Camilo Sesto: ¡°La m¨²sica de ahora, con perd¨®n, es una mierda¡±
Vuelve Camilo Sesto¡ En realidad nunca se fue. La publicaci¨®n de un ¨¢lbum con versiones sinf¨®nicas de los temas que le dieron la gloria en los setenta y los ochenta (Vivir as¨ª es morir de amor, Algo de m¨ª, Quererte a ti¡) devuelve a la actualidad a quien fue el Jesucristo Superstar espa?ol. Alejado de las multitudes, el rey del amor se confiesa en su mansi¨®n de Torrelodones, donde vive desde 1975
CAMILO SESTO ha decidido poner fin a 50 a?os de carrera musical con Camilo sinf¨®nico. Con m¨¢s de 40 producciones discogr¨¢ficas, varios discos de platino, cientos de composiciones y m¨¢s de 180 millones de discos vendidos en todo el mundo, el rey del amor se reinventa por en¨¦sima vez. Desde 1975 vive en la misma casa, un chal¨¦ en una urbanizaci¨®n de lujo en las afueras de Madrid, con jard¨ªn, piscina y rejas en las ventanas. La adquiri¨® despu¨¦s del ¨¦xito de Jesucristo Superstar, un musical que origin¨® problemas con cat¨®licos exaltados y con el que demostr¨® que su voz aguda era capaz de alcanzar cualquier registro. Desmont¨® tambi¨¦n el mito del ¡°Camilito guapo¡± con el que le tildaban algunos detractores. Cantante, compositor y productor musical, sus obras han cubierto g¨¦neros como la balada, el pop y el rock. Algo de m¨ª, lanzado como un single en 1970, se convirti¨® inmediatamente en n¨²mero uno. Fue su primer ¨¦xito. Su capacidad creativa se reflej¨® durante las d¨¦cadas de los setenta y los ochenta, en las que lleg¨® a publicar un disco al a?o. El autor de Vivir as¨ª es morir de amor ha elegido la soledad, una soledad arropada por los recuerdos que desbordan paredes y estanter¨ªas de la sala, en la que los espejos multiplican como en un caleidoscopio las im¨¢genes m¨¢s significativas de su carrera. Gramolas, pinballs, fotograf¨ªas familiares y diplomas escolares se mezclan con premios (¡°tengo una habitaci¨®n llena¡±), en un espacio en el que el tiempo parece haberse detenido. Flaco, p¨¢lido y fr¨¢gil, Camilo Blanes (Alcoy, 1946) habla bajito y con voz entrecortada sobre su vida y su carrera: ¡°El tiempo para m¨ª no es problema, es como si me hubiera ido ayer por la tarde¡±, cuenta en su casa. Sus canciones no han envejecido y es uno de los m¨²sicos que m¨¢s recaudan por derechos de autor, pero del maestro de la interpretaci¨®n, capaz de vivir sus composiciones intensamente con tonos desolados o festivos, solo queda la leyenda.
?Le faltaba el acompa?amiento orquestal para completar una vida de ¨¦xitos art¨ªsticos? Era el momento ideal. Ya lo hab¨ªa hecho todo, pero no ten¨ªa un elep¨¦ sinf¨®nico. Las canciones daban de s¨ª para eso y mucho m¨¢s. La idea surgi¨® despu¨¦s de ver a M¨®nica Naranjo interpretando Vivir as¨ª es morir de amor acompa?ada de una orquesta en una gala de Antena 3.
Antes cantaba, compon¨ªa y dise?aba hasta el m¨ªnimo detalle sus galas. Para esta grabaci¨®n, Pepe Herrero ha desarrollado un laborioso trabajo a base de combinar las pistas vocales originales de su voz con la Orquesta Sinf¨®nica de RTVE. Pepe Herrero se ha metido dentro de mis canciones como si fueran suyas, de hecho est¨¢ m¨¢s orgulloso que si las hubiera hecho ¨¦l. He asistido a las grabaciones de la orquesta, coordinado los arreglos y dado el visto bueno como m¨²sico a mis grandes temas. Ha bastado la noticia de la salida del disco para avivar nuevos rumores sobre mi carrera. Hay una demanda bestial de entradas, est¨¢n anunciando actuaciones en p¨¢ginas web falsas de Miami y nosotros desmintiendo sin parar.
