
C¨®mo saber cu¨¢ndo puedes ayudar a tu hijo y cu¨¢ndo necesita ir a un psic¨®logo
Cinco profesionales analizan seis problemas de conducta que pueden esconder un grave trastorno

Todos los ni?os son traviesos, desafiantes e impulsivos en alg¨²n momento. Son conductas inc¨®modas que suelen ser fruto del cansancio, el hambre, el aburrimiento o la sobreexcitaci¨®n que les produce tanto cachivache tecnol¨®gico, pero no siempre es as¨ª; a veces son los s¨ªntomas de un problema que demanda la intervenci¨®n de un psic¨®logo. Reconocer la delgada l¨ªnea que separa las conductas corrientes de las que requieren ayuda profesional puede ser dif¨ªcil hasta para un psic¨®logo infantil y, adem¨¢s, el primer paso debe darlo la familia. Estos son algunos de los comportamientos que los padres deber¨ªan vigilar y, en caso de duda, buscar ayuda en la consulta de un profesional que evite que una enfermedad psicol¨®gica pase desapercibida en su reto?o.

La psiquiatra de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra Azucena D¨ªaz dice que la depresi¨®n "es uno de los trastornos psiqui¨¢tricos m¨¢s frecuentes en adolescentes, con una incidencia de entre el 10 y 12%". Y a?ade: "Sus s¨ªntomas m¨¢s comunes son la tristeza (que no es sin¨®nimo de depresi¨®n), las preocupaciones excesivas, la irritabilidad, la disminuci¨®n de rendimiento acad¨¦mico, los cambios en patrones de sue?o y en la alimentaci¨®n, as¨ª como la anhedonia, que es una disminuci¨®n en la capacidad de disfrutar". D¨ªaz subraya que el tratamiento debe abordarse desde la farmacolog¨ªa y la psicoeducaci¨®n, tanto con el adolescente como con su familia.
Por su parte, la psic¨®loga cl¨ªnica B¨¢rbara Zapico destaca que la primera parte de cualquier tratamiento de depresi¨®n debe ser una anal¨ªtica m¨¦dica, ya que "la base de una depresi¨®n puede originarse por el malestar f¨ªsico continuado, originado a partir de enfermedades no detectadas del tiroides o digestivas". Seg¨²n la profesional, con algunos pacientes solo hay que trabajar dos semanas, pero la terapia puede durar a?os si la depresi¨®n es causada por una situaci¨®n como el acoso escolar. "Aunque la agresi¨®n haya desaparecido, el trabajo posterior de reconstrucci¨®n de autoestima es lento", explica.
Distinguir la enfermedad de la normalidad de la vida adolescente es muy complicado, ya que los altibajos emocionales son frecuentes en esta etapa de la vida. El departamento de Salud y Servicios Sociales de EEUU hace hincapi¨¦ en las bajadas de rendimiento acad¨¦mico y en la p¨¦rdida de inter¨¦s por las aficiones que ocupaban el tiempo del joven como indicadores de que un adolescente puede estar deprimido, as¨ª como su distanciamiento de los amigos.

La ansiedad est¨¢ constantemente presente, pero siempre viaja oculta, escondida en emociones con las que es f¨¢cil confundirla, como el miedo. Para destapar su presencia es ¨²til saber que el terror aparece como una respuesta adaptativa del organismo, mientras que la ansiedad se caracteriza por ser anticipatoria, am¨¦n de desproporcionada. Es normal tener miedo a la oscuridad cuando uno tiene que atravesar, de noche y a solas, un parque donde nadie oir¨ªa tus gritos de auxilio; pero si los nervios comienzan una semana antes de que uno tenga que hacerlo, y le resulta imposible sacarse de la cabeza la idea de que va a tener que internarse en ese parque, todo indica que tiene un problema psicol¨®gico.
"La dificultad del diagn¨®stico de ansiedad radica en que los ni?os no saben explicar c¨®mo se sienten y recurren a un cambio de comportamiento que hay que saber decodificar", explica la psic¨®loga infantil B¨¢rbara Zapico. Los padres pueden buscar esos cambios en la conducta para discernir si este trastorno est¨¢ condicionando la vida de los peque?os. "Puede manifestarse a trav¨¦s de un aumento de las rabietas o de una tendencia al aislamiento", explica Zapico.
Los dibujos son un cl¨¢sico en la detecci¨®n de problemas psicol¨®gicos entre los m¨¢s peque?os, pero la psic¨®loga advierte de que "son ¨²tiles desde el punto de vista de que a los ni?os les cuesta expresar sus emociones, pero no hay que buscar significados a cada dibujo que hacen. No es extra?o que manifiesten inquietud por temas como la muerte y que lo representen en alg¨²n dibujo". Y zanja: "Si no se detecta un cambio significativo en el comportamiento, no hay que preocuparse2.
Zapico distingue dos situaciones extremas que exigen consultar inmediatamente al pediatra: el mutismo selectivo, que es cuando el ni?o deja de comunicarse en situaciones espec¨ªficas, y los terrores nocturnos, un fen¨®meno que no debe confundirse con las pesadillas. "Hablamos de gritos, taquicardias, sudores, amnesia del episodio", describe la profesional.

