y nieguen lo contrario, nuestra sociedad (andaluza, espa?ola, europea y mundial), es plural y diversa, y por tanto, las ideas, creencias, valores y principios que la caracterizan son tan diferentes como rica esa pluralidad.

El error de estrategia se basa en su propia falacia a la hora de plantear las cosas. Cuando hablan de ¡°reconquista¡± juegan con el argumento de que los elementos simb¨®licos que defienden (patria, unidad nacional, familia tradicional, protecci¨®n de la vida¡­), se lograr¨¢n con el regreso a un pasado donde dichas referencias constitu¨ªan la realidad, pero en verdad solo se trataba de la realidad de ¡°unos pocos¡±.

¡°Esos pocos¡± es la clave: la referencia de una ¨¦lite dominante de hombres a trav¨¦s de sus ideas, valores, estatus y creencias en la que sobran las mujeres y las pol¨ªticas de igualdad que acaban con los privilegios masculinos construidos desde la normalidad. La igualdad act¨²a sobre el n¨²cleo de poder de la construcci¨®n patriarcal que entiende que los hombres por su condici¨®n est¨¢n llamados a ocupar unos determinados espacios y funciones, y que las mujeres, por su condici¨®n, deben desempe?ar otros roles y tener tiempos y espacios distintos. A partir de esa idea central su estructura social es f¨¢cil, y se limita a afirmar que toda aquella persona que tenga una ¡°condici¨®n¡± diferente a la que ellos dan por superior, no solo es diferente, sino que es ¡°diferente e inferior¡±.

El resultado es simple: las mujeres son ¡°diferentes e inferiores¡± a los hombres (lo dijo muy bien el eurodiputado polaco ideol¨®gicamente af¨ªn a Vox, Janusz Korwin Mikke, al pedir que las mujeres de la Uni¨®n Europea cobren menos porque son ¡°m¨¢s d¨¦biles y menos inteligentes que los hombres¡±), los extranjeros son ¡°diferentes e inferiores¡± a los espa?oles, las personas LGTB son ¡°diferentes e inferiores¡± a las heterosexuales¡­ y as¨ª ¡°hasta el infinito y m¨¢s all¨¢¡± con cualquier grupo de personas que no encajen en su condici¨®n. Es el mismo pensamiento que expresaban muchos maltratadores cuando los ve¨ªa como m¨¦dico forense. Dec¨ªan: ¡°Yo le he pegado a mi mujer, pero es que ella se empe?a en llevarme la contraria¡±. Tomaban su posici¨®n de hombres como superior y, por tanto, la opini¨®n de las mujeres como un ataque, no como un criterio diferente o una manera distinta de ver la realidad y abordar las cuestiones que se presentan en ella.

Necesitamos m¨¢s igualdad y m¨¢s feminismo, hoy lo que est¨¢ en juego es la democracia, no el resultado de las pr¨®ximas elecciones

La esencia de los planteamientos de Vox necesita algo m¨¢s que la cr¨ªtica, por eso se fundamenta en el ataque expl¨ªcito a la igualdad, puesto que es ella la que desmonta la falacia de su modelo. Por un lado en el plano individual, porque las mujeres con su esfuerzo, trabajo y compromiso han logrado desmontar la idea de la ¡°incapacidad de las mujeres¡± para asumir determinadas responsabilidades y funciones en la sociedad, argumento que les ha negado las oportunidades a lo largo de la historia ¡°por su propio bien¡±, puesto que si realizaban dichas tareas podr¨ªan sufrir graves consecuencias. Y por otro en el plano social, al haber puesto de manifiesto la falacia de la desigualdad y la estrategia del ¡°argumento de la condici¨®n¡± para organizar la convivencia y las relaciones sobre lo que los hombres han decidido de manera interesada.

Por ello, a diferencia de otros partidos de derechas que plantean algunas pol¨ªticas cercanas a las suyas, Vox necesita, adem¨¢s, hacer expl¨ªcito ese ataque a las pol¨ªticas de igualdad y presentar como ¡°responsables¡± a quienes ellos llaman ¡°feminazis¡±. Y hacerlo como si se tratara de una estructura organizada para ¡°atacar a los hombres¡± y obtener beneficios econ¨®micos con todo ello, de ah¨ª que hablen de ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±.

Vox es una manifestaci¨®n m¨¢s del machismo existente en nuestra sociedad, un machismo que es cultura, no solo conducta, y que por tanto impregna todos los espacios de la sociedad y la pol¨ªtica. Acabar con las expresiones del machismo exige erradicarlo de nuestra cultura, no solo actuar frente a sus consecuencias. Y para ello necesitamos m¨¢s igualdad y m¨¢s feminismo. Hoy lo que est¨¢ en juego es la democracia, no el resultado de las pr¨®ximas elecciones.