Su canci¨®n Vivir as¨ª es morir de amor ha trascendido a tres generaciones y hoy d¨ªa es una de las m¨¢s solicitadas en los karaokes. ?Por qu¨¦ esa? La grab¨¦ en 1978, imagine la cantidad de a?os que lleva siendo n¨²mero uno. No s¨¦ por qu¨¦ les ha dado por ah¨ª. En su momento cada tema nuevo se convert¨ªa en un ¨¦xito, pero esa es especial. Mi hijo me contaba que la pon¨ªan en las discotecas y todo el mundo la cantaba: ¡°Y ya no puedo m¨¢s¡±. Y es que la gente no puede m¨¢s con las cosas que le ocurren en la vida.
?Qu¨¦ debe tener una canci¨®n para que sea completa? Muchos ingredientes, que abarque muchos gustos de las personas, que a quien no le entre una frase le cuadre la siguiente. En las emisoras de la cadena SER hasta ahora, y f¨ªjese si han pasado a?os, tengo el r¨¦cord mundial de n¨²meros uno (a nivel global, 52). Madonna lleg¨® a tener los mismos, pero no lo ha superado. Uno no puede saber si las canciones van a pegar.
La mayor parte de su repertorio musical lo componen temas relacionados con el amor y, sin embargo, no se le conocen aventuras sentimentales. ?De d¨®nde le ven¨ªa la inspiraci¨®n? Exprimi¨¦ndome y viendo todo lo que hab¨ªa a mi alrededor.
Su p¨²blico, mayoritariamente femenino, se ha mantenido fiel a lo largo de tres generaciones. ?Las mujeres verbalizamos mejor esos temas? Pues ¨²ltimamente me acompa?an muchos hombres, sobre todo en Am¨¦rica. All¨ª no me ven como rival, me sienten como un c¨®mplice. Al principio no era as¨ª, pero poco a poco han ido llegando m¨¢s hombres, yo dir¨ªa que ahora el porcentaje es de 40% frente a 60%. All¨ª son muy lanzados, y como mis letras no est¨¢n personalizadas, valen para ellas y para ellos. Los sentimientos no tienen g¨¦nero.
¡°?ltimamente me acompa?an muchos hombres. Mis letras no est¨¢n personalizadas, valen para ellas y para ellos. Los sentimientos no tienen g¨¦nero¡±
Las canciones de Camilo Sesto figuran, grabadas a fuego, en la memoria de varias generaciones de espa?oles, pero al otro lado del Atl¨¢ntico sigue siendo hoy d¨ªa un ¨ªdolo de masas; su m¨²sica suena a diario y entre sus seguidores se encuentra un p¨²blico muy joven. El Pe?arol de Montevideo ha adoptado su Jam¨¢s como el himno del equipo de f¨²tbol, y en el Estado de Nevada, en Estados Unidos, se celebra el 28 de mayo el D¨ªa de Camilo Sesto. Ha vivido en Los ?ngeles y en Miami, y a lo largo de su carrera realiz¨® innumerables giras de conciertos por toda Iberoam¨¦rica, pero tambi¨¦n por Estados Unidos (Nueva York, California y Florida) y Jap¨®n.
Chile, Per¨², Colombia, Puerto Rico, M¨¦xico, Estados Unidos e incluso Jap¨®n se han rendido a sus pies. ?Siente que ha sido mejor p¨²blico que el espa?ol? No s¨¦ por qu¨¦ me quieren tanto. Lo cierto es que hay un respeto brutal por mi m¨²sica. En Jap¨®n me fijaba en la nuca del que trabajaba conmigo porque de cara los ve¨ªa a todos iguales. Me dec¨ªa: ¡°Esta nuca es la que debo seguir para no perderme¡±. Era una locura, a los ni?os les ense?aban espa?ol con mis canciones. No quer¨ªan que cantara en ingl¨¦s y yo dec¨ªa: ¡°M¨¢s f¨¢cil me lo pon¨¦is¡±. Tambi¨¦n en Bogot¨¢, Guayaquil o en Nueva York la identificaci¨®n con el p¨²blico es total. No llegan a la locura colectiva, pero en el directo se desmadran, igual hombres que mujeres.