La profesora de psicolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Joana Acha define la dislexia como "un trastorno del aprendizaje con base neurol¨®gica, que se manifiesta en la lectura y que est¨¢ presente en un 5% o un 10% de los ni?os de inteligencia normal". Seg¨²n la Universitat Oberta de Catalunya, es el trastorno de aprendizaje m¨¢s frecuente. Acha explica que los indicios que deben poner a los padres en guardia son "la dificultad para captar las rimas, reconocer los sonidos de cada letra o identificar cada una de ellas".
Tambi¨¦n advierte de que "la atribuci¨®n de la dislexia por una pobre orientaci¨®n espacial es incorrecta". Es decir, que no tiene nada que ver con problemas para distinguir la izquierda de la derecha o la propensi¨®n de escribir las letras del rev¨¦s. La maestra de primaria e investigadora post doctoral de la Universidad de Deusto Marta Ferrero aclara que "los ni?os dibujan las letras en espejo porque les ense?amos que un objeto sigue siendo el mismo en cualquier posici¨®n". La literatura cient¨ªfica respalda la idea de que escribir las letras al rev¨¦s es un proceso normal, que no es s¨ªntoma de ning¨²n trastorno del aprendizaje.
Si, una vez analizado el comportamiento de los ni?os aflora un caso de dislexia, la investigadora Joana Acha subraya que el tratamiento debe basarse en el fortalecimiento del vocabulario y en las actividades de dictado, en el conocimiento fonol¨®gico y en la decodificaci¨®n de la correspondencia entre letra y sonido. La experta alerta sobre la ausencia de protocolos en el sistema educativo basados en la literatura cient¨ªfica y destaca que la dislexia, con un abordaje correcto, no incapacita acad¨¦micamente a ning¨²n alumno. Tambi¨¦n asegura que los padres tienen que hacer frente a un buen n¨²mero de ofertas de intervenciones fraudulentas y pseudocient¨ªficas, que tanto abundan en la educaci¨®n infantil.
"No hay evidencias de que la lectura mejore a partir de programas como Tomatis, tampoco en intervenciones optom¨¦tricas", que son terapias en las que se utilizan lentes o se tapa uno de los dos ojos. Los programas basados en psicomotricidad tambi¨¦n se han mostrado ineficaces, as¨ª como el Brain Gym (ejercicios como rompecabezas y puzles que aseguran incidir positivamente en el rendimiento del cerebro, cuya evidencia no ha sido probada), la kinesiolog¨ªa, que es una pr¨¢ctica centrada en el movimiento humano, y m¨¦todos como Doman y la musicoterapia.

