Justicia para el anfitri¨®n de Einstein en Espa?a
El Gobierno rehabilita a Blas Cabrera y a otros seis cient¨ªficos castigados por la dictadura franquista
El 2 de marzo de 1923, un periodista del Heraldo de Madrid acudi¨® al hotel Palace en busca de Albert Einstein, reci¨¦n llegado a la capital para dar unas conferencias. El f¨ªsico, que hab¨ªa recibido el Premio Nobel un a?o antes, rechaz¨® concederle una entrevista, pero el reportero rellen¨® como pudo la p¨¢gina del d¨ªa siguiente con la escena que contempl¨® en el vest¨ªbulo del hotel. ¡°Son los compa?eros del sabio alem¨¢n, los que van a poder penetrar en la enjundia de sus explicaciones. La llegada de Einstein les saca por un instante de su labor oscura y apartada y lanza a la publicidad sus nombres y sus trazas. Se llaman Cabrera, Carrasco, Plans... Son los hombres que mantienen entre nosotros la lamparita de la investigaci¨®n matem¨¢tica¡±, public¨®.
Cabrera era Blas Cabrera y Carrasco era Pedro Carrasco, dos de los mejores f¨ªsicos espa?oles a comienzos del siglo XX. Sin embargo, el 10 de mayo de 1941, la dictadura franquista orden¨® que fueran despose¨ªdos de sus medallas concedidas por la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales, junto a otros cinco cient¨ªficos excepcionales vinculados a la Segunda Rep¨²blica. Hoy, el Consejo de Ministros ¡ªa propuesta del ministro de Ciencia, Pedro Duque, y de la ministra de Justicia, Dolores Delgado¡ª ha declarado ¡°el car¨¢cter radicalmente injusto de las disposiciones por las que se acord¨® el cese de estos siete extraordinarios investigadores¡±.
"Es el momento de que la democracia espa?ola honre y recupere a los que padecieron las injusticias", afirma el Ministerio de Ciencia
¡°Era una injusticia, totalmente. La Edad de Plata de la ciencia espa?ola se trunc¨® con la Guerra Civil¡±, afirma ?ngeles Heras, secretaria de Estado de Universidades, Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n. El Gobierno, explica, ha decidido ¡°restaurar todos los honores acad¨¦micos¡± de los siete investigadores represaliados. Adem¨¢s de Cabrera y Carrasco, son el qu¨ªmico Enrique Moles, el naturalista Ignacio Bol¨ªvar, el astr¨®nomo Honorato de Castro, el ingeniero de minas Enrique Hauser y el ingeniero aeron¨¢utico Emilio Herrera, que lleg¨® a ser presidente del Gobierno de la Rep¨²blica espa?ola en el exilio.
En el momento del golpe de Estado de 1936, Blas Cabrera era presidente de la Real Academia de Ciencias. Nacido en la isla canaria de Lanzarote en 1878, el f¨ªsico era una eminencia internacional en el campo del magnetismo y el ¡°principal portavoz espa?ol de Einstein¡±, seg¨²n afirma el historiador estadounidense Thomas Glick en su libro Einstein y los espa?oles. Ciencia y sociedad en la Espa?a de entreguerras (CSIC, 2005).
Cuando Einstein lleg¨® a Madrid, Cabrera ¡ªque le hab¨ªa conocido en Z¨²rich una d¨¦cada antes¡ª le esperaba en la estaci¨®n de tren. El 4 de marzo de 1923, fue tambi¨¦n Cabrera quien pronunci¨® el discurso principal en el acto de nombramiento del f¨ªsico alem¨¢n como acad¨¦mico. ¡°Yo os lo afirmo, en nombre de las generaciones presentes y de un futuro inmediato. Sois a¨²n joven. Espero que al final de vuestra vida, que ser¨¢ tambi¨¦n el de mi generaci¨®n, la Espa?a cient¨ªfica, que hoy apenas encontr¨¢is en embri¨®n, haya llegado al lugar que tiene el inexcusable deber de ocupar. As¨ª al menos pensamos aquellos para quienes el optimismo es una virtud motora del progreso¡±, declar¨® Cabrera mirando a Einstein.
Una comisi¨®n investigar¨¢ las sanciones impuestas a acad¨¦micos y podr¨¢ declararlas "ileg¨ªtimas" si fueron impuestas por razones pol¨ªticas, ideol¨®gicas o religiosas
Pero el f¨ªsico canario se equivoc¨®. La sublevaci¨®n militar de 1936 arras¨® el despegue cient¨ªfico de Espa?a que hab¨ªa comenzado al inicio del siglo XX, de la mano de Santiago Ram¨®n y Cajal. Tras la guerra civil, el franquismo vaci¨® la universidad. De los 580 catedr¨¢ticos que hab¨ªa, 20 fueron asesinados, 150 expulsados y 195 se exiliaron, seg¨²n el recuento del historiador Manuel Castillo en su libro Ense?anza, ciencia e ideolog¨ªa en Espa?a (1890-1950), editado por la Diputaci¨®n de Sevilla y Vitela Gesti¨®n Cultural. Blas Cabrera muri¨® en 1945 en el exilio en M¨¦xico. Y la ciencia espa?ola ya no era el embri¨®n que se hab¨ªa encontrado Einstein, sino, m¨¢s bien, un aborto.
¡°Ahora es el momento de que la democracia espa?ola honre y recupere a los que padecieron las injusticias y agravios durante la dictadura, a trav¨¦s de la reparaci¨®n moral y la recuperaci¨®n de su honor y su memoria personal y familiar¡±, ha se?alado el Ministerio de Ciencia en un comunicado.
El Consejo de Ministros tambi¨¦n ha aprobado hoy la denominada Comisi¨®n de trabajo para la rehabilitaci¨®n y garant¨ªa del derecho al honor de los miembros de las Reales Academias y Academias de ¨¢mbito nacional sancionados durante la guerra civil y la dictadura. La comisi¨®n, presidida por ?ngeles Heras, investigar¨¢ las sanciones impuestas a acad¨¦micos y podr¨¢ declararlas "ileg¨ªtimas" si fueron impuestas por razones pol¨ªticas, ideol¨®gicas o religiosas.
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