Durante su carrera tuvo que competir con g¨¦neros como el rock, el pop anglosaj¨®n, la m¨²sica disco, el glam o el punk, y tambi¨¦n con la movida¡ ?C¨®mo afectaron a su carrera? A m¨ª no me afectaban. Fuera como fuera, la canci¨®n que sacaba se convert¨ªa en un ¨¦xito. Empec¨¦ siendo rockero y pensaban lanzarme por ese lado, pero cuando compuse Algo de m¨ª y se edit¨® como single, en 1970, fue directa al n¨²mero uno. Aquello fue una sorpresa para todos. Me dije que por ah¨ª iba el camino. Me sent¨ªa bien en ese papel mel¨®dico. Fue una canci¨®n que sali¨® de paso. De peque?o cantaba en bodas, bautizos y banquetes, y lo mismo interpretaba ¡°cae la nieve en agosto y esta tarde no vendr¨¢s¡± que un rock. Estaba familiarizado con un repertorio variado. No fue complicado cambiar de registro.
Las primeras producciones de su m¨²sica las llev¨® a cabo Juan Pardo, pero luego decidi¨® tomar las riendas de sus composiciones. ?Ya hab¨ªa aprendido suficiente? Hice solo un disco y no fue completo. A mitad de la grabaci¨®n me lo llev¨¦ a Ariola [la discogr¨¢fica en la que fue el primer artista espa?ol], y cuando me preguntaron que qui¨¦n me iba a producir, respond¨ª que lo har¨ªa yo, que sab¨ªa lo suficiente, y, bueno, demostrado est¨¢. Entonces compon¨ªa con un casete y una guitarra, todav¨ªa tengo uno viejo por ah¨ª guardado. Cuando ven¨ªa el arreglista y quer¨ªa modificar algo, le dec¨ªa: ¡°Eso est¨¢ muy bien, pero para otra canci¨®n¡±. Estando en Londres, con uno de los arreglistas del Let It Be, de Los Beatles, protest¨¦ por algo que hab¨ªa cambiado y se lo ense?¨¦ al productor: ¡°As¨ª no va mi canci¨®n¡±. Me fui adonde estaban los m¨²sicos e hicieron lo que yo quer¨ªa. Les gust¨® el ritmo, y despu¨¦s de eso ya nadie se atrevi¨® a contradecirme.
Frente a otros artistas de su ¨¦poca triunfal (d¨¦cadas de los setenta y ochenta) como Raphael o Nino Bravo, usted, adem¨¢s de cantar, compon¨ªa y produc¨ªa. ?Qu¨¦ ventajas le ha reportado? Yo me lo hac¨ªa todo, pero tambi¨¦n he metido coros en mucha de la discograf¨ªa de la ¨¦poca, desde Borriquito como t¨², de Peret, hasta las canciones de Marisol. Yo canto lo que siento, una canci¨®n de otro interpretada por m¨ª no me causaba problema, pero mi repertorio era tan amplio que siempre hab¨ªa de d¨®nde echar mano. Las m¨ªas, cuando lo pienso ahora, digo: ¡°?Qu¨¦ loco!, ?qu¨¦ bruto!¡±, porque m¨¢s alto no se pod¨ªa cantar [lanza un berrido], tres octavas o cuatro.
Fue pionero en la producci¨®n de musicales en Espa?a. En 1975 mont¨®, financi¨® y actu¨® en Jesucristo Superstar, donde representaba el papel estelar acompa?ado por ?ngela Carrasco como Mar¨ªa Magdalena y Teddy Bautista como Judas. ?Qu¨¦ recuerda de aquella producci¨®n? Lo vi en Londres, la primera vez de pie porque no hab¨ªa entradas, y volv¨ª, y volv¨ª¡, y cada vez que lo ve¨ªa pensaba que lo ten¨ªan que ver los espa?oles, pero cantado por m¨ª. La tesitura en el pa¨ªs en esos a?os no era buena, se ve¨ªa como algo irreverente. Aquello agrand¨® mi carrera, ven¨ªan autobuses de toda Espa?a a verla.