La falta de atenci¨®n puede ser una caracter¨ªstica definitoria de un ni?o que exige un trabajo educativo, pero tambi¨¦n el s¨ªntoma de un trastorno neurol¨®gico conocido como Trastorno de D¨¦ficit de Atenci¨®n con o sin Hiperactividad (TDAH). En estos casos, las travesuras de los peque?os no son puntuales sino la consecuencia de una sintomatolog¨ªa muy variada, la cual se manifiesta en problemas de conducta desproporcionados en comparaci¨®n con los ni?os de su edad. Su influencia es muy importante, pues hace que los peque?os pierdan calidad de vida.
Los ni?os con TDAH tienen dificultades para atender a cualquier regla, desde las que se imponen en el ¨¢mbito escolar a las de higiene cotidiana. El trastorno, que afecta a cerca de un 10% de la poblaci¨®n infantil, seg¨²n la Fundaci¨®n Cadah, puede ocasionar problemas de socializaci¨®n. El jefe de Psiquiatr¨ªa infantil del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona y coordinador de la Gu¨ªa de Pr¨¢ctica Cl¨ªnica del TDAH del Ministerio de Sanidad, Jos¨¦ ?ngel Alda, explica que el diagn¨®stico precoz del trastorno "evita la cronificaci¨®n, y que su tratamiento debe ser psicopedag¨®gico y, en algunos casos, tambi¨¦n farmacol¨®gico".
Un problema importante con el que tienen que lidiar los padres que dudan acerca de si sus hijos tienen TDAH o no emana de la percepci¨®n social de que se trata de un trastorno inventado por el sector farmac¨¦utico. El consenso mayoritario en la comunidad cient¨ªfica es que se trata de un d¨¦ficit en las funciones ejecutivas del cerebro, por lo que la consulta m¨¦dica es la opci¨®n m¨¢s sensata en caso de que tengan la m¨ªnima duda. Los psic¨®logos necesitan mucho tiempo de trabajo para diagnosticar este trastorno, pretender hacerlo en casa es una aspiraci¨®n poco recomendable.
Adem¨¢s, el coordinador de la Fundaci¨®n Cadah, Amaro Cam¨²s, advierte de la abundante desinformaci¨®n en internet sobre el TDAH, lo que provoca que muchas familias retrasen o abandonen los tratamientos. No siempre hace falta la medicaci¨®n, pero "su diagn¨®stico requiere mucho tiempo con el paciente y la atenci¨®n de profesionales involucrados en su tratamiento", recuerda Cam¨²s.

Hay muchos ni?os que demuestran su incapacidad para controlar la orina, un problema que se conoce como enuresis, que se ha magnificado con el adelanto de la etapa escolar a los 3 a?os y que es especialmente molesto por las noches. "A esa edad, muchos ni?os todav¨ªa no han desarrollado el control de esf¨ªnteres. Pero es algo que se entrena con rutinas, se les lleva a orinar todos los d¨ªas a las mismas horas para que vayan creando la conducta y la asociaci¨®n. Primero hay que atajar el problema de d¨ªa, y despu¨¦s centrarse en la noche", explica la psic¨®loga infantil B¨¢rbara Zapico.
Pero, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, un 15% de los ni?os mayores de 5 a?os sigue teniendo este trastorno en el sue?o. "Esos casos pueden suceder por un componente gen¨¦tico o por un problema emocional. Puede llegar a ser agotador para las familias, por eso es muy importante que tengan paciencia y no recurran al castigo". La estabilizaci¨®n de las emociones es el mejor camino a la soluci¨®n del problema.

La adolescencia es la etapa vital en la que se manifiesta con mayor frecuencia el trastorno bipolar, una grave enfermedad que se caracteriza por altibajos y cambios radicales en el estado de ¨¢nimo que se califican de episodios man¨ªacos. Los pacientes pasan de un estado apagado y triste a una verborrea excesiva, a una sensaci¨®n de grandiosidad que se manifiesta en gasto compulsivo de dinero, por ejemplo. La terapia pasa por la farmacolog¨ªa, y "no suele aparecer antes de los 15 a?os", asegura la psic¨®loga infantil B¨¢rbara Zapico.
Con el trastorno bipolar pasa algo parecido a lo que marca el TDAH, que se trata de un trastorno cuya identificaci¨®n puede ser compleja. La variedad de los s¨ªntomas entre las diferentes personas y su duraci¨®n, que, seg¨²n apunta la Asociaci¨®n Espa?ola de Psiquiatr¨ªa, va de varias semanas a meses, hace que la labor de detecci¨®n y su tratamiento sean tareas extrarodinariamente complejas.