Humillaci¨®n, traici¨®n¡­ ?Qui¨¦n da m¨¢s?

La cita pespunteada de S¨¢nchez y Torra en Barcelona mantuvo las condiciones m¨ªnimas de La Moncloa al presidente de la comunidad, pero el Govern obtuvo su fotograf¨ªa colectiva. Se escenific¨® el di¨¢logo pero tambi¨¦n las diferencias. Despu¨¦s acudieron juntos a un acto empresarial, sin demasiada tensi¨®n, tras pactar un comunicado muy pol¨ªtico de calculada ambig¨¹edad ¡ªse evita Constituci¨®n pero se menciona el principio de la seguridad jur¨ªdica¡ª para ganar continuidad. Poca cosa, cierto, con los CDR velando armas, pero al menos, en v¨ªspera del juicio, el Estado reaparece en el hervidero dividido de Catalu?a. Eso s¨ª, contra la bajada de la temperatura, a los pocos minutos Casado&Rivera hab¨ªan escogido un t¨¦rmino previsible, recurrente en la prensa deportiva: humillaci¨®n. As¨ª despacharon la reuni¨®n, con una de las palabras predilectas del populismo. Eso s¨ª, Vox demostr¨®, una vez m¨¢s, que para derecha desacomplejada, ellos: ¡°La imagen de la infamia¡­ Traidor¡±.

M¨¢s informaci¨®n

Los gestos de S¨¢nchez a la Generalitat elevan la tensi¨®n pol¨ªtica con PP y Ciudadanos

El Gobierno y la Generalitat pactan en Barcelona trabajar por un ¡°di¨¢logo efectivo¡±

Editorial | V¨ªa institucional

En fin, parece dif¨ªcil salir de la din¨¢mica del agit-prop por los extremos. Si este es el lenguaje para calificar esa cita, ?qu¨¦ se dir¨ªa de no hablar de garant¨ªa jur¨ªdica o escenificar la deslealtad? Es f¨¢cil imaginar los titulares de la prensa conservadora. Lo de ¡°la rendici¨®n de Pedralbes¡± quedar¨ªa en nada, o los mensajes de ayer tipo ¡°S¨¢nchez se vende a Torra¡± o ¡°el enemigo est¨¢ en La Moncloa¡±. Los vig¨ªas de la reserva espiritual de Occidente parec¨ªan a cinco minutos de advertir de una confabulaci¨®n judeomas¨®nica de socialistas y nacionalistas. Garc¨ªa Egea resum¨ªa la cita de Barcelona con un ¡°as¨ª se vende una Naci¨®n, as¨ª se humilla a los espa?oles¡±. Ah¨ª est¨¢ el grito carpetovet¨®nico de la ?Espa?a vendida! recurrente desde el conde don Juli¨¢n. En siglos no se ha aprendido nada de la pol¨ªtica anglosajona sobre el valor de lo simb¨®lico para evitar la l¨®gica de la humillaci¨®n cuando no se va a ceder. Aqu¨ª se mantiene la norma de los cojones sobre la mesa. Tal vez sean buenos espa?oles, pero son pol¨ªticos mediocres.

No se trata de pecar de ingenuidad. La deslealtad del independentismo ser¨¢ dif¨ªcil de reconducir, si se reconduce. Las secuelas del proc¨¦s y del golpismo institucional del 1-O para subvertir el orden constitucional se hunden en surcos profundos. Si Torra ejerce de vicario de Puigdemont es como supremacista cerril; y el proc¨¦s ha acabado por mirarse en el espejo de los CDR. Pero, tras el fracaso del PP entre la indolencia marianista ¡ªhagan memoria¡ª y la judicializaci¨®n, queda un 155 implacable o avanzar por ah¨ª. S¨¢nchez no es el presidente m¨¢s fiable por su veletismo, pero es el presidente y a ¨¦l le toca actuar en un tablero lleno de malas opciones. Por lo pronto, hab¨ªa que integrar a los apocal¨ªpticos. Y, s¨ª, hay politiqueo en el comunicado, claro, porque lo primero es salir de los maximalismos indepes, los calentones eslovenos m¨¢s o menos puigdemon¨ªacos. Pero va a tener poco margen porque el trincherismo es tentador: humillaci¨®n, verg¨¹enza, rendici¨®n, traici¨®n... ?Hay quien d¨¦ m¨¢s? Seguro que s¨ª.