Fue precursor del ¨¦xito de los musicales en Espa?a. La producci¨®n cost¨® m¨¢s de los 12 millones de pesetas que cont¨® entonces la prensa, el triple dir¨ªa yo. Continu¨¦ haciendo mis galas y cuando ten¨ªa libre pasaba por Madrid y ensayaba. Me acuerdo de que el director, en una de las escenas, les dec¨ªa a los actores: ¡°Tocadlo, que no se va a morir, que os sienta¡±, y es que parec¨ªa que ten¨ªan miedo. Al principio me quitaba la barba con una simple goma de borrar pero, durante los siete meses que duraron los ensayos, me afeitaba dos y tres veces al d¨ªa para que me saliese suficiente pelo, era barbilampi?o y lo sigo siendo, pero consegu¨ª tener lo suficiente. Y s¨ª, aquello cambi¨® el respeto que la gente me ten¨ªa en el mundo entero.
Y se convirti¨® en Camilo Superstar. Ese era uno de los nombres, me han llamado de todo: el rey del amor, la leyenda viva, el Frank Sinatra espa?ol. Pero antes de eso la gente se preguntaba: ¡°?C¨®mo Camilito, el guapete ese, va a cantar Jesucristo Superstar?
Suena un poco a envidia lo de guapete. S¨ª, por eso dec¨ªa que hubo un momento en el que de rival pas¨¦ a ser c¨®mplice. Decid¨ª hacerlo, fue un empe?o personal, porque cre¨ªa que era el que m¨¢s lo sent¨ªa y sab¨ªa c¨®mo cantarlo.
Durante 40 a?os se fue adaptando a los nuevos tiempos revisando sus canciones con nuevas instrumentaciones y ritmos m¨¢s vivos. ?Necesitaba tambi¨¦n acompa?ar los cambios con el retoque f¨ªsico de su rostro? Los cambios no se notaron en mi fisonom¨ªa, la ¨²nica novedad eran los cambios de vestuario, bastaba con mirar el armario y decidir lo que me pon¨ªa. Nunca me han gustado las estridencias. Como voy ahora, normal, era muy asequible.
?Y los cambios f¨ªsicos? Tengo una cicatriz de aqu¨ª a aqu¨ª [se se?ala el est¨®mago, fruto del trasplante de h¨ªgado], este pie que me han operado tres veces y sigue dando guerra, pr¨®tesis en las caderas¡, como para pensar en cambiar algo de la cara.
?No ha tenido esa tentaci¨®n? No, no he visto que tuviera necesidad. Pero la belleza f¨ªsica se apaga con los a?os. Ah¨ª est¨¢n los millones de fotos, qu¨¦ necesidad tengo yo de ning¨²n cambio de nada.
¡°Una vida como la que yo he tenido, saltando de un lado a otro, no la aguanta cualquiera, y menos una mujer: ¡®Te veo a la vuelta, dentro de tres meses¡±
Hoy d¨ªa sigue soltero y sin pareja conocida. ?C¨®mo ha llegado a ser un soltero de oro? Una vida as¨ª como la que yo he tenido, saltando de un lado a otro, no la aguanta cualquiera, y mucho menos una mujer: ¡°Te veo a la vuelta, dentro de tres meses¡±. No hubiera podido ser. Aparte, soy amigo de la solter¨ªa, no quer¨ªa casarme ni cuando era peque?o; vivir s¨ª, pero casarme no.
Pero tuvo un hijo. Eso es otra cosa. Los hijos luego se hacen mayores y se van, y la otra sigue ah¨ª. A m¨ª el divorcio y esas cosas no me gustan, ni las peleas, ni las discusiones, nada de todo eso, soy una persona muy pac¨ªfica, muy tranquilita. Han aparecido muchos personajes, pero ninguno para hacerme cambiar esa idea.
