Nochebuena

Para quienes trabajar¨¢n esta noche como cualquier otra. Para quienes preferir¨ªan ayunar porque echan a demasiada gente de menos, pero se sientan y cenan. Para quienes se han levantado a las ocho de la ma?ana con la intenci¨®n de no hacer colas en el mercado y estar¨¢n en la cocina hasta las nueve de la noche. Para quienes no olvidan las intolerancias alimentarias de los dem¨¢s. Para quienes est¨¢n hartas de todo, pero hacen la cena igual. Para quienes practican yoga, o meditaci¨®n, o gimnasia, para llegar relajados a una mesa en la que acabar¨¢n hablando de pol¨ªtica a gritos. Para quienes est¨¢n tan solos que tienen que acoplarse a una familia postiza. Para quienes tienen poco, pero invitan a cenar a quienes tienen todav¨ªa menos. Para las reponedoras, los repartidores, las dependientas, los guardias de seguridad que tendr¨¢n que salir pitando para llegar al metro antes de que lo cierren. Para quienes esperan con ilusi¨®n un regalo que no llegar¨¢. Para quienes ser¨¢n capaces de adivinar la decepci¨®n que el regalo que han comprado, con tanta ilusi¨®n, va a inspirar en su destinatario. Para quienes recogen la mesa y organizan brigadillas de friegaplatos entre el caldo y los entremeses, entre el segundo plato y el turr¨®n. Para quienes se niegan a encender la televisi¨®n antes de sentarse a la mesa. Para quienes aparecen con una tarta que no se va a comer nadie. Para quienes est¨¢n muy enfadados hasta el ¨²ltimo minuto, porque para eso son adolescentes, pero al final deciden portarse bien. Para quienes tienen abuelos, abuelas a las que mirar con ternura un a?o m¨¢s. Para quienes se acuerdan de brindar por los ausentes. Para las familias felices, y para las otras. Para la m¨ªa, y para toda la gente a la que quiero, ojal¨¢ ¨¦sta sea la mejor noche.