De ser un ¨ªdolo indiscutible y un hiperactivo compositor pas¨® al encierro voluntario en su casa de Torrelodones. ?Necesitaba desconectar de la vor¨¢gine de las giras mundiales? ?ramos una gran familia, ciento y la madre; me traje a mis padres [se?ala las alianzas de ambos en su dedo ¨ªndice] y a mi hermana, chocabas por los pasillos, ahora chocas con las paredes. Tengo una soledad buscada y con la cual estoy a gusto. Cuando veo una manifestaci¨®n en televisi¨®n siempre digo que ah¨ª no me busquen. Me fui aislando; pasaba de cantar ante 100.000 personas a estar solo. Al principio me costaba, me dec¨ªa: ¡°Para eso tanto Camilo Sesto y tanto rollo¡±. Pero con el tiempo dije: ¡°As¨ª es como quiero que sea: el escenario y una puerta atr¨¢s con el coche en marcha, y cuando todav¨ªa est¨¢n pidiendo otra, yo ya estoy en el hotel. Si quiero que haya alguien all¨ª, ya he avisado yo¡±.
?Se ha sentido asediado? Sobre todo despu¨¦s de las primaras galas, especialmente esas que tuve que hacer al principio. En Colombia, por ejemplo, hab¨ªa que hacer por contrato unos shows gratuitos en sitios abiertos, la media torta lo llamaban, en medio de la monta?a, ante miles de personas, podr¨ªa haber 60.000, y sin salida posible. Me preguntaba: ¡°Cuando esto acabe, ?por d¨®nde salgo yo?¡¡±. Y ya me ves a m¨ª echando a correr calle abajo.
?Eso puede ser muy agresivo? Le puse la cruz y estuve 11 a?os sin ir a Bogot¨¢. Hasta que hice cambiar el modelo: cantar¨ªa gratis, pero en un teatro. El Ministerio de Cultura lo acept¨®, y as¨ª fue a partir de entonces y para todos los artistas.
Ahora casi todos los m¨²sicos firman sus canciones, pero pr¨¢cticamente solo lo hacen para s¨ª mismos. ?La ¨¦poca de los grandes compositores, como Juan Carlos Calder¨®n o Manuel Alejandro, parece definitivamente acabada? S¨ª, pero ellos no cantaban. La mayor¨ªa no hac¨ªa todo lo que hac¨ªa yo. Solo me faltaba un quiosco para vender los discos. Ah¨ª tengo un diploma: matr¨ªcula de honor a los 10 a?os en literatura, lengua y gram¨¢tica, de algo me ten¨ªa que servir.
Pr¨¢cticamente fue el descubridor de Miguel Bos¨¦. ?Qu¨¦ vio en aquel joven de 23 a?os? Lo descubrieron su padre, su madre y sus picassos, yo le empuj¨¦. En esa ¨¦poca, ¨¦l estaba muy a lo suyo, era muy joven, no hab¨ªa encontrado su camino. Pas¨® un tiempo conmigo, pero sin ning¨²n compromiso. Le hab¨ªa o¨ªdo tararear y bailar. Me lo llev¨¦ a Londres y cuando iba a cantar le tuve que dar una copa de co?ac porque temblaba todo. Era su primera vez en un gran estudio.
?Cu¨¢l es su visi¨®n de la m¨²sica actual? ?Y de la forma de escucharla, con listas de reproducci¨®n en el m¨®vil? Bueno, ahora ponen una canci¨®n y ya no la escuchan m¨¢s; la m¨²sica de ahora, con perd¨®n, es una mierda. A qu¨¦ hora del d¨ªa la escuchas para que te levante, te anime o te estimule. Pero bueno, yo a los j¨®venes les digo que, si tienen ¨¦xito, que lo aprovechen, que eso no pasa todos los d¨ªas. A m¨ª me gustaba Antonio Molina desde que era peque?o, ese para m¨ª s¨ª era un gran cantante.
?Qu¨¦ m¨²sica escucha en casa? Roc¨ªo D¨²rcal, cante lo que cante y haga lo que haga. Era especial. Coincidimos mucho en M¨¦xico. Cuando muri¨®, dej¨¦ pasar mucho tiempo sin escucharla porque no pod¨ªa. Me emocionaba. Era mi ¨ªdolo. La verdad, de lo que se hace ahora no escucho nada, aunque M¨®nica Naranjo es brutal.
Camilo sinf¨®nico est¨¢ disponible en dos ediciones, una con 12 temas y otra que incluye un documental biogr¨¢fico dirigido por ?scar Garc¨ªa Blesa.
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